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Miguel Uribe Londoño: así se concretó su precandidatura en el Centro Democrático. Cena en Rionegro, reunión de urgencia y discusión de horas con Uribe
Regresa a la arena política como precandidato presidencial, a sus 72 años, enarbolando las banderas de su hijo Miguel Uribe Turbay, asesinado tras ser víctima de un atentado el pasado 7 de junio. SEMANA revela cómo se cocinó su aspiración.

La libertad del expresidente Álvaro Uribe Vélez, en medio de la condena en primera instancia por soborno y fraude procesal, aceleró la escogencia del candidato único del Centro Democrático. De paso, la definición sobre quién podría tomar las banderas del exprecandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, quien murió el pasado 11 de agosto tras ser víctima de un atentado el 7 de junio en el occidente de Bogotá.
Este viernes, el Centro Democrático confirmó la participación de Miguel Uribe Londoño, el padre del joven senador asesinado, como quinto precandidato presidencial del partido, una noticia que no generó mayor sorpresa y que empezó a tomar fuerza desde el pasado 13 de agosto, cuando el país presenció por televisión las exequias de Uribe Turbay.
“Tenemos una oportunidad única de frenar esta locura el próximo año. No la desaprovechemos”, propuso su padre desde el atrio de la Catedral Primada, en Bogotá.

Uribe Londoño no tenía en sus planes retornar a la arena política, de la que partió hace más de dos décadas, cuando gerenció la campaña del precandidato presidencial Francisco Santos en el Centro Democrático.
En la noche del martes 12 de agosto, un día antes de enterrar a su hijo, Miguel (papá) se encerró en la oficina vacía del entonces senador y digitó el discurso que leyó en el sepelio y que se convirtió, sin contemplarlo, en la puerta de retorno a la vida política. No tenía, hasta ese momento, intenciones de ser el protagonista.
En cambio, sí veía necesario que las banderas de su único descendiente no murieran con él. Su discurso desgarrador, pronunciado desde lo más profundo de su corazón y con una fuerte dosis de realidad del país, despertó la solidaridad de los colombianos.
Empresarios, viejos amigos de la política y hoy congresistas, empezaron a llamarlo y le plantearon la posibilidad de que él tomara con sus propias manos el legado de Miguel Uribe Turbay. Más allá de ser su padre, era su consejero político, su analista preferido y su más fiel admirador. Uribe Londoño veía en su hijo la imagen del político que él no fue.

Esta semana, Uribe Londoño recibió en Bogotá a Jerónimo Uribe Moreno, el hijo menor del expresidente Álvaro Uribe. El encuentro ocurrió el miércoles 20 de agosto. Recordaron durante más de una hora a Uribe Turbay, se refirieron al dolor que le significó a Álvaro Uribe el fallecimiento del joven político, la situación del país y lo que vendrá en el 2026.
Al día siguiente, jueves 21 de agosto, Miguel Uribe Londoño viajó hasta Rionegro, Antioquia, y se reunió con Álvaro Uribe Vélez en la finca del expresidente. Llegó acompañado de su esposa Delia Jaramillo Hoyos (a quien conoció hace 29 años) y el empresario antioqueño Manuel Santiago Mejía. El expresidente, ya en libertad, los recibió y dialogaron durante varias horas. Del encuentro, casi en secreto, no hubo fotografías.
SEMANA conoció que esa noche fue decisiva. Uribe Londoño le manifestó a Álvaro Uribe Vélez su voluntad de tomar las banderas de su hijo, representar a la familia de Miguel Uribe Turbay y ser precandidato presidencial.
La decisión la tomó, según él, avalado por la viuda de su hijo, María Claudia Tarazona, quien viajó a Estados Unidos desde hace una semana y quiere seguir alejada de la política, y la hermana de su primogénito, María Carolina Hoyos. El expresidente Álvaro Uribe vio con buenos ojos la decisión de Uribe Londoño porque más allá de ser el padre del senador asesinado por la violencia, a quien llama un “mártir”, fue integrante de los fundadores del Centro Democrático y hoy milita en esa colectividad.

No obstante, una fuente de alto nivel le confirmó a SEMANA que el expresidente le preguntó al padre del senador si estaba totalmente convencido de su decisión. Al fin y al cabo, la violencia le arrebató a su hijo y hoy, como precandidato, tendrá que enfrentarse, lamentablemente, a igual peligro. La decisión fue meditada y consultada con su esposa, Delia Jaramillo Hoyos, con quien tienen una vida tranquila y alejada de ruidos.
Álvaro Uribe no se comprometió con Miguel Uribe Londoño ese jueves. De inmediato, convocó a todos los precandidatos presidenciales a una reunión de última hora este viernes 22 de agosto y los puso democráticamente a decidir. Y así ocurrió. Llegaron hasta su finca en Rionegro los precandidatos María Fernanda Cabal, Paloma Valencia y Andrés Guerra. Paola Holguín se excusó porque estaba en Barranquilla en un foro de la Asociación Nacional de Empresas Generadoras de Energía, pero estuvo presente virtualmente y celebró el aterrizaje del padre de Miguel Uribe Turbay en la contienda interna del partido.
También hizo presencia el director del Centro Democrático, Gabriel Jaime Vallejo, y los voceros de la Cámara, Andrés Forero –amigo personal de Miguel Uribe Turbay– y del Senado, Carlos Meisel. Al encuentro, que inició a las 8:30 a. m. y se extendió hasta el mediodía, no asistió Miguel Uribe Londoño, pero fue el plato fuerte de la conversación.
Hablaron de las reglas de juego de la competencia interna y se expidió un comunicado de prensa en el que todos coincidieron y aplaudieron el aterrizaje de la nueva figura política. Establecieron que el partido escogerá al candidato único a la Presidencia entre diciembre de 2025 y enero de 2026 a través de una encuesta con una firma internacional. Aunque no lo dice el comunicado, será AtlasIntel.

SEMANA conoció que la firma tiene el visto bueno de varios de los precandidatos, pero genera ruido en un sector del Centro Democrático porque no es revisada por el Consejo Nacional Electoral en Colombia y circula el rumor de que podría, eventualmente, favorecer a una de las candidatas. Se desconoce si el aterrizaje de Miguel Uribe Londoño pondrá nuevamente el tema sobre la mesa porque él, aunque es un hombre maduro y paciente, tiene kilómetros de distancia en la política y no está dispuesto a competir en desventaja.
El comunicado del Centro Democrático dice que la escogencia del candidato será entre diciembre y enero del próximo año, pero lo más factible es que la fecha se adelante. El 8 de diciembre de 2025 se cierran las inscripciones para los candidatos al Senado por parte de la Registraduría y lo más probable es que quienes pierdan la consulta interna no puedan lanzarse al Congreso.
Un líder importante del Centro Democrático, quien pidió reserva de su identidad, le contó a este medio que tal y como están las cosas, no está descartado que de los cinco precandidatos a la Presidencia que hoy compiten por la candidatura única, solo lleguen dos hasta la recta final, entre ellos, Miguel Uribe Londoño.

El nuevo competidor tiene el apellido Uribe, el mismo del expresidente Álvaro Uribe Vélez, y el asesinato de su hijo ha despertado la solidaridad de los colombianos y un reconocimiento en el país. Como si fuera poco, su primogénito fue el senador más votado del uribismo en 2022, con 221.233 votos, y la más reciente encuesta de Guarumo y EcoAnalítica, adelantada entre el 1.° y 5 de julio de 2025, ubicó a Miguel Uribe Turbay, mientras luchaba por su vida, con una intención de voto del 13,7 por ciento, seguido de Vicky Dávila, quien obtuvo un 11,5 por ciento, y Gustavo Bolívar, con un 10,5 por ciento.
Además, Miguel Uribe Turbay, antes de morir, tenía el respaldo político de buena parte de los senadores y representantes del Centro Democrático, excepto de los representantes Juan Espinal, que empuja la aspiración presidencial de Paola Holguín, y Cristián Garcés, quien apoya a María Fernanda Cabal. Se desconoce si, tras el fallecimiento del precandidato presidencial, los parlamentarios, que son los que tienen los votos en las regiones, extiendan su respaldo a Uribe Londoño.
Miguel (papá) tiene una oportunidad política interesante hoy, pero se desconoce si la euforia y solidaridad que despierta su nombre, tras lo ocurrido con su hijo, permanezca hasta diciembre, cuando el Centro Democrático escogerá a su candidato único. O, hasta marzo, cuando quien gane se mida en una consulta interpartidista con los candidatos de la centroderecha, donde se escogerá a la figura que le competirá al petrismo en mayo de 2026.
Mientras tanto, Miguel Uribe Londoño, abogado, economista y político antioqueño, seguirá de la mano de Álvaro Uribe. Este sábado lo acompañará durante su visita a la tumba de su hijo en el Cementerio Central de Bogotá, ya que el expresidente no pudo asistir al sepelio porque estaba privado de su libertad. Después asistirán al parque El Golfito, donde atentaron contra Uribe Turbay.
Este domingo, a las 9:00 a. m., el sucesor del exsenador Miguel Uribe hará su debut como precandidato en un foro virtual sobre la lucha contra la corrupción, donde solo participarán los competidores por el Centro Democrático. Y a las 7:00 p. m. participará en un conversatorio sobre el sistema de salud en Colombia organizado por el Nuevo Liberalismo, al cual asistirán varios precandidatos.
En política nada está escrito. Quienes piensan que Uribe Londoño tiene 72 años y estará limitado para hacer proselitismo, como lo haría cualquier otro candidato más joven, olvidan que Rodolfo Hernández, con 78 años, casi se convierte en presidente porque le faltaron menos de 800.000 votos para superar a Gustavo Petro.