Saray Robayo le ganó el pulso a Dilian Francisca Toro: La U apostó por un cambio generacional y puso a Julián López en la presidencia de la Cámara

La elección de la mesa directiva de la Cámara de Representantes tuvo fuertes discusiones políticas que se tuvieron bajo reserva para no afectar la votación que ya se dio en la corporación.

Los 104 votos que obtuvo Julián López para ser el presidente de la Cámara fue el impulso de un sector del Partido de la U, que quiso dar un golpe en la mesa y mostrarle a Dilian Francisca Toro que ya no obedecen sus órdenes, porque es la gobernadora del Valle del Cauca y porque hay un cambio generacional en la colectividad.

Justamente, el sábado 19 de julio se presentó un duro enfrentamiento entre los sectores que apoyaban a López y los que querían que el presidente de la Cámara fuera Jorge Eliecer Tamayo, el ungido de Dilian Francisca Toro.

Durante una reunión que se adelantó en Bogotá, Toro intentó imponerle a la bancada a Tamayo, pero los congresistas estaban molestos por un comunicado que filtraron, en donde se afirmaba que el postulado de la colectividad sería el favorito de Toro.

Por esa razón, la reunión fue bastante tensa y la representante a la Cámara Saray Robayo, le dijo a Toro que no permitirían que ella siguiera manejando a su antojo el partido y que la decisión era apoyar a López, quien, según ella, representa una línea de pensamiento de La U.

Por esa postura se generó una discusión al interior de la bancada entre quienes apoyan y están en contra de Toro y se finalizó afirmando que todo se resolvería a voto limpio.

No obstante, el sector de Toro se dio cuenta de que López contaba con todo el respaldo político de la mayoría de La U y de otros partidos, por lo que finalmente Tamayo declinó su aspiración y radicó una carta anunciando su decisión

Con esa movida política, el camino le quedó libre a López para consolidar las mayorías y ser el nuevo presidente de la Cámara de Representantes.

No obstante, este pulso político que se dio al interior de La U podría ser la muestra de que, por lo menos en Cámara, no se están compartiendo las decisiones de las directivas que son cercanas a Dilian Francisca Toro y podría darse un nuevo golpe en la mesa de cara a las elecciones de 2026.

Por ahora, el hecho político es que el sector que no está de acuerdo con que Toro siga tomando partido en las decisiones de La U, ya tomó ventaja y le mostró a la dirección que no se dejarán imponer decisiones.