Política
“No estoy mal casada”: Adelina Guerrero defiende a su esposo, el ministro Armando Benedetti, y les habló a quienes “lo odian”
Guerrero respondió varias preguntas de Benedetti en un video.
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Adelina Guerrero, la esposa de Armando Benedetti, defendió al hoy ministro del Interior. Lo hizo a través de una breve entrevista que él le grabó y divulgó en sus redes sociales, en las que ella, quien ha mantenido un bajo perfil con la prensa, contó detalles de la personalidad del jefe de la política del gobierno del presidente Gustavo Petro.
Benedetti tituló la entrevista Preguntas con Adelina, mi esposa, y puso de portada en el video la fotografía del momento en el que él la llevó al altar. Ella de blanco y vestido largo, y él de saco y corbata, saliendo de la iglesia.

“¿Usted no piensa que está mal casada?”, le preguntó Benedetti a Guerrero con su estilo costeño.
Ella, sin dudarlo, le respondió con una sonrisa en su rostro: “Para nada pienso que estoy mal casada”.
Benedetti, quien no se calla nada, añadió: “Yo sí creo que estás mal casada”.
“No, yo no pienso que esté mal casada”, reafirmó ella.
El ministro del Interior le pidió a su esposa que les enviara un mensaje a las personas que, según él, lo odian.
“Les digo que se están perdiendo del ser humano más espectacular y más bacano que hay”, afirmó ella.
“¿Qué es lo más corroncho que tiene Benedetti”, le preguntó nuevamente el ministro a su esposa. “¿Lo más corroncho? No sé. Tiene bastante de corroncho. Los tatuajes”, confesó Adelina Guerrero.
Al final, el hoy funcionario le pidió que les hablara a las seguidoras “que se pelean por Benedetti”.
“Que ya está cogido”, respondió la mujer.
La relación de pareja entre Armando Benedetti y Adelina Guerrero es ampliamente conocida en el país porque, aunque viven juntos desde hace varios años, han enfrentado varios altibajos y escándalos que ambos decidieron dejar atrás para seguir adelante.
Guerrero es una defensora acérrima de Benedetti. Y ha tenido que enfrentar varios episodios judiciales del hoy ministro del Interior, como el ocurrido la semana pasada, cuando la magistrada de la Corte Suprema, Cristina Lombana, junto con un grupo de funcionarios judiciales, allanó la vivienda del jefe de la política en Barranquilla.

Guerrero Covo estuvo presente y, según ella, fue testigo de los supuestos desmanes que se cometieron durante el operativo.
Ella, por ejemplo, contó en sus redes sociales que el 11 de noviembre de 2025, cuando se adelantó el allanamiento, alcanzó a tomarle una fotografía al personal judicial que visitó el predio. “Y la magistrada [Lombana], al darse cuenta, me empezó a increpar. Me exigió el teléfono y me dijo que no podía llamar a nadie”, narró.
“Me dijo que me callara y me sentara allá. Le respondí que me sentaba donde yo quisiera. Me trató de manera denigrante y con desprecio”, sostuvo Guerrero, quien aseguró que fue escoltada por una agente fuertemente armada “como si fuera una delincuente”.
Y siguió: “Le dijo al abogado que se podía quedar en la diligencia y que me tenía que mantener calladita. Ella me trató de una manera denigrante y menospreciante. Como ella es una magistrada a la que uno no puede decirle nada ni contestarle, yo sentí que todo el tiempo me estaba provocando. Empezó a hacerme preguntas y me amenazó que si yo le respondía mal me metería 30 días a la cárcel”.
