El Debate
Magnicidio de Miguel Uribe Turbay | La condena unánime a la comparación que hizo Alfredo Saade
En El Debate, de SEMANA, los invitados reaccionaron a las declaraciones de Alfredo Saade, jefe de gabinete, a propósito del deceso de Miguel Uribe Turbay, dos meses después del atentado contra su integridad.

“Bueno, la actividad política siempre tiene un riesgo. Yo no creo que esto haya aumentado el miedo a los candidatos, como dicen algunos. Toda actividad tiene un riesgo. Manejar bicicleta tiene un riesgo, de caerse, tropezarse o que lo atropelle un vehículo y más nuestra actividad pública en un país tan convulsionado, no de ahora, porque esto es un país que está convulsionado en los últimos 200 años, de muerte, guerra, asesinatos y de sacar a la adversario como sea del camino". De esta manera, reaccionó el denominado pastor Alfredo Saade, jefe de gabinete del gobierno del presidente Gustavo Petro, al magnicidio de Miguel Uribe Turbay. El senador y precandidato presidencial falleció este 11 de agosto de 2025 a la 1:56 a. m., dos meses y cuatro días después del atentado contra su integridad, el 7 de junio pasado.
Producto de esas declaraciones, varios invitados a El Debate, de SEMANA, reaccionaron condenando tales comparaciones en un momento tan sensible para el país.
“Antes se gritaba, y gritábamos, ‘nos están matando’. Hoy, ya esas masacres, esos asesinatos a líderes, ya no importan, no se cuentan. Y creo que esto, nosotros como país, no podemos permitirlo; que las muertes solamente sirvan para hacer campaña política, que las muertes de los dirigentes sociales solamente sirvan para ser contados y para atacar a un gobierno. No, nosotros —no solamente con el magnicidio de Miguel— estamos pidiendo que se retomen las políticas de seguridad en nuestro país, sino desde antes. Nosotros hemos visto un deterioro enorme en la seguridad de Colombia, cómo el Clan del Golfo aumentó su presencia en un 55 %, el ELN, en un 23 %, las disidencias, en un 30 % durante el gobierno del presidente Petro", señaló Katherine Miranda, inicialmente.
“¿Cómo es posible que los asesinatos de la Fuerza Pública tengan un incremento de un 136 % y todavía sigamos pretendiendo que ellos tienen voluntad de paz? Reclutamiento de menores, 95 %, ¿cómo están utilizando los menores? Y lo vimos ahora en el asesinato y en el magnicidio de Miguel, cómo utilizan a los menores para cometer crímenes. Entonces, el llamado es que acá hay una responsabilidad del Estado, hay una responsabilidad del Gobierno nacional. No solamente por los continuos comentarios, discursos y la violencia política que el presidente Gustavo Petro ejerce contra quienes piensan diferente, sino por omisión, por negligencia, porque el Estado colombiano tiene que ser el llamado y el responsable de cuidar la vida de todos aquellos que deciden entrar a hacer política, a tomar un liderazgo, a pensar diferente, a levantar la voz. ¿Cómo es posible que nosotros acabamos de ver que el pastor Saade, hoy jefe de gabinete, trate de justificar, y de una manera cínica y terrible, dice que toda actividad política conlleva un riesgo, esto es como montar bicicleta hasta el riesgo de caerse? No, lo que sucede es que hacer política en este país, pensar diferente, no puede tener como consecuencia tener un atentado o que lo asesinen", agregó la congresista.
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“Eso no es justificable de ninguna manera. Y el llamado, realmente, que desescale el lenguaje. No solamente el presidente Gustavo Petro, sino varios de sus miembros de gabinete, de su círculo más cercano; es realmente increíble cómo trataban de poner en tela de juicio a una institución tan prestigiosa como la [Fundación] Santa Fe, cómo trataban de decir que esto de Miguel fue un autoatentado. Realmente es una indolencia terrible, y sinceramente lo que uno espera de un jefe de Estado, por lo menos, es respeto a las instituciones, respeto a quien piense diferente. No puede ser que siga haciendo carrera en este país en el que pensar diferente nos puede causar la muerte. Esto es inaceptable. Yo sí creo que hay una responsabilidad del Estado y del Gobierno, porque han promovido el odio. Y promover el odio puede llegar a terminar en una bala, como lo que le pasó al senador Miguel Uribe", agregó Miranda.
“Hay una responsabilidad enorme, no solamente por la violencia política que generan el presidente Gustavo Petro y sus más allegados, sino por una omisión y una negligencia de la Unidad Nacional de Protección”, insistió.

A su turno, la congresista Lina Garrido señaló que “no sorprende” que el Gobierno tenga unas reacciones de tales características. “No sorprende absolutamente nada lo que ese personaje pueda decir, cuando el mismo presidente de la República utiliza la tarima para amenazar y perfilar a quienes piensan diferente”.
“El primer paso es responsabilizar al Gobierno sobre cómo nos ha dejado solos, a la oposición. A él le garantizaron su seguridad y ellos han llevado a esta violencia política, a que vilmente toque a una familia. Me duele, pero esto nos tiene que dar fortaleza”, agregó Garrido.
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Por su parte, Ingrid Betancourt, exdirigente política, calificó de “vergonzoso” lo dicho por Saade y lo asimiló a Poncio Pilato para indicar que el ‘pastor’ se lava las manos con semejante declaración.
El estado de salud del congresista, de 39 años, empeoró a crítico el sábado, tras sufrir una nueva hemorragia cerebral, según la clínica que lo atendía. A mediados de julio, Uribe Turbay presentaba signos de mejoría y, tras varias cirugías e intervenciones, había entrado en un proceso de neurorrehabilitación.
“Gracias por una vida llena de amor”, escribió María Claudia Tarazona en su cuenta de Instagram, en un mensaje con una fotografía de la pareja. “Descansa en paz, amor de mi vida, yo cuidaré a nuestros hijos”, agregó.
El 7 de junio, durante un mitin en un barrio popular de Bogotá, un sicario de 15 años le disparó tres veces al senador, sin que se conocieran los motivos. Dos de las balas impactaron su cabeza.
Por ahora, las autoridades han capturado a seis sospechosos relacionados con el ataque, incluido el sicario, y apuntan a una disidencia de la extinta guerrilla de las Farc como posibles autores intelectuales.
Uribe Turbay deja un hijo pequeño y tres adolescentes, hijas de su esposa, que acogió como propias.
El atentado en su contra reabre heridas en un país atravesado por la violencia y los atentados contra políticos en las décadas de 1980 y 1990.
Disidencias en la mira
La vida de Miguel Uribe Turbay estuvo marcada por la violencia del conflicto armado colombiano.
Su madre perdió la vida mientras estaba secuestrada por orden de Pablo Escobar, en 1991. La periodista Diana Turbay murió en medio de un operativo de uniformados que intentaban rescatarla. El capo de la cocaína ordenó su plagio en medio de una campaña de terror para evitar la extradición de narcotraficantes colombianos a Estados Unidos.
“El mal todo lo destruye, mataron la esperanza. Que la lucha de Miguel sea luz que ilumine el camino correcto de Colombia”, escribió en X el expresidente colombiano, Álvaro Uribe Vélez, que desde inicios de agosto está en prisión domiciliaria tras haber sido condenado en un caso por presunto soborno a testigos.
Entre los detenidos por la muerte de Miguel Uribe están el atacante, un menor de 15 años, y Élder José Arteaga Hernández, conocido como el Costeño, supuesto cerebro logístico del ataque y por quien las autoridades iniciaron una cacería nacional en las semanas posteriores.
La semana pasada, el director de la Policía, Carlos Fernando Triana, dijo que “muy seguramente la Segunda Marquetelia”, una disidencia guerrillera fundada por el histórico guerrillero de las Farc Iván Márquez, está detrás de la planificación del ataque.
Las autoridades sospechan que Márquez y quien fuera su segundo al mando, alias Zarco Aldinever, están muertos, aunque esas versiones no han sido confirmadas.