Política
Un hijo en ProColombia y su esposa en la Superintendencia: los escándalos que salpican a Guillermo Alfonso Jaramillo
El ministro de Salud defiende que su esposa, la superintendente delegada para prestadores de servicios, actuó conforme a la ley.
Son varios los escándalos que han salpicado al ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, por la proximidad de integrantes de su familia a otros cargos públicos dentro del Gobierno nacional.
El más reciente tiene que ver con las presuntas presiones que habría ejercido su esposa, Beatriz Gómez Consuegra, para conseguir la firma de un contrato para la compra de un buque hospital para el Amazonas.
Ese caso fue denunciado durante este fin de semana después de que se conociera la existencia de un audio en el que Gómez Consuegra le dice a la agente interventora del hospital y al asesor jurídico de este que, si no firmaban el convenio, podían perder su cargo.
Esos dos funcionarios manifestaron que el contrato no era viable financieramente y que, por tanto, no podía ser firmado. Entonces, Gómez Consuegra, quien ejerce como superintendente delegada para prestadores en la Superintendencia Nacional de Salud, les habría dicho que, si no suscribían ese acuerdo, perdían sus cargos. La agente interventora terminó siendo retirada de ese rol tras negarse a suscribirlo.
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Ese escándalo ya suscitó las reacciones del ente de vigilancia y del ministro Jaramillo. La primera de ellas señaló que “esta Superintendencia procedió conforme a la normativa vigente y de acuerdo con los procedimientos establecidos en la Resolución 2599 del 2016 para la remoción de la agente interventora de la E.S.E. Hospital San Rafael”.
Entre tanto, el ministro Jaramillo defendió que “la doctora Beatriz Gómez Consuegra no ha impartido órdenes ilegales ni arbitrarias. Su actuación como delegada de Supersalud fue legítima, enmarcada en los deberes que la Constitución y la ley se le endilgan, todo en defensa de los recursos públicos y la salud de poblaciones vulnerables”.
Hay más polémicas que han salpicado a la superintendente delegada. Por ejemplo, en noviembre de 2024, cuando Luis Carlos Leal salió de ese despacho, le pidió la renuncia protocolaria a todos los altos funcionarios de la entidad. No obstante, Gómez Consuegra no la habría presentado.
“Tal parece que la esposa de Guillermo Alfonso Jaramillo es intocable en la Superintendencia de Salud. Ante su salida, Luis Carlos Leal pidió renuncias protocolarias y ella no la pasó. Se suceden los superintendentes y la señora Gómez está atornillada a pesar de los escándalos”, comentó el representante Andrés Forero.
La sola coincidencia de los cargos de ambos ha suscitado críticas, pues Jaramillo es el encargado de la cartera de Salud que tiene a cuestas el funcionamiento del sistema en todo el país, especialmente, en un escenario de reforma a la salud y de constantes intervenciones a las EPS e IPS por parte de la Superintendencia de Salud.

Asimismo, ese ente de vigilancia en el que trabaja la esposa de Jaramillo como superintendente delegada depende del Ministerio de Salud. Ambos despachos han sido determinantes para la crisis por la que pasa el sistema de salud y en un escenario de reforma a este articulado, que está pendiente de su tercer debate en la Comisión Séptima del Senado.
Además, el hijo del ministro de Salud, Alejandro Jaramillo Gómez, fue nombrado como director de la oficina de Procolombia ubicada en Londres, Reino Unido, lo que muestra que la familia del ministro tiene incidencia en diferentes aristas del Gobierno nacional.