Entrevista
“Una reforma laboral peluqueada no es reforma”: el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, habla con SEMANA sobre lo que se avecina en el Congreso
El ministro del Trabajo, Antonio Sanguino, aseguró que el proyecto laboral está con “pronóstico reservado” en el Congreso. El Gobierno no quiere que el Senado haga ajustes al texto aprobado en la Cámara e insiste en mantener la consulta popular.


SEMANA: La reforma laboral se está discutiendo tanto en la Comisión Séptima como en la Comisión Cuarta del Senado. ¿Por qué les apuestan a dos bandos?
Antonio Sanguino: No es a dos bandos. Nosotros estamos actuando con la perspectiva de que se pueda asegurar que efectivamente haya una reforma laboral que corrija las equivocaciones de la Ley 789 de 2002 y que corrija las promesas incumplidas de esa ley. El seguro de vida de una reforma laboral y de una reforma a la salud, que también amenaza con hundirse en la Comisión Séptima, es la consulta popular. Está demostrado que sin la radicación de la primera solicitud para una consulta no hubiese resucitado el proyecto de ley o la reforma laboral que habían archivado en la Comisión Séptima.
SEMANA: Pero ustedes han mantenido el mensaje de urgencia para ambas reformas.
A.S.: No hubiese desengavetado Efraín Cepeda, que la tuvo diez semanas en su escritorio, esa apelación.
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SEMANA: ¿El mensaje de urgencia de ambas reformas puede ir en contra de la que está en la Comisión Cuarta, la que realmente le importa al Gobierno?
A.S.: Es un mensaje de interés del Gobierno nacional para que, a pesar de las instrucciones y del bloqueo institucional del Congreso, se tenga la oportunidad de reivindicarse con los trabajadores de Colombia y les dé trámite a las iniciativas; tanto la minirreforma del Partido Liberal como la reforma laboral más robusta, que venía de un proceso de discusión y de concertación en la Cámara. Nosotros estamos reiterando nuestra vocación de diálogo social. Hemos ahondado en gestos de diálogo y concertación en la reforma laboral y en la reforma a la salud, así como lo hicimos en la reforma pensional. El debate parlamentario es fundamental en toda democracia, pero no es el único; las decisiones públicas no se agotan en los estrechos marcos del Congreso. En esta discusión tiene que contar la ciudadanía, más aún si el Congreso no quiere discutir las iniciativas, como ha venido ocurriendo.

SEMANA: Menciona que la reforma a la salud está obstruida, pero lo que la obstruye es el mensaje de urgencia a la laboral. ¿Les convendría como Gobierno que la Comisión Séptima se enfoque solo en la de la salud?
A.S.: Los proyectos fueron radicados en la misma comisión. Nosotros queremos demostrarle al país nuestra vocación de diálogo y nuestro interés en que, al margen de los instrumentos, lo que el país necesita, a juicio nuestro, son esas importantes reformas sociales.
SEMANA: ¿La inclusión de preguntas sobre la salud en la consulta es un vaticinio de que puede hundirse la reforma a la salud?
A.S.: Los senadores que la hundieron la vez pasada ya lo han anunciado. Si hundieron la laboral, es más seguro que hundan la de la salud por lo que hemos conocido cómo se mueve el tema en la Comisión Séptima.
SEMANA: Usted dijo que en la Comisión Cuarta son minoría, pero en ese recinto solo hay cuatro asientos de oposición y varios partidos los han acompañado. ¿Por qué considera que no tienen los votos?
A.S.: Nosotros tenemos cinco votos seguros: los tres liberales (John Jairo Roldán, Claudia Pérez y Laura Fortich), la senadora Aída Avella, del Pacto Histórico, y Paulino Riascos, quien supondríamos que votaría con nosotros. Supongamos que Richard Fuelantala votara por nosotros; quedaríamos seis contra nueve porque los otros senadores han sido opositores al Gobierno. Pero los milagros existen.

SEMANA: Los congresistas han dicho que apoyarán la reforma para que no haya consulta.
A.S.: Sí. Pero una reforma peluqueada no es ninguna reforma.
SEMANA: ¿Quiere que la reforma laboral salga tal cual está en este momento?
A.S.: De Cámara venía un consenso muy importante, pero ellos están de nuevo revisando. En la discusión dijeron que en tercer debate pueden cambiar lo que quieran, y Bruce Mac Master está diciendo que quiere prorrogar los dominicales, festivos y horas extras para 2027, como queriendo decir que cuando Petro no esté en el poder. Nos están presentando fórmulas que están lejos de nuestras líneas rojas para la reforma laboral que merecen los trabajadores del país. Hay un problema de tiempo crítico. Si modifican el articulado, luego hay que hacer conciliación, así que hay riesgo de que se hunda o quieran pegarle una peluqueada para que no reforme nada. Por eso es que la consulta popular cobra vigencia. No podemos quedar en manos de un Congreso que ha demostrado que no tiene vocación de cambio.
SEMANA: Si la Comisión Cuarta y el Senado aprueban la reforma laboral, pues hay un consenso de que se va a aprobar, ¿retirarían la consulta popular?
A.S.: Amanecerá y veremos.
SEMANA: Lo que dicen los congresistas es que prefieren aprobar la reforma a permitir una estrategia de campaña como la consulta.
A.S.: Amanecerá y veremos. Hay unas líneas rojas que ya fueron concertadas en la Cámara, que ya veremos si son atendidas en el debate resucitado en el Senado.
SEMANA: ¿Cuáles son esos inamovibles para que “amanezca y veamos” qué va a pasar?
SEMANA: Si los 12 puntos de las preguntas sobre lo laboral se incluyen en la reforma, ¿usted retira la consulta?
A.S.: Amanecerá y veremos. Esperemos que avance la discusión. Nosotros estamos a la expectativa y en la disposición de participar en el debate y solicitarle de nuevo que el Senado tenga como un referente importante lo que viene de Cámara y las preguntas que están en la consulta.
SEMANA: ¿La consulta popular es una estrategia de campaña para 2026?
A.S.: No. Es una respuesta al bloqueo institucional en el Congreso. Acudir a la democracia participativa es un derecho y una obligación constitucional, como lo hizo en su momento Uribe con el referendo y como lo hizo Santos con el plebiscito, o como lo hizo la Alianza Verde, en cabeza de Claudia López y de Angélica Lozano, con la consulta anticorrupción.
SEMANA: Usted y otros dos ministros, Armando Benedetti y Guillermo Alfonso Jaramillo, presentaron la consulta popular 2.0. ¿Eso se constituye en un vicio de trámite?
A.S.: Estamos seguros de que no hay ningún vicio en la solicitud de un concepto. La facultad de la que gozaba el ministro Jaramillo, por designación del presidente de la república, incluye facultades legales y constitucionales. Lo que radicamos ante la Secretaría del Senado fue una solicitud de concepto y no la convocatoria a la consulta, que esa sí es competencia exclusiva del presidente.

SEMANA: El presidente está atacando a los congresistas. Esta semana, por ejemplo, se desató una disputa contra el presidente del Senado, Efraín Cepeda. ¿Eso afecta la discusión?
A.S.: No tiene por qué interferir el volumen de la discusión pública, que es de todos los lados. Lo que tienen que hacer los senadores es analizar la justeza de una consulta popular y no imponer una mordaza a la gente, porque la indignación que ha sido interpretada por el presidente de la república no es fabricada por el Gobierno. Es una reacción casi que natural de los ciudadanos a un Congreso de la República indolente con sus derechos.
SEMANA: César Gaviria publicó una dura carta contra el Gobierno. ¿Tienen votos liberales para aprobar la reforma laboral y la consulta?
A.S.: La carta no me sorprende. Él ha sido un opositor del Gobierno. El sepulturero de la reforma laboral en la Comisión Séptima es un liberal gavirista: Miguel Ángel Pinto. César Gaviria se ha opuesto a la reforma laboral. Para la consulta tenemos los votos en la plenaria porque 49 no es la mitad más uno de los 106; hubo gente que no pudo votar.
SEMANA: Algunos dicen que los temas de la consulta popular ya se encuentran en las leyes o en trámite en el Congreso. ¿Qué les responde?
A.S.: Si estuvieran en las leyes, no serían materia de discusión legislativa y parlamentaria. Por ejemplo, la jornada laboral hasta las seis de la tarde no está en ninguna ley; el pago de los dominicales y festivos al cien por ciento, tampoco; el contrato laboral para los aprendices del Sena, tampoco.
SEMANA: En esta entrevista usted ha dicho tres veces que “amanecerá y veremos”. ¿Qué se verá entonces cuando amanezca y cuándo va a amanecer? ¿Cuál es su vaticinio?
A.S.: El 20 de junio sabremos qué pasó con la reforma; está en pronóstico reservado. Para la consulta tenemos los votos y hay que esperar si el Senado se toma el tiempo de pronunciarse. O, si no, terminado el tiempo, el presidente queda habilitado para convocarla.