Salud

¿Cuándo usar un servicio de urgencias de alta complejidad? Cuatro preguntas clave para saber si se enfrenta a una emergencia

Infecciones respiratorias, dolor abdominal, diarrea, dolor de cabeza, del pecho o la espalda, y síntomas urinarios, son los motivos más frecuentes de atención en urgencias.

Redacción Salud
3 de septiembre de 2024
A partir del 1 de noviembre, 2,7 millones de colombianos deberán cambiar de EPS por las liquidaciones. Pero un juez revocó la decisión en el caso de Saludvida que tiene 1,1 millones de usuarios. | Foto: David Amado

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define como emergencias médicas aquellas circunstancias que demandan de parte de los pacientes decisiones y acciones inmediatas debido a su complejidad, ya que implican un riesgo de vida para los afectados.

Conviene recordar la definición en tiempos en que el sistema de salud colombiano atraviesa una dura crisis y, durante las últimas semanas, en diferentes regiones, se ha evidenciado una sobreocupación de servicios de urgencias en hospitales y clínicas de primer, segundo, tercer y cuarto nivel.

Las EPS le deben dineros a los centros asistenciales, El Club Noel es una de las instituciones afectadas por estos retrasos.
Los hospitales de tercer y cuarto nivel de complejidad reciben frecuentemente casos de personas con enfermedades que podrían evaluarse por consulta externa, lo que ocasiona mayor congestión y espera prolongada de otros pacientes que requieren una atención inmediata por su condición de salud. | Foto: Aymer Andrés Álvarez

En ese sentido, hay que tener en cuenta que la sostenibilidad del sistema de salud radica, en buena medida, en el uso oportuno y eficiente. Por ello, se debe conocer cuáles son los servicios que presta cada institución y, en caso de enfermedad o emergencia, acudir oportunamente al centro asistencial que corresponde, según el nivel de complejidad. Esto les permite a las instituciones priorizar la atención en los pacientes más graves y poner a su disposición especialistas idóneos.

Por ello, cuando sienta que debe acudir a un servicio de urgencias de alta complejidad, plantéese estas preguntas:

  • ¿Mi vida corre peligro?
  • ¿El dolor es insoportable?
  • ¿Mi condición de salud cambió rápidamente y me siento muy mal?
  • ¿Mi estado de salud puede esperar hasta una cita por consulta externa?

Las respuestas serán la clave para definir si es oportuno acudir a un servicio de urgencias. Los hospitales de tercer y cuarto nivel de complejidad reciben frecuentemente casos de personas con enfermedades que podrían evaluarse por consulta externa, lo que ocasiona mayor congestión y espera prolongada de otros pacientes que requieren una atención inmediata por su condición de salud.

Los hospitales están categorizados según sus capacidades de atención por niveles de complejidad, partiendo del nivel 1, con servicios médicos primarios no especializados; nivel 2, con algunos recursos especializados y remisión de pacientes; nivel 3 y 4, compuestos por diferentes especialidades y profesionales multidisciplinarios, soportados con infraestructura física y tecnológica.

La realización de chequeos y consultas rutinarias para descartar enfermedades crónicas, y reanudar cirugías son imperativos en la presente crisis sanitaria.
El objetivo es asegurar que aquellos con condiciones más críticas, reciban atención médica inmediata, mientras que los pacientes con dolencias menos graves pueden esperar un poco más. | Foto: Cortesía

Es muy común que se presenten pacientes con dolencias menos graves, lo que llevaría a que tengan tiempos de espera diferentes. El doctor Alejandro Guevara, jefe del Servicio de Urgencias de la Clínica del Country, explica: “En urgencias existe una clasificación de 1 a 5 denominada triage, utilizada para priorizar la atención de los pacientes según la gravedad de sus síntomas, los signos vitales y la urgencia de su condición médica”.

El objetivo es asegurar que aquellos con condiciones más críticas reciban atención médica inmediata, mientras que los pacientes con dolencias menos graves pueden esperar un poco más.

  • Clasificación 1 (sala de reanimación): persona muy grave.
  • Clasificación 2 (emergencia): alto riesgo de deterioro de su estado de salud.
  • Clasificación 3 (urgencia): no es grave, debe ser atendido en las primeras horas.
  • Clasificación 4 (prioritario): urgencias menores, de baja complejidad.
  • Clasificación 5 (no urgencia): no amerita atención en urgencias y puede ser evaluado por consulta externa con cita programada.

Alejandro Marín Valencia, líder de Urgencias Adultos del Hospital San Vicente Fundación Medellín, asegura que con cada paciente se realiza una clasificación según gravedad, sintomatología y tipo de padecimiento del paciente por medio del triage, para evaluar los riesgos y recursos necesarios para su atención.

“Esta clasificación se divide en cinco niveles: triage 1 y 2, para pacientes críticos, que representan el 10 % de los ingresos; triaje 3, para pacientes que necesitan atención, pero pueden esperar, estos corresponden al 50 % de los ingresos, y triaje 4 y 5, que abarcan el 40 % restante y son atendidos según la disponibilidad del personal médico”, resalta el doctor Marín.

La mayor cantidad de consultas atendidas en urgencias son motivadas por condiciones que, aunque pueden ser comunes, generan preocupación en los pacientes. | Foto: Getty

Motivos más frecuentes de atención en urgencias

La mayor cantidad de consultas atendidas en urgencias son motivadas por condiciones que, aunque pueden ser comunes, generan preocupación en los pacientes:

  1. Infección respiratoria
  2. Dolor abdominal
  3. Infección urinaria
  4. Enfermedad diarreica aguda
  5. Dolor de cabeza (cefalea)
  6. Dolor lumbar
  7. Dolor torácico
  8. Lesiones y/o fracturas.

Síntomas de alarma para buscar atención urgente

El dolor en el pecho puede deberse a varias razones, entre ellas, la acumulación de gases en el cuerpo.
Acuda a urgencia si siente dolor intenso en el pecho, especialmente si se irradia a otras partes del cuerpo, como el brazo izquierdo o la mandíbula, ya que podría ser un síntoma de un ataque cardíaco. | Foto: Getty Images
  • Pérdida repentina de la conciencia: desmayos o pérdida del conocimiento, especialmente si es repentino y no tiene causa obvia.
  • Sangrado incontrolable: hemorragias que no cesan con presión directa, o sangrado interno evidente, como vómito con sangre o deposiciones negras.
  • Dolor abdominal severo: especialmente si es súbito e intenso, y está acompañado de fiebre, vómitos persistentes o distensión.
  • Signos de accidente cerebrovascular: como debilidad súbita en un lado del cuerpo, dificultad para hablar, pérdida de visión o confusión repentina.
  • Fracturas o heridas graves: huesos rotos, dislocaciones o heridas que requieren puntos de sutura o cuidados especializados.
  • Reacciones alérgicas severas: especialmente si incluyen dificultad para respirar, hinchazón en la garganta o un sarpullido extenso.
  • Convulsiones: especialmente si es la primera vez, dura más de cinco minutos, o está acompañada de otros síntomas preocupantes.
  • Fiebre alta en bebés: fiebre en un recién nacido de menos de tres meses, o fiebre alta persistente en niños mayores acompañada de otros síntomas graves.
  • Urgencias ginecoobstétricas: hemorragias, trabajo de parto, cifras de tensión elevadas.