SALUD
El doctor Fernando Hakim, el médico que trató a Miguel Uribe Turbay, da su primera entrevista y habla de su fe: “Uno no es Dios”
El reconocido neurólogo asegura que “para mí cada paciente vale lo mismo. Eso me lo enseñó mi padre”.

El doctor Fernando Hakim es uno de los personajes más queridos del país. El reconocido neurólogo cuidó con el cuerpo y con el alma al precandidato Miguel Uribe Turbay, tras el atentado en el parque el Golfito, en el que los disparos de un sicario, menor de edad, hirieron en la cabeza al senador del Centro Democrático.
Hakim reconoció, en entrevista con Noticias RCN, que cuando está ante un caso complejo busca estar solo. “Yo me aíslo un poquito, no leo redes ni prensa, porque para mí cada paciente vale lo mismo. Eso me lo enseñó mi padre”.
Y aseguró que “yo estudié medicina no solo para los casos fáciles, también para los difíciles”.
El médico habló de su fe y explicó que en nada es incompatible con la ciencia. “El caso difícil va de la mano de Dios”, aseguró. Y luego narró que esa relación con Dios comenzó en su casa cuando su papá, el reconocido médico Salomón Hakim, lo llevaba a misa y veía a su mamá rezar con fervor.
“Cuando entro a cirugía le pido a Dios y a San Chárbel que me guíen las manos. Y cuando las cosas se complican, vuelvo a pedir ayuda… y siento que me ayuda”.
Narró que a todos los pacientes les dice que siempre hará lo posible, pero que “por algo pasan las cosas. No tengo la respuesta de por qué un niño tiene un tumor cerebral y a veces no puede salir adelante. Pero a la gran mayoría los operamos y les va muy bien”.

El doctor Hakim aseguró que cree en este santo por su origen libanés y que cuando visitó ese país pudo conocer su casa. “Tener un libanés a quien yo le pueda pedir que me ayude... pues mejor que eso no hay”, narró.
El doctor carga siempre una medallita con el carné del hospital. “Yo tengo una conexión con él. San Chárbel dicen que es un santo que se muestra, un día iba caminando y le dije que me dejara encontrar un trébol de cuatro hojas y tengo por lo menos 15″.
También contó una experiencia que pasó el día del temblor, el día después del atentado a Miguel Uribe Turbay. Él llegó el lunes al consultorio y vio a San Chárbel caído. “Sí me ayuda”.
Luego habló de los casos que ha tenido que tratar y de las veces en que no se logran los resultados que se esperan. Y aseguró que la fe y la ciencia van siempre de la mano.
“Como la mayoría de médicos hacemos todo y más. Y uno se da cuenta: humanamente es imposible hacer más. En el hospital donde trabajo hay un grupo impresionante”, aseguró.
“Yo hago lo posible, pero no soy Dios. Cuando las cosas no salen como se esperan, es la voluntad de Dios”, dijo.
“Nosotros tratamos de aliviar a la gente, no curamos a todos los pacientes”, aclara.

De su papá dijo que aprendió a ver todos los pacientes por igual. “Mi papá hizo aportes enormes a la medicina, creó una válvula que ha salvado millones de vidas en el mundo y describió una enfermedad que se puede confundir con el Alzheimer, pero que tiene cura. Ese es su legado”, enfatizó.
De la fe que despertó el caso de Miguel Uribe Turbay dijo: “Cuando hablé ahí de San Chárbel era porque era lo que estaba sintiendo y lo hice con el corazón. No sé si eso unió al país, pero lo hizo. Los colombianos tenemos que pensar en Dios, en la espiritualidad... Todos tenemos que creer en nosotros mismos y ayudar al país desde lo que sabemos hacer. Pero también debemos caminar de la mano de Dios. Si uno lo hace, las cosas son diferentes. Así lo he sentido en mi vida y así seguiré”.