
Liderazgo
Angélica De la Peña: Una generadora de ingresos que no se rinde
Se destaca en la logística de carga, una industria tradicionalmente masculina y donde las mujeres representan menos del 30 % de la fuerza laboral. Le dicen ‘La inquebrantable’.
Materializar negocios es el principal talento de Angélica De la Peña, quien está segura de llevarlo en la sangre por venir de una familia de empresarios. Esta vocación se manifestó desde el colegio, donde echó a andar varias iniciativas para ganar dinero. Y luego influyó en sus decisiones académicas: estudiar ingeniería industrial, especializarse en gerencia de negocios y hacer una maestría en Mercadeo.
“Ser una excelente generadora de ingresos implica una gran capacidad para superar obstáculos. Hay que tener mentalidad positiva, empuje y persistencia, pues en muchos casos hay que tolerar frustraciones y rechazos antes de conseguir los resultados esperados”, señala. Y estas cualidades son tan notorias que un antiguo miembro de su equipo la bautizó como ‘Angélica, la inquebrantable’.
A ese carácter le debe su ascenso en una de las principales compañías de logística de carga en el país, y un espacio protagónico en una industria tradicionalmente masculina. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), las mujeres representan apenas el 29 por ciento de la fuerza laboral en este campo. “Aunque es un indicador que ha venido creciendo en los últimos años, no hay duda de que aún enfrentamos muchos retos para tener paridad laboral, sobre todo en los cargos operativos y gerenciales”, anota ella.
Como vicepresidenta comercial, ha hecho lo posible para ampliar los espacios femeninos en Tractocar. “Desde que estoy en la empresa hemos pasado de 12 a 600 personas empleadas, y puedo decir con orgullo que tenemos un porcentaje de participación de mujeres que supera el promedio nacional en la industria. Estoy segura de que este ha sido un factor fundamental para que hoy seamos una de las compañías más importantes del sector”.
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La satisfacción del cliente, que está en su ADN, es otra de las razones de su éxito. “Muchas veces me ha pasado que altos directivos de grandes compañías me abren espacios de diez minutos para ofrecerles los servicios de la empresa, y terminamos reunidos por horas afinando los detalles de los negocios que acordamos”, cuenta.
Sobre su vida personal destaca el esfuerzo por lograr un equilibrio con lo profesional. “Me gusta seguir rutinas saludables en las que la alimentación balanceada y el ejercicio diario juegan un papel fundamental. También trato de tener espacios de reflexión y autoconocimiento mediante la lectura y la escritura –detalla–. Esas actividades me ayudan a manejar mejor la presión y la incertidumbre inherentes a mis responsabilidades ejecutivas”.