La siesta perfecta: cuanto debe durar y a que hora tomar para mejorar la salud

El dormir es una acción muy importante en la vida de una persona y para el cuerpo, ya que cuando el organismo descansa se recupera la mente para poder continuar con las labores y desarrollar las respectivas actividades y tareas con las que se deben cumplir.

En ese sentido, el deseo de dormir llega especialmente luego de haber consumido el almuerzo, por lo que muchas personas que pueden hacerlo, suelen dormir algunos minutos luego de haber comido, pero en este punto es importante saber con exactitud cuánto tiempo es recomendable para que no afecte las demás funciones del organismo.

Dicho esto, un equipo del Centro de Investigaciones Sociales y Sanitarias, Universidad de Castilla-La Mancha, Cuenca, España, realizó un estudio publicado en la revista científica British Journal of Sports Medicine, que da cuenta de qué tan beneficioso es tomar una siesta y a qué hora hacerlo.

La investigación titulada ¿Es la siesta diurna una estrategia eficaz para mejorar el rendimiento físico y cognitivo relacionado con el deporte y reducir la fatiga? Una revisión sistemática y metanálisis de ensayos controlados aleatorios, analizó datos y comportamientos de participantes adultos (mayores de 18 años) declarados deportistas de cualquier modalidad deportiva o físicamente activos (es decir, no deportistas que practican ejercicios regularmente).

Tras el estrés y la ansiedad que pueden generar una competencia, los investigadores encontraron que una siesta puede ayudar a aliviarlo.

“Llegamos a la conclusión de que la siesta después del almuerzo de 30 a <60 minutos después de las condiciones óptimas de sueño tiene un efecto beneficioso suplementario de moderado a alto en la mejora del rendimiento físico y cognitivo y la reducción de la fatiga”, indican los investigadores.

Es importante destacar que los “hallazgos sugieren que se requiere un tiempo mínimo de 60 minutos después de despertarse de la siesta para evitar que los beneficios de la siesta se vean atenuados por la inercia del sueño”.

Además, indican, “debido a que hay menos estudios con personas privadas de sueño, no se puede hacer una recomendación firme sobre si la siesta diurna compensa la pérdida de rendimiento deportivo que resulta de la privación parcial del sueño. Estos resultados se aplican solo a hombres jóvenes de 18 a 35 años de edad e individuos físicamente activos o atletas, y la extrapolación de otras poblaciones requiere más evidencia”.

El estudio encontró que la hora más frecuente en la que las personas toman una siesta es aproximadamente a las 2 p. m., y si dura menos de 1 hora, puede favorecer el rendimiento tanto físico como mejorar el desarrollo cognitivo (mente).

Asimismo, el equipo destaca que se requiere un tiempo mínimo de 60 min desde el momento en que se despierta una persona de la siesta, para evitar que los beneficios de la siesta sobre el rendimiento deportivo se vean atenuados por la inercia del sueño, pues es natural sentir más ganas de dormir.

De igual manera, explican que, “aunque la evidencia de los estudios realizados bajo la privación parcial del sueño sugiere beneficios similares a los observados después del sueño normal, aún no se puede establecer una recomendación sólida sobre si la siesta diurna compensa la pérdida en el rendimiento deportivo que resulta de la privación parcial del sueño”.

Estudios anteriores informaron de “efectos positivos de la siesta en el rendimiento deportivo, como mejorar el rendimiento físico (por ejemplo, el salto, fuerza, carrera de sprint repetido) y cognitivo (como la atención y tiempo de reacción), reduciendo la fatiga percibida, mejorando el proceso de recuperación y contrarrestando el efecto negativo de la privación parcial del sueño sobre el rendimiento físico y cognitivo”.