Política
“Papa caliente” en la relación entre Colombia y Venezuela: Embajada dio asilo a perseguida de la dictadura
La abogada María Alejandra Díaz Marín solicitó protección en la Embajada en Caracas desde enero, después de liderar un recurso contra el régimen por el robo de las elecciones presidenciales de 2024.


Hay una “papa caliente” en la relación entre Colombia y Venezuela que está a punto de dificultar las relaciones bilaterales entre ambos países, asunto que ha sido uno de los temas más relevantes en política exterior para la administración de Gustavo Petro.
La Embajada de Colombia en Caracas le dio asilo político a la abogada María Alejandra Díaz Marín desde enero de este 2025, quien acudió a la delegación diplomática para pedir protección, asegurando que estaba siendo perseguida por la dictadura de Nicolás Maduro.
Ese beneficio se le concedió a Díaz Marín de forma verbal el día 13 de enero y, desde entonces, el paradero de la activista se había mantenido en secreto, hasta ahora que la líder de opinión venezolana publicó un mensaje en redes sociales contando su caso.
“En fecha 9 de enero de 2025, denuncié la persecución bajo la cual me encontraba y la situación irregular de asedio y detención temporal que sufrieron mis familiares. Permanecí escondida hasta que el día 11 de enero de 2025, y estando aún bajo la persecución de la PNB antiterrorismo, me presenté en la residencia del embajador de Colombia en Venezuela solicitando asilo diplomático frente al acoso del Gobierno nacional. Fui recibida por el propio embajador y entrevistada por el segundo secretario, quien además es el abogado asignado al caso, quien me entrevistó y dejó asentada mi petición formal y el relato correspondiente”, escribió la asilada política en su cuenta de X.
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La abogada reclama que la dictadura le otorgue un salvoconducto como gesto de amistad con la administración de Petro en Colombia, justamente en un contexto bilateral en el que ambos estados suscribieron un acuerdo para la creación de una zona binacional que, en el papel, afianza el estrecho vínculo del presidente Petro con el dictador Maduro.
El objetivo de la jurista venezolana es tener garantizado ese documento para salir de la Embajada, desplazarse hasta la frontera y solicitar protección en la frontera con Colombia.
Sin embargo, el régimen ha señalado que no tiene por qué darle un salvoconducto porque, asegura la dictadura, no hay procesos oficiales abiertos en su contra.
Entonces, la Embajada de Colombia en Caracas lleva seis meses dándole protección dentro de la residencia del embajador a un personaje incómodo para el régimen que gobierna el Palacio de Miraflores.
Díaz Marín perteneció al chavismo, pero, como otros políticos que acompañaron a Hugo Chávez, se alejó de ese sector con la radicalización de Maduro.
Ella presentó un recurso ante el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela pidiendo que se aclararan los resultados de las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, en las que la dictadura sostuvo que se había confirmado la reelección de Maduro.
Díaz Marín ha dicho que, desde entonces, comenzó la persecución en su contra. Fue el mismo embajador de Colombia en Venezuela, Milton Rengifo, quien la recibió como asilada gracias a las gestiones que realizó un exvicecanciller del Gobierno Petro desde Bogotá. SEMANA se comunicó con Rengifo, pero el diplomático se negó a dar declaraciones del caso.
Por la vía diplomática, Venezuela les ha dicho a los funcionarios colombianos que la abogada puede salir de la residencia sin que su integridad esté en riesgo.
En todo caso, no se puede negar que en otras ocasiones la dictadura ha atentado contra los opositores, rompiendo sus propios compromisos de respetar a esta población, y esos antecedentes socavan la confianza de la abogada.
“He cumplido cabalmente con mi palabra hasta el día de hoy, pues las condiciones han cambiado, a partir de la publicación del informe de la ONU sobre el patrón de persecución contra mi persona, que pudo detectarse. Verbalmente, hace dos meses también se me notificó que el Gobierno venezolano se negaba a otorgarme salvoconducto porque no existía ninguna persecución en mi contra, según ellos. Esto queda desmentido con el informe de la relatora especial para jueces y abogados de la ONU, publicado el 25 de julio de 2025, donde señala el patrón sistemático de persecución que se sigue en mí contra”, escribió Díaz Marín.
Comunicado
— María Alejandra Díaz Marín🐞🦗🦎🐝🐜 (@MariaesPueblo) August 5, 2025
En fecha 9 de enero de 2025 denuncié la persecución bajo la cual me encontraba y la situación irregular de asedio y detención temporal que sufrieron mis familiares. Permanecí escondida hasta que el día 11 de enero de 2025, y estando aún bajo la persecución de la PNB… pic.twitter.com/JriK44HdKz
Lo cierto es que el régimen de Maduro, un aliado internacional del presidente Petro, no se siente cómodo con que su socio bilateral esté dando asilo a un personaje incómodo para el oficialismo venezolano.
En todo caso, el Derecho Internacional protege a los perseguidos políticos y ahora, desde la misma residencia del embajador Rengifo, la activista envía mensajes en redes sociales pidiendo intersección de los actores internacionales para que le garanticen protección.