Notas de peso, ¿Alguien sabía que existe el efecto “yoyo”? ¡Yo no tenía ni idea!

La primera vez que me puse un pantalón ajustado sin lanzarme a la cama para apuntarlo me puse muy feliz, sentía que todo lo que estaba haciendo para perder peso estaba funcionando, ya llevaba muchos meses en el proceso, así que, sin duda, era un gran logro.  Pero esta mañana mi felicidad se convirtió en angustia porque mi pantalón no me cerró tan fácil. ¿Será que subí de peso? Fue lo primero que me pregunté. Parecía imposible porque había sido tan juiciosa como al principio del proceso, pero al pesarme los dos kilos de más estaban ahí.  Llamé a la endocrinóloga y fue entonces cuando supe que el efecto “yoyo” existía ¡buah!

De acuerdo con la Dra. María Grazia Girone, endocrinóloga, el efecto “yoyo” representa una pérdida de peso y su sucesiva recuperación como consecuencia de una dieta hipocalórica, es decir baja en calorías.  Lo que le entendí es que nuestro  organismo se va a adaptando a diferentes circunstancias, así cuando comemos menos el cuerpo lo interpreta como un momento de carestía, mejor dicho mi cuerpo dijo “Lucía me estas matando de hambre” y guardó por si acaso su reserva ¡auch!

Durante mi encuentro con ella también me mencionó otro concepto que me llamó la atención, la termogénesis, que hace referencia a la energía que el organismo gasta cada vez que recibe alimento.  Por eso es que en los momentos en que consumimos menos calorías, se frena esta producción de energía, es como si el organismo se estuviera protegiendo de no gastar más de lo necesario.  Después me dijo que este “yoyo” y la termogénesis son un efecto que no le pasa a todos, se imaginarán que internamente me dije: ¡¿Qué?! Y por qué yo ¡buah!

Una vez me recuperé del efecto de saber que tenía el efecto “yoyo” jajaja, le pregunté a la Dra. sobre la solución y me dio algunos consejos que voy a compartir con ustedes, por si a alguno le pasa lo mismo, espero que no porque es MUY frustrante.  Lo primero es tener un diario de los alimentos que estamos consumiendo como parte de nuestro plan de alimenticio, con las porciones, esto nos ayuda a ver de manera conjunta con nuestro médico si alguno de los alimentos nos puede estar jugando una mala pasada y así poder eliminarlo de nuestro plan.

Lo segundo es tener siempre presente que la proteína debe ser la protagonista de nuestro plan, según la Dra. el cuerpo humano gasta más energía cuando utiliza proteína como carne, pollo, pescado, más o menos entre el 30 y 35 %; es decir, que este tipo de proteína nos ayuda a usar más energía, a diferencia de los carbohidratos que solo utilizan el 7 %, si yo sé lo más rico, pero ya saben lo importante es que si nos podemos dar el gusto de comernos una porción pequeña y poderlo disfrutar mucho ¡mmm!

Otro de los consejos que me dio, y que por cierto me encantó y me hizo pensar mucho, fue que no hay que concentrarse solo en el peso.  Me atrevo a asegurar que la mayoría de los que estamos en un proceso de pérdida de peso vivimos pegados de la báscula, pero la realidad es que no tendría que ser así porque no estamos buscando un peso ideal, hay que pensar en cuál es el objetivo que queremos alcanzar en general, por ejemplo tener un estado de bienestar físico y emocional.  Me gustó mucho que me dijo que cambiar el peso no es solo tener un número diferente, que debía centrarte en mi propio objetivo “Lucia tu eres única” por supuesto cuando me dijo eso ¡se me aguó el ojo!

Así que hoy les digo también a los que me leen: somos ÚNICOS y por eso cada uno de nosotros debe tener su propio objetivo y plan, que por supuesto se construye de la mano de su médico.