Salud
Desayunar papaya en cuadritos: 5 razones para hacerlo todos los días
Esta fruta contiene la enzima papaína, que ayuda a descomponer las proteínas y facilita la digestión.
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Danna Valeria Figueroa Rueda
Comunicadora social y periodista de la Universidad Pontificia Bolivariana, seccional Bucaramanga. Con experiencia en temas de país, particularmente política, judicial, orden público y justicia.

La papaya es una fruta fácil de conseguir, económica y con una composición nutricional que la hace ideal para empezar el día en forma sencilla: en cuadritos frescos, sola o acompañada. Incluirla en el desayuno es una práctica con beneficios asegurados para la digestión, el corazón y la vista.
Esta fruta contiene la enzima papaína, que ayuda a descomponer las proteínas y facilita la digestión. Investigaciones sobre sus propiedades terapéuticas señalan que la papaína puede aliviar síntomas digestivos como la sensación de pesadez o el estreñimiento cuando se consume dentro de una dieta equilibrada. Por eso, incluir papaya en ayunas o antes del desayuno puede ser útil para poner en marcha el sistema digestivo y mejorar el bienestar general.
Además, la papaya aporta fibra soluble e insoluble que contribuye a regular la absorción de azúcares. Esa textura fibrosa ralentiza la respuesta glucémica después de comer, lo que favorece la estabilización de los niveles de glucosa en sangre. Este efecto es especialmente relevante para personas con riesgo metabólico o que cuidan su ingesta de carbohidratos.
Aunque no reemplaza tratamientos médicos ni es una solución milagrosa, consumir papaya como parte de un desayuno equilibrado ayuda a incorporar fibra que apoya el control glucémico.
La fruta también tiene un papel importante en la salud cardiovascular. Su pulpa contiene antioxidantes como el licopeno y otros carotenoides que están asociados con un menor riesgo de enfermedades del corazón al reducir el estrés oxidativo y la inflamación.
Además, el potasio presente en la papaya contribuye a regular la presión arterial cuando se combina con una dieta baja en sodio. Incluir de manera regular dentro de la alimentación variada puede sumar a la protección del corazón.
La papaya también protege la vista gracias a pigmentos como la zeaxantina y la luteína, que tienen la función protectora en la retina. Se ha indicado que estos carotenoides filtran la luz azul dañina y están relacionados con un menor riesgo de degeneración macular asociada a la edad. Consumir esa fruta con regularidad aporta estos compuestos de manera natural, dentro de una dieta que favorece la salud visual a largo plazo.
Finalmente, la papaya es práctica, económica y está disponible todo el año en Colombia. Su producción nacional es significativa y se encuentra fácilmente en los mercados del país. Pelarla y cortarla y cortarla en cuadritos requiere pocos minutos, y se puede combinar con yogur, avena o simplemente comer sola, lo que facilita su integración en los desayunos diarios.



