Congreso

Reforma a la salud: los planes del Gobierno Petro para controlar la Comisión Séptima del Senado y agilizar el polémico proyecto

El Gobierno Petro está impulsando el rompimiento de acuerdos para poder tramitar rápidamente esa reforma que podría naufragar en la última legislatura, pero está generando una pelea en la izquierda. La discusión en el Senado es a otro precio.

Juliana Gil Gutiérrez

Juliana Gil Gutiérrez

Periodista Semana

26 de julio de 2025, 7:05 a. m.
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Armando Benedetti y Guillermo Alfonso Jaramillo. | Foto: SEMANA

El Gobierno del presidente Gustavo Petro quiere quedarse con el control de la Comisión Séptima del Senado, donde en cuestión de días se estará debatiendo la reforma a la salud, que el mandatario busca destrabar a toda costa en el Congreso de la República.

El acuerdo político indica que ese puesto debe quedar en manos del partido Comunes, representado por el senador Omar de Jesús Restrepo Correa, pero el Ejecutivo se está moviendo para romper el acuerdo con esa colectividad, que forma parte de su coalición de Gobierno, y darle ese liderazgo a un congresista del Pacto Histórico.

A quien le quieren entregar la presidencia es al senador Ferney Silva Idrobo, quien ocupó la curul que pertenecía a la fallecida Piedad Córdoba, y la jugada tiene detrás que Silva se movería más rápido para los intereses de Petro de destrabar la reforma a la salud en cuestión de días.

El problema es que el Pacto Histórico ya ocupó la presidencia de esa Comisión cuando la cabeza de la corporación fue la senadora Martha Peralta, salpicada por el escándalo de corrupción de la UNGRD, lo que da cuenta de que el petrismo estaría intentando saltarse los acuerdos democráticos que se tenían con los congresistas, tal y como lo hizo para la presidencia de la Cámara de Representantes.

El Gobierno quiere quedarse con el control de la Comisión Séptima del Senado, donde está pendiente el tercer debate de la reforma a la salud. El Pacto Histórico está a punto de romper los acuerdos que se suscribieron para quedarse con la presidencia de esa corporación.
El Gobierno quiere quedarse con el control de la Comisión Séptima del Senado, donde está pendiente el tercer debate de la reforma a la salud. El Pacto Histórico está a punto de romper los acuerdos que se suscribieron para quedarse con la presidencia de esa corporación. | Foto: guillermo torres-semana

Desde el Gobierno están llamando uno a uno a los integrantes de la Comisión Séptima del Senado para pedirles el respaldo a Silva en la votación que se realizará esta semana. Incluso, cuentan que el mismo senador estuvo llamando a algunos legisladores para medir el pulso de los votos. El Pacto Histórico le está rompiendo los acuerdos a su aliado político de los ex-Farc, que ha votado a favor de Petro en todas las reformas.

El pulso actual se da por el tercer debate de la reforma a la salud, proyecto que está en juego, pues solo le queda esta legislatura al presidente Gustavo Petro para hacerla realidad. Y, para lograrlo, necesitan agilizar el trámite en esa corporación, porque el paso más difícil será la plenaria del Senado.

Las cargas comienzan a configurarse contra el proyecto de Petro. Sobre la mesa hay una ponencia positiva suscrita por los senadores del Pacto Histórico y del partido Comunes, los mismos que protagonizan el intento de traición del Gobierno a su bancada, y la senadora del Partido ASI, Sor Berenice Bedoya, radicó a título propio una ponencia alternativa que tiene coincidencias con la del Pacto.

Armando Benedetti. | Foto: cristian bayona

Pero la que tendrá más peso político será la ponencia alternativa que radicarán en alianza al menos ocho senadores de esa corporación, el bloque que se encargó de hundir la vieja reforma a la salud en 2024 y que sepultó la reforma laboral en 2025. Quienes están trabajando en ella ya auguran una ponencia mayoritaria entre conservadores, liberales, La U y las fuerzas cristianas del partido Mira y Colombia Justa Libres.

La jugada de mantener con vida la reforma a la salud tiene de fondo la enseñanza que les quedó del trámite de la reforma laboral, que terminó reviviendo en la plenaria del Senado y resultó siendo aprobada. Los congresistas no quieren que se repita esa historia y por eso se están uniendo para una ponencia alternativa.

Pero concretar el debate tiene otro palo en la rueda para los ministerios de Salud y del Interior, pues entre las exigencias que hay para la discusión está que se termine el control político al ministro de Hacienda, Germán Ávila, en el que él debe sustentar la viabilidad financiera de la reforma a la salud.

Guillermo Alfonso Jaramillo. | Foto: cristian bayona

Semanas atrás, Ávila acudió al recinto para leer un documento sobre las cuentas para el proyecto, con el que no respondió ni cuánto costaría la reforma ni de dónde saldrían los recursos para hacerla realidad.

Sin las cuentas de Hacienda y sin mayorías en la Comisión Séptima, al Gobierno le quedará difícil tramitar su reforma a la salud, mientras el sistema se hunde en la crisis explícita orquestada por el Ministerio de Salud.