Alerta en Colombia por aumento de casos de enfermedad entre niños menores de 5 años, expertos explican de qué se trata realmente

En las últimas semanas, distintos departamentos del país han reportado un llamativo aumento de casos de la enfermedad de manos, pies y boca (EMPB), una infección viral que se presenta comúnmente en la infancia. La situación ha generado alarma entre padres de familia y comunidades educativas, alimentando rumores sobre un posible brote de sarampión.

Sin embargo, el Instituto Nacional de Salud (INS) de Colombia ha sido enfático al afirmar que no hay casos confirmados de sarampión ni rubéola en el país a la semana epidemiológica número nueve de 2025, y que no se han registrado contagios desde 2020.

La confusión surge debido a la similitud de algunos síntomas iniciales entre ambas enfermedades, como fiebre y erupciones cutáneas. SEMANA conversó con expertos profesionales de la salud sobre las diferencias entre ambas enfermedades y el manejo de la enfermedad de manos, pies y boca en menores de edad, la cual presenta un aumento significativo en el país.

¿Qué es la enfermedad de manos, pies y boca?

La enfermedad de manos, pies y boca es una infección viral causada principalmente por el coxsackievirus A16, un tipo de enterovirus. Afecta en su mayoría a niños menores de 5 años, aunque también puede contagiar a adultos, especialmente en ambientes en los que el contacto cercano es frecuente, como jardines infantiles, guarderías, colegios y residencias universitarias.

De acuerdo con la doctora Nelly Lecompte, pediatra y coordinadora del posgrado de Pediatría de la Universidad del Norte, “es una enfermedad viral que se caracteriza por fiebre, erupciones cutáneas en las manos y los pies, y lesiones dolorosas en la boca. Estas llagas pueden dificultar la alimentación y causar deshidratación, por lo que se debe asegurar una buena hidratación durante el curso de la enfermedad”.

La transmisión del virus se produce mediante el contacto con secreciones nasales, saliva, heces o gotas respiratorias expulsadas al toser o estornudar. También puede propagarse por contacto directo con las ampollas o superficies contaminadas. Aunque la persona es más contagiosa durante la primera semana de síntomas, el virus puede seguir presente en el cuerpo por varias semanas después.

Confusión con el sarampión

“Ambas enfermedades comienzan con fiebre y malestar general, por lo que en un primer momento pueden confundirse”, explica la doctora Lecompte. “Sin embargo, las manifestaciones en la piel son distintas. En la EMPB, las lesiones se concentran en las manos, los pies y dentro de la boca, mientras que en el sarampión el sarpullido empieza en la cara y luego se va extendiendo por todo el cuerpo. Con una buena evaluación médica es posible distinguirlas y dar el tratamiento adecuado. Además, gracias a la vacuna, tenemos en el país muy buena protección contra el sarampión”, explica la experta.

Esta diferenciación es clave para evitar diagnósticos erróneos y alarmas innecesarias. Desde el Instituto Nacional de Salud se insiste en que Colombia mantiene una buena cobertura de vacunación contra el sarampión, lo que ha permitido mantener al país libre de casos confirmados desde hace cinco años.

Aumento de casos en Colombia

La situación epidemiológica actual frente a la enfermedad de manos, pies y boca ha encendido alertas locales, en especial en regiones donde el número de casos ha crecido de manera significativa. De acuerdo con reportes de varias entidades de salud, en el Valle del Cauca, municipios como Yumbo y Tuluá han reportado más de 170 contagios confirmados en instituciones educativas. En Cali, la Secretaría de Salud del Distrito confirmó 32 casos en menores en las últimas semanas.

Por su parte, en el departamento de Caldas, la Dirección Territorial de Salud informó 390 casos acumulados hasta la semana epidemiológica 20 (11 de mayo), con una notable concentración en Manizales (226), seguida de Viterbo (65), San José (32) y Villamaría (27).

Ante este panorama, Diana Pava, directora del Instituto Nacional de Salud, da un parte de tranquilidad asegurando que ninguno de los casos está relacionado con sarampión, y que el manejo para los casos confirmados de la enfermedad de manos, pies y boca ha sido mediante el aislamiento tanto de los pacientes confirmados, así como de los sospechosos, principalmente en entornos escolares y de cuidado infantil, con el fin de limitar los contagios.

Asimismo, insiste en la intensificación de las jornadas de limpieza y desinfección en instituciones educativas, haciendo énfasis en superficies de uso común, juguetes y baños, siguiendo las recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud.

¿Qué deben hacer los padres?

Frente a esta enfermedad, que generalmente es leve y autolimitada, y tiene una duración de entre cuatro a siete días, los cuidados en casa desempeñan un papel esencial. Al no existir un tratamiento específico ni una vacuna preventiva, el manejo debe ser enfocado en aliviar el dolor y prevenir la deshidratación de los menores, dado que las llagas en la boca y garganta pueden dificultar la alimentación y la ingesta de líquidos.

La doctora Lecompte destaca que, aunque los adultos pueden contagiarse, en general presentan síntomas más leves. “Muchos adultos ya han estado expuestos previamente al virus, por lo que tienen cierta inmunidad. Pero los niños, especialmente los más pequeños, no cuentan con esa protección, lo que los hace más vulnerables”.

Como en muchas infecciones virales, la prevención de la enfermedad depende fundamentalmente de los hábitos de higiene. El lavado frecuente de manos con agua y jabón, especialmente después de ir al baño, antes de comer y después de cambiar pañales, es una medida básica, pero altamente efectiva.

De acuerdo con información aportada por Mayo Clinic a SEMANA, los padres deben mantener un aislamiento con el menor que padezca la enfermedad dado que, como se mencionó, aunque el niño es más contagioso durante la primera semana de enfermedad, el virus puede permanecer en el cuerpo durante varias semanas, incluso después de que los síntomas hayan desaparecido. Por ello, la institución recomienda mantener a los menores fuera del colegio o guardería hasta que no tengan fiebre y se hayan curado las llagas en la boca. En caso de ser un adulto enfermo, lo ideal es quedarse en casa y limitar el contacto con otras personas.

Además de estas recomendaciones, los expertos también hacen un llamado a desinfectar regularmente los objetos y superficies que los niños tocan con frecuencia, así como la implementación de rigurosos protocolos de limpieza en instituciones educativas.

Aunque es poco frecuente, el virus coxsackie puede ocasionar complicaciones más graves que afecten el cerebro, como meningitis viral o encefalitis. Por ello, si los síntomas no mejoran, empeoran o aparecen signos como confusión, se debe buscar atención médica de inmediato.