Salud
Cuidado con la pérdida de audición: señales de alarma, prevención y tratamiento
Según la OMS, más del 5 % de la población mundial padece una pérdida de audición discapacitante y requiere rehabilitación.
La sordera configura un temor recurrente para las personas, sobre todo, aquellas que valoran significativamente su sentido de audición. Este padecimiento tiene múltiples causas y puede afectar tanto a jóvenes como personas mayores.
De acuerdo con información de la enciclopedia médica MedlinePlus, “existen dos tipos principales de pérdida de audición. Uno ocurre cuando hay una lesión en el oído interno o en el nervio auditivo, y el otro tipo ocurre cuando las ondas de sonido no pueden llegar al oído interno”.
Existen dos tipos principales de pérdida de audición. Uno ocurre cuando hay una lesión en el oído interno o en el nervio auditivo. Este tipo es usualmente permanente. El otro tipo ocurre cuando las ondas de sonido no pueden llegar al oído interno. Eso puede producirse por acumulación de cera o líquido o por la perforación del tímpano. Tratamiento o cirugía pueden revertir este tipo de pérdida de la audición.
En el primer caso tiende a ser un daño permanente, mientras que en el segundo puede producirse por acumulación de cera o líquido, o por la perforación del tímpano. El diagnóstico de un profesional de la salud es crucial para determinar el tratamiento.
Tendencias
MedlinePlus detalla que algunos factores que pueden derivar en la pérdida de audición incluyen:
- Antecedentes familiares.
- Enfermedades como las infecciones de oído y la meningitis.
- Trauma.
- Algunas medicinas.
- Exponerse mucho tiempo a ruidos fuertes.
- Envejecimiento.
Según la Organización Mundial de la Salud, más del 5 % de la población mundial padece una pérdida de audición discapacitante y requiere rehabilitación (entre ellos 34 millones de niños). Además, estima que para 2050 esa cifra podría superar los 700 millones (una de cada diez personas).
La OMS también expone que las personas ‘duras de oído’ suelen presentar pérdida de audición entre leve y grave. En este caso, pueden utilizar audífonos, implantes cocleares y otros dispositivos para mejorar su calidad de vida y captar los sonidos de manera aceptable.
Respecto al uso de estos dispositivos, la compañía de audífonos GAES resalta que sus beneficios son diversos y sustanciales: “por un lado, el uso de dispositivos de ayuda auditiva permite a las personas participar activamente en conversaciones, actividades sociales y eventos, fortaleciendo así sus relaciones interpersonales y reduciendo el aislamiento social. Por otro lado, estas mismas pueden tener un impacto profundamente positivo en diversos aspectos de la salud mental de los pacientes”.
El impacto sobre la salud mental y emocional es clave, pues el efecto directo en la reducción del aislamiento social contribuye en gran medida para que las personas con discapacidades auditivas no sientan impactos tan negativos en su cotidianidad por cuenta de su padecimiento.
“La pérdida de audición no tratada puede contribuir a sentimientos de aislamiento social, ansiedad y depresión. Al proporcionar ayudas auditivas efectivas, se restablece la capacidad de comunicación y participación en actividades sociales, lo que a su vez reduce los sentimientos de soledad y mejora la salud mental general. Esta mejora en el bienestar emocional no solo beneficia al individuo, sino que también puede tener efectos positivos en sus relaciones personales y su participación en la sociedad”, anota GAES.
Prevención y tratamiento
Los problemas auditivos son variados y pueden estar relacionados con múltiples causas. A menudo, las señales de alarma incluyen los siguientes síntomas, según indica MedlinePlus: dificultad para seguir conversaciones cuando dos o más personas están hablando, dificultad para oír en ambientes ruidosos, dificultad para diferenciar sonidos agudos, problemas para captar sonidos en interacciones con otras personas.
En caso de experimentar dificultades auditivas, es conveniente acudir a un profesional de la salud para efectuar los exámenes correspondientes. Mayo Clinic cita algunas opciones:
- Examen físico: El doctor examina los oídos para detectar las posibles causas de la pérdida auditiva, como un cerumen o una infección. Los problemas auditivos también pueden deberse a la forma del oído.
- Exámenes de detección: La prueba del susurro, que consiste en escuchar palabras dichas en distintos volúmenes con un oído tapado.
- Pruebas con audiómetro: Consisten en reproducir sonidos y palabras a cada oído a través de auriculares. Cada tono se repite a niveles bajos para saber cuáles son los sonidos más tenues que el paciente logra escuchar.
La OMS insiste en que es fundamental prevenir la pérdida de audición a lo largo del curso de la vida, desde periodos prenatales y perinatales hasta edades avanzadas.
“En los niños, casi el 60 % de la pérdida de audición se debe a causas evitables que pueden prevenirse aplicando medidas de salud pública. Del mismo modo, las causas más comunes de pérdida de audición en los adultos, como la exposición a sonidos fuertes y medicamentos ototóxicos, son evitables”, precisa la autoridad sanitaria.
Ahora bien, para evitar que el problema evolucione, es clave acudir oportunamente al médico para definir el tratamiento y/o programa de rehabilitación más adecuado, según el caso de cada paciente.