Salud mental

“Entre 80 y 90 por ciento de los suicidios se pueden prevenir”: psiquiatra explica en SEMANA cómo identificar signos de alarma

A propósito del caso de la residente de la Javeriana, la psiquiatra Laura Villamil comparte algunas pautas para evitar que se repita este escenario tan doloroso.

Redacción Salud
29 de julio de 2024
La prevalencia de depresión entre médicos es alta debido al constante grado de estrés al que están sometidos.
La prevalencia de depresión entre médicos es alta debido al constante grado de estrés al que están sometidos. | Foto: 123f

SEMANA: ¿Cómo evitar situaciones como la que se presentó con la doctora Catalina Gutiérrez, residente de la Universidad Javeriana?

Laura Villamil: La situación que se presentó con la doctora Catalina Gutiérrez, residente de cirugía de la Universidad Javeriana, resalta la importancia de la salud mental, especialmente en entornos de alta presión como el campo médico quirúrgico. Para evitar tragedias similares, es esencial crear un entorno de apoyo y estar atentos a signos de alarma en personas que podrían estar considerando el suicidio.

Los médicos pueden tener dificultades para buscar ayuda debido al estigma social, la falta de tiempo y la presión para mantener una imagen de fortaleza, explica el doctor Jorge Enrique Enciso.
El personal de salud enfrenta una serie de factores que contribuyen a una mayor incidencia de problemas de salud mental, como estrés, ansiedad y depresión. Algunos tienen que ver con altos niveles de estrés debido a la alta presión que se vive diariamente al enfrentar situaciones de vida o muerte, horarios extensos y la necesidad de tomar decisiones de forma rápida, asegura la experta. | Foto: Antonio Diaz

SEMANA: ¿Cuáles serían esos signos de alarma?

L.V.: Hablar sobre querer morir o suicidarse, Esto puede incluir comentarios directos o indirectos sobre desear estar muerto o desaparecer. Expresar una sensación de desesperanza o sentirse atrapado en una situación intolerable. Aislarse de amigos, familiares y actividades que antes disfrutaban. Cambios notables en el comportamiento, como aumento del consumo de alcohol o drogas, cambios en los patrones de sueño o alimentación, o una disminución significativa en el rendimiento en el trabajo o la escuela. Hablar de ser una carga para los demás; es decir, comentarios que sugieren que la persona siente que es un peso para los demás. Cambios drásticos en el estado de ánimo, pasando de la euforia a la tristeza o irritabilidad profunda. Hacer preparativos finales, como regalar pertenencias valiosas, escribir un testamento, o despedirse de amigos y familiares.

Si nota estos signos, es importante actuar. Hablar con la persona de manera abierta y sin juzgar, ofrecer apoyo, y, si es necesario, buscar ayuda profesional o contactar a una línea de prevención del suicidio. La intervención oportuna puede salvar vidas.

SEMANA: ¿Qué acciones preventivas se pueden tomar?

L.V: Hay que fomentar un ambiente de apoyo. Es crucial que las instituciones educativas y lugares de trabajo fomenten una cultura de apoyo donde las personas se sientan cómodas buscando ayuda. Esto también implica facilitar el acceso a servicios de salud mental y asesoramiento, y promover su uso sin estigmatización. Se debe además implementar programas de bienestar que aborden el estrés, la carga de trabajo y la salud mental. Hay que propender por educar a estudiantes y profesionales sobre los síntomas de problemas de salud mental y cómo intervenir o buscar ayuda.

SEMANA: Se habla de que uno de los signos de alarma son los cambios en la personalidad. ¿Esto cómo se manifiesta?

L.V: Los cambios en la personalidad antes de un suicidio pueden variar, pero a menudo incluyen signos de depresión, ansiedad, desesperanza. Hay algunos cambios comunes como aislamiento social, donde la persona puede evitar el contacto con amigos y familiares, y mostrar una falta de interés en actividades que antes disfrutaba. Alteraciones en los patrones de sueño, alimentación o higiene personal. La persona puede parecer más irritable, ansiosa o deprimida. Puede haber cambios abruptos de humor. Hablar sobre muerte o suicidio. Un sentimiento de desesperanza o la creencia de que nada mejorará puede ser un indicador clave. Un aumento del comportamiento de riesgo, que puede incluir comportamientos impulsivos o peligrosos, como conducir imprudentemente o participar en actividades peligrosas sin considerar las consecuencias. Todos estos signos no garantizan que una persona esté considerando el suicidio, pero pueden ser indicativos de que alguien está pasando por una crisis emocional seria.

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Tener jornadas interminables puede interferir con la vida personal y el tiempo libre, lleva a la fatiga y a la depresión. | Foto: Getty Images

SEMANA: ¿El suicidio es prevenible? ¿Hay algún tipo de estadística al respecto?

L.V: Es un problema complejo, pero en muchos casos prevenible. La Organización Mundial de la Salud estima que entre el 80% y el 90% de los suicidios se pueden prevenir. La prevención implica una combinación de educación, intervención temprana, acceso a tratamiento de salud mental y apoyo comunitario y familiar. Existen múltiples factores de riesgo, como trastornos mentales, abuso de sustancias, experiencias traumáticas y aislamiento social, pero también hay factores protectores, como relaciones interpersonales fuertes y acceso a servicios de salud mental. Es importante destacar que por cada suicidio consumado, hay muchas más personas que intentan suicidarse o piensan en hacerlo.

SEMANA: ¿Cómo la presión laboral pudo incidir en este caso?

L.V: Respecto al caso de Catalina Gutiérrez, hacer un análisis detallado es difícil, no conocemos todos los factores, además de la presión académica/laboral que la llevaron a tomar la decisión. La presión laboral puede contribuir al suicidio de varias maneras, sobre todo cuando una persona se enfrenta a un entorno de trabajo muy estresante. De la historia de Catalina conocemos que vivía en un ambiente de estrés crónico con permanentes exigencias laborales, carga laboral excesiva que desencadenó una patología mental. La falta de apoyo en la residencia, la pobre comunicación la llevó a sentirse aislada. Se advierte un pobre balance entre la vida personal y laboral. Tener jornadas interminables puede interferir con la vida personal y el tiempo libre, lleva a la fatiga y a la depresión.

SEMANA: ¿Qué efectos tienen en la salud mental los ambientes de acoso?

L.V: Los ambientes de acoso e intimidación pueden causar grandes daños emocionales. Las personas pueden sentirse desesperanzadas, desesperadas, pierden el propósito en la vida y aumenta el riesgo de depresión y suicidio. El deseo de ser perfeccionista, ya sea por deseo propio o por imposición de los docentes o el ser extremadamente autocrítico llevará a una gran presión interna por cumplir con estándares poco reales y la sensación de ser un fracasado puede apoderarse de la vida. Es fundamental que los lugares de trabajo sean saludables, amigables, respetuosos y responsables con la salud mental de los empleados.

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El personal de salud enfrenta una serie de factores que contribuyen a una mayor incidencia de problemas de salud mental, como estrés, ansiedad y depresión. | Foto: Getty Images

SEMANA: Un mito muy frecuente en este tema es que las personas que contemplan esa posibilidad no lo comentan. ¿Qué tan cierto es?

L.V.: No siempre. Aunque algunas personas que están considerando el suicidio pueden hablar del tema o mostrar señales de advertencia, como expresar sentimientos de desesperanza, hacer comentarios sobre la muerte o el suicidio, no todos lo hacen. Muchas pueden ocultar sus pensamientos o sentimientos, y no mostrar señales evidentes antes de un intento. Es importante estar atentos a cambios en el comportamiento, estado de ánimo o señales indirectas, y tomar en serio cualquier indicio de que alguien pueda estar considerando el suicidio.

Laura Villamil psiquiatra
Laura Villamil Cortés es médica especialista en salud mental, autora del libro '¿Como convivir con las emociones?'. Es miembro de la Asociación Colombiana de Psiquiatría. | Foto: Archivo personal

SEMANA: Las cifras muestran que, en el caso del personal de salud, la incidencia de enfermedades de salud mental es cinco veces mayor que en el resto de la población. ¿Por qué ocurre?

L.V.: El personal de salud enfrenta una serie de factores que contribuyen a una mayor incidencia de problemas de salud mental, como estrés, ansiedad y depresión. Algunos tienen que ver con altos niveles de estrés debido a la alta presión que se vive diariamente al enfrentar situaciones de vida o muerte, horarios extensos y la necesidad de tomar decisiones de forma rápida. Estar expuesto constantemente a pacientes enfermos o en estado terminal puede ser traumático, la falta de descanso adecuado, los turnos nocturnos pueden contribuir al agotamiento físico y mental. Algunos trabajos son poco estables, el pago no es justo e incluso puntual, en algunos casos pagan a 60 o 90 días. El hecho de dar apoyo emocional a los pacientes, a las familias y no recibir apoyo o validación puede ser desgastante para algunos médicos.