EL DEBATE

“Lo pongo sobre la mesa”: La propuesta de Lalis, la influencer petrista que está muy cerca de ser congresista

Laura Daniela Beltrán Palomares habló con El Debate, de SEMANA, tras obtener una votación que apunta a que tendrá curul como nueva representante a la Cámara por Bogotá.

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29 de octubre de 2025, 9:08 p. m.
El Debate, Yesid Lancheros director de Semana, entrevista a Laura Daniela Beltrán
Laura Daniela Beltrán Palomares, más conocida como Lalis, en las instalaciones de SEMANA, el 29 de octubre de 2025, en Bogotá | Foto: Samantha Chavez

Laura Daniela Beltrán Palomares, más conocida como Lalis, habló con El Debate, de SEMANA. Lo hizo luego de que, en las elecciones de la izquierda de la semana anterior, alcanzará 25.000 votos. Esta votación, a falta de las elecciones al Congreso de la República, que tendrán lugar el 8 de marzo de 2026, la tendría muy cerca de garantizar una curul como nueva congresista de Colombia, nueva representante a la Cámara por Bogotá.

Lalis, que dijo que no le gusta el término influencer, porque es “como si la gente fuera boba”, prefiere el término creadora de contenido digital, señaló que el resultado de los comicios del domingo anterior, en los que salió ganador el senador Iván Cepeda, demuestra que el petrismo no está derrotado.

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SEMANA: ¿Qué piensa usted de lo que ocurrió?

Lalis: Creo que es una reivindicación a muchos años en esto, una lucha constante, en generar contenido, en hacer pedagogía sobre lo político.

Es un reconocimiento al trabajo que se hace genuino, que se hace con las uñas, que se hace con un celular y que finalmente genera alguna legitimidad dentro de esto. Nosotros hemos sido personas transparentes, como que la gente nos ha visto en la cotidianidad y nos ha visto también prepararnos para llegar a estos asuntos.

Estoy terminando una maestría, me retiro de contenidos dos años, me costó mucho porque finalmente era como mi capital.

SEMANA: ¿Y por qué dejó de hacer contenido?

Por estudiar, porque tenía muchas ganas de hacer una maestría. Entonces, me meto de lleno a eso, a generar desde allí algunos espacios para mí, el estudio me parece algo fundamental en todo esto. Entender algunas lógicas, entender fenómenos. Me parece interesantísimo en mí el tema de la academia. Entonces, decidí estudiar gobierno y políticas públicas en El Externado y pues eso quita tiempo fuera del trabajo.

Entonces, soy periodista y ejerzo algunos ejercicios allí. Y me retiro un poco y volví hasta hace muy poco, en realidad.

SEMANA: Y ha obtenido esta votación y mucha gente se pregunta, ¿cómo hizo su campaña? ¿Desde desde cuándo arrancó para para obtener esta votación?

Lalis: El 29 de septiembre empecé la campaña, el día que nos dieron el número que me correspondía, el número 27, ese día iniciamos.

SEMANA: Es decir, dos semanas de campaña.

Lalis: Sí, 20 diítas. 20 días.

SEMANA: En 20 días logró usted más de 26.000 votos. ¿Cómo lo hizo?

Lalis: Pues con muy poco. Exacto. Debo ser honesta, nosotros nos gastamos, no hemos hecho ni la cuenta, pero no supera los 2 millones y medio en plata. Y estoy exagerando. O sea, fue un tema de redes sociales, de hecho, la mitad de esa plata se fue a pauta. A pauta de cómo votar porque la gente estaba muy confundida. Entonces, yo leí a la gente en redes y nunca pauté en términos de lo discursivo. Yo pauté cómo votar.

Esa fue la única cosa que pautamos en Meta. De resto fue como, en los almuerzos de mis compañeros, que el pollito, que si salimos a hacer algo, tomar algo. No sé, como muy en esa lógica, tranquila. Y los volantes fueron donaciones de amigos, amigos no multimillonarios, amigos del barrio, unos folletos valieron 400. Entonces, entre dos amigos pusieron plata. Esta campaña literalmente fue con las uñas y fue netamente digital.

SEMANA: ¿Y usted recorrió las calles puerta por puerta, hizo lo que hacen los políticos tradicionales, reunir gente en un salón comunal, echarles un cuento, prometerles obras, prometerles vías?

Lalis: No, afortunadamente desde el paro, nosotros conocimos mucha gente en el marco del estallido social. Y esa misma gente apenas se entera nos empieza a llamar. Entonces es el caso de la red de ollas comunitarias.

Y entonces una de esas mujeres me llama y me dice, ‘Lalis, qué chévere, no sé qué, veámonos, te ayudo’. Y terminaron invitando también un parche hermoso en Usme. Entonces ahí dijo, ‘juntamos los parches’. Y fue la primera olla a la que fuimos. Recorrimos a volantear porque ya había una donación de volantes y pues no vas a desperdiciar los volantes que te regalan tus amigos. Y fuimos y volenteamos en Kennedy.

SEMANA: Usted está contando aquí que en 20 días, con una campaña que a lo sumo le costó 2 millones y medio de pesos, sin reuniones en salones comunales, sin recorrer las calles, solo con su activismo digital, obtuvo semejante votación.

Lalis: Sí, sí, básicamente. No tengo la fórmula, me gustaría hacer un análisis y lo pongo sobre la mesa. De hecho, hoy tenía un panel en El Externado y yo le decía a la profesora: ‘Hay que empezar a investigar estos temas’. Es muy curioso esa transición de lo digital en el escenario electoral, hay que hacerle un análisis, ¿por qué, cómo, cuándo, qué pasó con las estructuras políticas, cómo está funcionando ahora la gente? Y fíjate que en el Pacto pasó algo muy curioso, que me gustaría también analizarlo y es la gente por qué votó.

Fíjate que votó por liderazgos, donde se sienten allí tal vez representados. Para mí es un honor que 26.000 personas crean en mí. Yo creo que ese es el fuego que deberían mantener los políticos, no desilusionar a la gente. Yo creo que ese es el verdadero reto, no decepcionar.

SEMANA: ¿Cuáles son sus banderas, en qué le gustaría trabajar como congresista por Bogotá?

Lalis: Son cuatro banderas importantes. La primera economía popular, si tú vas a un barrio y haces el mapeo de los actores del barrio, te encuentras con el señor de la panadería que fue muy hermoso, por cierto, el de mi barrio y puso mi cartel allá. Señor, Raúl, le mando un besito. Entonces esos actores que hacen parte de las panaderías, la fábrica de tenis, el vendedor informal afuera, eso es economía popular. ¿Qué pasó en Colombia? Que eso no tiene reconocimiento real.

Cuando a ti no te reconoce el Estado como un actor principal, de ahí para abajo no tienes garantías de nada, porque básicamente para el Estado no existes. Hay una informalidad, el Estado no ha llegado a esa etapa del reconocimiento desde el legislativo, hay que reconocerlo. Si de ahí para abajo se desprenden oportunidades de acceso al crédito, oportunidades de cooperativismo, cómo organizamos a la gente. Esto no es una guerra contra la empresa.

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Esa es una de las banderas. La seguridad o soberanía alimentaria, Bogotá es la segunda ciudad más desigual del país siendo la capital.

Bogotá pasa hambre, tú y yo no, seguramente, pero hay un Bogotá roja, llena de hambre, de necesidades, de desigualdad y finalmente qué es lo que pasa con eso, que la gente en el marco del paro, que también es una reivindicación a los procesos sociales, empezó con las horas comunitarias en un entorno de listo, estamos en el paro, vamos a alimentar y eso me parecía maravilloso, pero se quedó ahí. Entonces, ¿cuál es nuestra responsabilidad? Si eso lo vemos desde la soberanía alimentaria, son mujeres que han trabajado toda su vida alimentando personas en la calle.

Entonces, organicemos un plan de tal manera que que vincules a la gente del barrio, a la gente de los procesos en una organización gigante que combata el hambre con comedores comunitarios bien situados.

La tercera es el derecho a la ciudad. Bogotá ha perdido, los ciudadanos hemos perdido, el derecho a la ciudad. Yo voy a decir algo que es real y es que Bogotá se neoliberalizó. Y eso nos ha quitado derechos, nos ha quitado la participación en sí en toda la toma de decisiones. Hablaba con una señora en las construcciones del metro de la primera línea. Se quebraron los negocios. Hay gente que es defensora a acérrima de los empresarios.

Entonces, ¿por qué no pensaron en el señor de la fritanga que gracias a ese ruido, al polvo, pues terminó quebrando su negocio? . Y en toda esa lógica la gente perdió el derecho a entender o a que se le garantizaran sus formas de vivir.

Yo voy a ser, si Dios lo permite, representante por Bogotá y la lucha está ahí, la ciudad, hay que empoderar a la ciudad, hay que defender la ciudad, hay que hablar por la ciudad. Y la cuarta sombrilla es la ley de medios.

SEMANA: ¿Ley de medios? ¿Cómo así?

Lalis: La ley de medios tiene una característica principal. Lo primero es el reconocimiento de los medios alternativos y comunitarios. Y lo digo acá, mira que curioso, lo digo en un medio grande. El trabajo que hacen desde lo comunitario es complejo.

Es sin plata, es con las uñas, la infraestructura no da, los equipos no da, acá contamos con tres, cuatro cámaras, en el territorio no pasa. En Antioquia no pasa, en el Urabá no pasa. Entonces, ¿qué pasa cuando nosotros empezamos el reconocimiento de los medios alternativos y comunitarios? Que de ahí para abajo se desprenden garantías igual que la economía popular.

No es una ley de medios para para censurar o para controlar contenido, veo que es una ley de medios para para que el Estado promueva más espacios.

SEMANA: Esas son sus cuatro banderas. Lalis, la votación que usted obtuvo en Bogotá, ¿tiene algún registro de en dónde se concentró?

Lalis: Sí, en la zona donde más hay votos es en Kennedy y en toda la media luna de Bogotá.

Que responde también a procesos territoriales, a gente que finalmente se reconocen como la mujer que soy. Es decir, yo no soy de clase alta, no tengo apellido grande, yo soy de una familia campesina de Gachetá. Mi papá es de Gachetá y mi apellido es de Gachetá. Eso me hace sentir orgullosa porque la gente finalmente, yo creo, se identificó.

SEMANA: ¿Qué le expresaron por los resultados de las elecciones?

Lalis: Mis papás los más felices del planeta entero porque ellos me han visto sufrir, esto ha sido duro. Llevo 8 años aguantando un matoneo terrible. Yo todavía lucho con eso, toda el día lucho con mi imagen, tengo serios traumas porque no es fácil que medio país hable de tu cuerpo, medio país despotrique de ti.

Cuando tú en el fondo estás alimentando, no sé, conocimiento, estás votando propuestas, pero la gente solo se queda en como me veía.

SEMANA: Recuerdo que usted misma puso el tema, exteriorizó eso que la afectó

Lalis: No hay fórmula mágica para curarte de la nada y levantarse. Eso es mentira. Solo le toca a uno trabajarlo con psicólogo, le toca empezar a entender otras dinámicas. Yo creo que esto es un mensaje a las mujeres. Si alguien dudó sobre este tema era yo misma.

Entonces, lo que quiero decir es que no se lo debo a nadie más que a mí misma y a Dios, sobretodo, y al apoyo de mis amigos y lloré ese día porque había sido con las uñas. Es que fue un día que les dije a mis amigos. Y nos ha tocado duro y me he tenido que soportar cosas densas, pero estoy acá, estoy de pie, esto es un mensaje a las mujeres.

No importa cuánto le digan que usted no vale, no importa cuánto le digan que usted no tiene valor, siempre tenemos que salir adelante manteniendo de pie, manejando la cabecita y meterle amor a todo lo que hacemos.

SEMANA: ¿Qué piensa del matoneo, del bullying? ¿No habría que hacer algo en el Congreso ahora que usted muy seguramente va a ser congresista?

Lalis: Sí, sobre todo lo digital. Porque hay un ejercicio de odio muy complejo que se salió de las manos.

O sea, ahora cualquier persona te amenaza de muerte y no pasa nada. Y, además, está escondido en un perfil falso que legitima una violencia terrible. Entonces, yo creo que sí hay que tomar medidas porque ya no solo es lo que pasa psicológicamente, sino que pasa al exterior y que puede ocasionarte que te mate,

Mira a la reina de Antioquia haciendo esos comentarios. Normalizar eso finalmente nos genera una sociedad violenta, lo sigue consolidando y yo creo que el ejercicio es desde allí.

SEMANA: ¿Qué mensaje le envía a ella?

Lalis: Yo creo que se va a lanzar a algo, es evidente. Pero hay que hacerlo con ideas. Yo pasé algunos años de mi vida siendo demasiado visceral. Si tú ves a la Lalis de hace 6 años vas a decir la Lalis era visceral. Pero uno madura. Se necesitan ideas. Ya no necesitamos más violencia, más odio. Necesitamos construir ideas. Entonces, ¿qué es lo que le vamos a proponer a la gente? ¿Tienes ideas? Listo, defiéndelas. ¿Cómo? Con ideas. Con propuestas, con proyectos.

Esa es mi sugerencia, alimentemos más esto y el alma. Uno no puede dejar la humanidad. Y cuando dices o esperas que le metan una bala a alguien, ahí llegó la humanidad. Eso no es libre expresión, es incitar al odio, es hacer la apología al paramilitarismo.

Yo creo que las mujeres somos mucho más que eso y eres una mujer hermosa, además. Entonces, hay que darle también a la cabeza y al corazón mucho, hay que alimentarlo constantemente.

SEMANA: ¿Cómo superar ese odio en las redes?

Lalis: Pues lo que lo que he hecho es denunciar. Hablando de lo de Miguel Uribe Turbay, a alguien le pareció muy chistoso hacerme un montaje de donde había muerto Miguel y poner mi cara y decir, ‘Les propongo un sueño’. Y de ahí para abajo como 50 cuentas falsas diciendo que ojalá me mataran. Entonces, yo creo que lo que hay que hacer es frenarlos, hay que destaparlos.

Afortunadamente alguien ya nos reveló la identidad de esta persona y vamos a la Fiscalía. Estamos en ese proceso de denuncia porque no es normal. Yo ando en Transmilenio, en SITP, mi vida es muy normal. Yo sigo siendo la misma persona desde hace 6 años del barrio Galán, de Bogotá. Entonces, yo lo que creo que hay que hacer es empezar a denunciar.

Lo mismo con la gente que yo me robé plata, que los contratos, que denuncie. Pruébenmelo, porque es que le dañan a uno la vida como la ética y la honra y eso no está bien.

SEMANA: Usted fue contratista en varias entidades del gobierno. ¿Hoy qué hace?

Lalis: Hoy estoy dedicada al 100% al tema de la campaña, a sacar al Pacto Histórico adelante por Bogotá, a trabajar en colectivo, a reunirme con esos liderazgos que quedaron allí, que yo valoro mucho y hay que empezar a agruparnos.

Está bien que fueron 20 días y que fue digital, pero te toca sentarte a pensar ideas programáticas, estrategia y tú tienes unas obligaciones específicas en el contrato. Entonces, imagínate yo estar ahí en mi casa grabando videos y no ir a la entidad. Hay unas obligaciones que uno tiene que cumplir.

SEMANA: ¿Cómo va a hacer esta campaña de aquí a marzo?

Lalis: trabajar muy duro, incansablemente para que la gente sepa la importancia de legislar. A mí me parece interesante porque entonces la disputa ya va al interior del Pacto.

Entonces ellos tienen un conocimiento, digo ellos algunos algunos y de rasgos territoriales, saben cómo se organiza eso, cómo se hace. Y nosotros tenemos un conocimiento desde lo digital. Eso conectado y junto colectivamente, Dios mío, eso es una bomba. Entonces, ¿qué es lo que toca hacer? Sentarnos a planear lo que vamos a hacer de cara a estos meses. Yo creo que ya estamos tarde, al menos desde el lado de los influenciadores mal llamados, además. Dejémoslo en creadores de contenido digital.

Es una palabra que me hace sentir un poco incomoda todavía, pero creadores de contenido. que la palabra influencer es como, es decir, como que simplifica lo que hay detrás, es como si la gente fuera boba.

SEMANA: ¿Usted es creyente?

Lalis: Sí, sí, sí, yo no soy religiosa, pero creo en el amor de mi mamá y el amor que mi mamá le tiene a Dios.

SEMANA: ¿Va a acompañar la campaña de Iván Cepeda?

Lalis: Iván Cepeda es de verdad la imagen real y tangible de lo que es la izquierda y el recuerdo de la izquierda y la comunidad de la izquierda. No hay adversario más tranquilo, más decente. Yo creo que eso todos los sectores políticos lo van a decir. O sea, tú no vas a encontrar una pelea con Iván Cepeda. Y eso es lo que necesita el país. Iván representa esa transformación de tranquilidad, de confrontación, pero desde el diálogo.

SEMANA: Pero A un sector del país le genera controversia, ¿no?

Lalis: Al Centro Democrático, al uribismo, normal. Pero yo sí creo que Iván es la representación de la izquierda, esa izquierda que se transforma, que proyecta vida, que intenta mantener un proyecto de potencia mundial de la vida, de superación de las desigualdades estructurales del país.

SEMANA: ¿Y le ve le ve opción para suceder a Petro?

Lalis: Sí, pero hay que hacer un trabajo complejo. Entonces, ahí entran también las redes sociales. ¿Cómo vamos a vender esto? ¿Cómo le vamos a explicar a la gente qué necesidades hay a la actualidad?

Creo que ahora el ejercicio es comunicación, proyectos, muchas ideas, pero intentar colectivizar a la gente porque de verdad si suena Abelardo de la Espriella, para nosotros creo que es muy peligroso.

SEMANA: ¿Por qué?

Lalis: Abelardo salió con la Miss Antioquia hablando de bala y entonces que no sé qué legitima eso. Si fuera un hombre de paz, seguramente saldría y dice: ‘Oye, ¿qué estás diciendo. No subas eso’.

Entonces, si ese va a ser el nivel de violencia, si ese va a ser la legitimación del paramilitarismo, porque están actuando de esa manera, pues que nos espera. Yo creo que el país ahora necesita es un discurso más tranquilo, que proponga.

SEMANA: Y mucha gente dice que creían que el petrismo estaba derrotado políticamente y el resultado del domingo muestra que no

Lalis: La gente empezó a entender esa empatía que toca con los demás sectores, las reformas estructurales tal vez no le pegan a todo el mundo, pero sí a un sector que lo ha necesitado y que es la promesa cumplida del presidente. Pero más allá de eso, yo creo que acá lo más valioso es que entendimos que lo digital y esto se conecta a lo que pasó electoralmente, podemos dar una disputa narrativa.

Entendimos y la gente entendió que hay un debate estructural y que hay que salir todos en manada. Por eso tal vez el éxito de lo electoral. Habría que hacerle una investigación académica y me encantaría hacerla.

En el caso de Wally yo creo que lleva 8 o 9 años, no recuerdo bien, creando contenido en internet y generando una legitimidad a su trabajo. Wally tiene sus formas, Wally tiene sus momentos, Wally es un referente. Entonces, la gente lo ha visto crecer, lo ha visto no cambiar de postura, que eso es indispensable.

SEMANA: Sí, usted con su celular Lalis consiguió esta votación, muchos jóvenes querrán incursionar en política a partir del celular, a partir de la creación de contenido. ¿qué consejo le da usted a todos aquellos que quieren hacer política desde lo digital?

Lalis: Ser ellos mismos, transparente, pero sobre todo yo creo que esto va a empezar a a transformarse. Entonces ya no solo es la emocionalidad, sino que va a llegar un punto en el que la gente le va a decir a usted. ‘Bueno, ¿y qué me propones?’ Sí, muy bien la crítica porque si te das cuenta todo el TikTok es crítica, crítica, crítica, crítica. ¿Y las propuestas y el cambio?

Hay que proponer, ya basta de la crítica. Entonces lo que yo le diría a los jóvenes es organicémonos, planteemos desde este lado, yo creo que nosotros tenemos algunos conocimientos que podríamos brindarles en escuelas de formación. Eso me parece precioso y las zonas populares hay que empezar a mostrar esos liderazgos.

Creo que nosotros desde nuestro conocimiento digital podemos enseñarles un poco y ellos, evidentemente, enseñarnos a nosotros cómo se hace todo esto desde desde lo territorial.

SEMANA: ¿Cómo está viendo al presidente Petro en este fin de su administración?

Lalis: Me parece que lo ha hecho bien en términos de que él le cumplió al país una promesa que fue fundamental, las reformas estructurales. El que piense que el país se cambia en 4 años, Dios mío, apaga y vámonos. Un país no se cambia en 4 años. Un país empieza la transformación desde esos 4 años.

SEMANA: ¿En qué pudo haberse equivocado el presidente en estos años?

Lalis: Nombrando personas que no coincidían ideológicamente y que no iba van a defender el proyecto como se tenía que defender. Es la primera vez que la izquierda asume la Presidencia, eso tocaba hacerlo con fuerza y con garra.

Hay cosas indefendibles como el tema de la Unidad de Gestión de Riesgo. La corrupción no puede seguir haciendo parte de estos procesos.

SEMANA: ¿Quién es Lalis, para la gente que no sabe?

Yo tengo 28 años, soy periodista, soy una maestría en gobierno y política pública, soy una joven de barrio. La mayor parte de mi vida la viví en Soacha. Viví en una zona que se llamaba Ciudad Latina. En su momento eso era potrero y yo vivía allá y las calles no estaban pavimentadas y demás.

Me metí a un colegio normalito en Soacha. Pensé en algún momento que mi vida se iba a caer en esa lógica. O sea, de verdad yo tenía el sueño de ser cajera de supermercado. No porque esté deslegitimando el trabajo que hay allí, sino porque en las dinámicas del barrio cuando tú no tienes oportunidades, cuando ves a tu mamá pues como pidiendo menudencias, yo amo las menudencias, es algo que de verdad nunca me van a quitar, y pidiendo fiado en la tienda y sobreviviendo. Yo veía a mi mamá que no recibía plato de comida, no porque no lo quisiera, porque si nos alimentaban nosotras ella no comía.

Pero pues gracias a Dios, mis papás ambos son maestros. Entonces, siempre fueron como ‘hay que estudiar, métele a esto’. Y siempre los vi aguantar mucho. El aguante de mis papás con nosotras fue maravilloso. Entonces, sale de ahí y luego empiezo a entender que la educación es importante. Entonces, me meto a estudiar, pero en la universidad pública en ese momento en Bogotá no había periodismo. Yo quería ser periodista. Entonces, lo que hago es pedir un crédito al Icetex y me pago la universidad mensualmente vendiendo dulce en Transmilenio.

Qué experiencia más maravillosa en mi vida. Con eso me pago la universidad. Estudiaba en una universidad que más o menos era de gente con posibilidades. Y no sé cuánto le den a la gente para ir a la universidad, pero a mí mis papás solo me podían dar 2.000 pesos. Había días o que comía o me movilizaba.

Tenía amigos en la Distrital y ellos me sacaban en la mitad el almuerzo porque allá les daban el almuerzo. Entendí que a través del Transmilenio podía irme a la universidad, vendiendo, devolverme y eso me daba para almorzar y para ahorrar la cuota que tenía que dar al mes. Un día prendo una cámara, empiezo a hacer videos y estoy aquí contigo.

SEMANA: Hábleme de ese día en el que usted se inventa como personaje de redes sociales.

Lalis: Estábamos en Ciudad Bolívar con mi mamá. Y estaba pasando un problema y es que las comunidades indígenas habían llegado a esa zona de Ciudad Bolívar hacía muchos años atrás y ellos tenían una problemática de hambre. Ellos vivían 45 personas en una sola casa.

Yo le digo, ¿‘Mami, y si subimos un video y pedimos a la gente que ayude’? Entonces, mi primer video en YouTube es pidiendo ayuda a la comunidad Apara que les den algunos alimentos. En 2015 más o menos.

Entonces recibe, no sé, 3.000 vistas y nos llega comida, de verdad nos llega comida, felices. Y luego en campaña 2018 empiezan a hablar de petrochavismo. Y yo decía, ‘eso no existe en términos académicos de ningún lado’. Entonces, como que me dio rabia, me frustré y cogí una cámara, mi perrita estaba acá al lado y grabé el video. Lo subí con 2 megas de internet, es decir, se demoró 8 horas y lo recuerdo muy bien, 8 horas en subir en un computador viejísimo que tenía y al día siguiente amanecí con 2 millones de vistas y el presidente lo tuiteó, en ese momento era candidato, y yo terminé diciendo, ‘¿Cómo así, Dios mío?’

SEMANA: ¿Se ha equivocado con algunos videos?

Lalis: Sí, yo creo que uno madura. Era lo que te decía al inicio. Si uno no tiene la capacidad de reconocer sus errores, creo que no vamos para ningún lado. Yo creo que injustamente nunca he acusado a nadie porque he sido muy rigurosa. Soy periodista. Entonces, finalmente uno siempre tiene que tener como esa esa dinámica de investigación muy clara. Pero sí he hecho señalamientos, yo creo que en eso me he equivocado.

SEMANA: Como en el caso del expresidente Iván Duque, en señalamientos a su cuerpo.

Lalis: Claro, yo le dije alguna vez ni ni me acuerdo qué le dije, pero hacía referencia a algo que además es una situación que pasa en la sociedad y es la gordofobia y la gordofobia es una cosa horrible de la que he sido víctima. Las personas no son por su físico. Son por sus ideas, por sus propuestas.

Bueno, finalmente yo tenía que 19 años, 18 años, bueno, ya ni me acuerdo. Pero finalmente sí creo que es un error, no podemos caer en eso. Entonces, ¿qué es lo importante? Avanzar. Entender que esto es de humanidad, es de amor, es de ideas.

SEMANA: ¿Cómo se imagina en la Cámara de Representantes? Eh, va a ser una curul de la gente de los procesos.

Lalis: Creo que debe haber una voz fuerte por Bogotá y la bancada tiene que asumir esa responsabilidad por Bogotá. Sí, claro, habrá conversaciones nacionales que habrá que hacer, pero hay que reivindicar esos procesos sociales y esa es mi intención, no es apropiarme de ningún proceso, es construirlo en colectivo.

Uno no es congresista hasta el día que se que posesiona. No me he subido al bus de ‘soy congresista’, jamás.