Nuevas denuncias de supuesto maltrato laboral en Artesanías de Colombia: “He experimentado un acoso constante por parte de ustedes, mis jefes”

Artesanías de Colombia sigue en el ojo del huracán. SEMANA conoció nuevos testimonios y pruebas de las arbitrariedades que se estarían tomando dentro de la entidad en contra de los funcionarios, quienes aseguran, bajo reserva por temor a represalias, que la gerente general Adriana Mejía Aguado y otros directivos cercanos a ella supuestamente los han maltratado laboralmente.

Esta revista conoció una de las pruebas más contundentes. Se trata de una carta de renuncia que envió una trabajadora a Mejía, en la que reitera que ya había hecho la solicitud de salir de la entidad por los malos tratos de uno de los directivos. Dice que no le habían aceptado la renuncia, porque no estaban de acuerdo con los motivos que exponía.

“Esta elección ha sido objeto de una cuidadosa reflexión y consideración, y ha sido tomada después de una profunda evaluación de mi estado actual de embarazo, debido a que he presentado múltiples amenazas de aborto y que se considera mi embarazo de alto riesgo”, dice uno de los apartados de la carta de la persona. SEMANA se abstiene de revelar algunos datos como el nombre, cargo y otros detalles del caso para evitar afectaciones a la persona.

La mujer dice que según consideración de los médicos que la han atendido por la “presión y carga laboral”, tomó la decisión de renunciar para darle prioridad al embarazo y a su estado de salud.

Sin embargo, esa renuncia tampoco habría sido aceptada, a pesar de que ya había radicado una solicitud anterior, por lo que decidió presentar una tercera carta, también en poder de esta revista.

Allí reitera su renuncia irrevocable y recuerda que ya había enviado comunicaciones anteriores que no fueron atendidas.

“Es importante destacar que, durante el mencionado período, he experimentado un acoso constante por parte de ustedes, mis jefes directos, además de presión por parte de la Subgerente Administrativa, Sara Sastoque, para entregar por escrito la renuncia que había dado verbalmente el 15 de septiembre (...) presión que culminó el 20 de septiembre cuando entregué la segunda carta”, dice el texto entregado.

Igualmente, reconoce que sus superiores le pidieron cambiar la carta de renuncia que había entregado. Otras fuentes de Artesanías de Colombia confirmaron que ese hecho sucedió.

En la carta, la mujer menciona a otros directivos, entre ellos a José Rafael Vecino, subgerente de Promoción y Generación de Oportunidades Comerciales, quien según varios testimonios de funcionarios de la entidad, es la mano derecha de la gerente Adriana Mejía. La mujer dice que él fue la persona que le pidió cambiar en varias ocasiones el contenido de la carta de renuncia.

“Con respecto a la solicitud de José Rafael Vecino, de enviarle a usted pruebas de mi viaje, como también modificar mi carta de renuncia para ser aceptada, me permito remitirlos al Código Laboral colombiano que rige a los empleados oficiales donde la carta de renuncia el 19 de septiembre es suficiente para informar mi retiro y no está sujeta a aceptación, pues no soy empleada pública como ustedes”, aseguró la mujer.

La exempleada reconoce en la comunicación que se trata de la tercera carta de renuncia y que le habían pedido cambiarla por las razones que había argumentado; sin embargo, ella se mantuvo en los reclamos y evidenciando por escrito los supuestos abusos laborales.

Esta denuncia se suma a otras ya reveladas por SEMANA anteriormente, sobre lo que está ocurriendo en Artesanías de Colombia. Varios funcionarios han dicho, fuera de micrófonos, que el ambiente no es el mejor y que los malos tratos son una constante, comenzando por la cabeza de la entidad, Adriana Mejía, quien es una acérrima petrista y cercana a la familia presidencial, especialmente a la primera dama Verónica Alcocer.

Mejía también fue mencionada en la Fiscalía por Nicolás Petro de supuestamente haber transportado dinero en efectivo para la campaña de Alcocer y el representante a la Cámara Agmeth Escaf.

A eso se le suma que su gestión no ha sido la mejor y desde el sector de las artesanías están molestos con la politización de la entidad.