Lima, Santiago de Chile, Buenos Aires, São Paulo, Quito y ahora Bogotá. Llegó el grupo Osaka a la capital colombiana y la barra está alta. Esta es una franquicia de cocina nikke; es decir, la mezcla de la cocina peruana con la japonesa, fruto de la inmigración. Este tipo de comida resulta emocionante por la mezcla de técnicas, ingredientes y sabores, y este restaurante no se queda corto. Su carta es extensa y esto puede tener ventajas como desventajas. La primera es que el comensal puede volver varias veces y no repetir ningún plato, y la segunda es que siempre será más difícil mantener la consistencia y el control en la cocina.
El lugar, impecablemente decorado con tonos neutros, crudos y tierra donde predomina la madera, es acogedor y sofisticado al mismo tiempo. En este caso, la forma sí corresponde al contenido. Los ceviches, los tiraditos y usuzukuris abren la carta. Habría que empezar por decir que la temperatura, la calidad y el corte de los pescados son óptimos, que la presentación es muy cuidada y que el sabor es redondo; esto es, que no falta ni sobra nada. Ahora bien, por su precio, unos gramos de más no le vendrían nada mal a estas entradas. Recomendados el Osk Tataki, atún con salsa cítrica oriental, togarashi y negi; el Yuzu Shiromi, pescado blanco con salsa yuzu, gotas de limón, trébol morado y furikake; Perú, pescado blanco, emulsión de rocoto ahumado y camote crocante. Todos para repetir indefinidamente. Dentro de otro de los apartes de la carta llamada Osk Style Sushi, estamos seguros de que el Evil Eby, que consiste en unos langostinos con BBQ Osk y chalaquita sobre arroz de sushi, será uno de los bocados más pedidos. También hay makis y temakis, que aunque estuvieron bien, nos iríamos por opciones mucho más interesantes de la carta como el Peruvian Isakaya en el que se encuentran los Lettuce Wraps, que vienen con cerdo confitado al wok con salsa tausi, hongos shiitake acompañado de fideos crocantes y lechugas para armar los taquitos. En la sección de Robatayaki (la parrilla japonesa), no deje de pedir el Sakana Ishiyaki que es un sashimi de pescado blanco a la brasa con salsa pachamanquera y papas crocantes o el Niku Kabayaki, entraña de Angus sobre piedra caliente, mantequilla kabayaki y yuzu soba. La idea es compartir todo al centro de mesa para que tenga la oportunidad de deleitar varias cosas. Vale la pena probar los cocteles, diferentes y hechos con esmero. Esperamos que no bajen la guardia y ojalá los precios fueran un poco más bajos. Quedamos con ganas de probar muchas cosas y eso haremos. ¡Volveremos!
Dirección: carrera 13 No.85-25
Teléfono: (1) 631 8175
Precio promedio plato fuerte: $40.000