Política
Los secretos desconocidos de cómo se revivió la reforma a la salud: el congresista Jorge Tovar cuenta por qué cambió de parecer
SEMANA conoció los momentos previos a la decisión que destrabó el proyecto bandera del gobierno de Gustavo Petro.

Luego de semanas de fuertes desacuerdos en la mesa directiva de la Cámara de Representantes, Jorge Tovar Vélez, primer vicepresidente de la corporación y congresista por una de las curules de paz, aportó su firma para, por fin, destrabar el debate de la reforma a la salud.
Según el reglamento, dos de los tres directivos de la mesa deberán firmar el orden del día para que este sea legal. Por varios días, tanto Tovar como Lina María Garrido, segunda vicepresidenta, dejaron solo a Jaime Raúl Salamanca, presidente de la Cámara, en su intención de agendar el proyecto del Gobierno nacional.
Tovar y Garrido coincidían en una razón por la que no se podía reanudar el debate: Guillermo Alfonso Jaramillo, ministro de Salud, no había cumplido con las órdenes de la Corte Constitucional para pagar presupuestos máximos vencidos a la EPS y llamar a mesas técnicas para ajustar la Unidad de Pago por Capitación (UPC).
Pero el pasado viernes, el Ministerio de Salud anunció la creación de la mesa de trabajo, así como en días anteriores comenzó, de forma parcial, el pago de los presupuestos máximos de 2022, que se le adeudan a las aseguradoras.
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SEMANA conoció que, previo a la decisión de Tovar, hubo acercamientos de Armando Benedetti, nuevo ministro del Interior; insistencia del presidente de la Cámara de Representantes, reflexión sobre las acciones del ministro de Salud, y un acuerdo por priorizar otros proyectos, con el fin de ceder en el agendamiento de la reforma.
Todo comenzó la semana pasada, que fue clave para sacar adelante proyectos de iniciativa parlamentaria en la Cámara de Representantes.

Esta semana, Tovar fue convocado a una reunión con Armando Benedetti, en la que junto a él se encontraban más de 25 representantes a la Cámara.
“En esa reunión duré diez minutos, salí muy molesto. Se molestaron conmigo. Estaban más de 25 representantes y voceros de partidos. Querían poner el tema de la reforma a la salud. Dije que ahí no tenía nada qué hacer. Mi posición es la misma. O le cumple el Ministerio de Salud a la Corte, o yo no estoy dispuesto a discutir este tema. Menos en una reunión con presencia del Gobierno”, manifestó.
Luego, el viernes, se enteró sobre los avances del cumplimiento del Ministerio de Salud, que es precisamente lo que pidió para darle vía libre al debate.
“Yo siempre dije que, una vez el ministro de Salud empezara a cumplirle a la Corte Constitucional, pues yo estaba dispuesto a que se continuara con el debate. Además, fueron tres semanas que alcanzamos a sacar varios proyectos, que por lo menos, para mí, son igual o inclusive más importantes que los presentados por el Gobierno”, dijo.
Con eso, Tovar quiso enviar un mensaje al país y a la Casa de Nariño: “Los tiempos de discusión de los proyectos en la Cámara, por lo menos mientras haga parte de la mesa directiva, los concertamos entre la mesa directiva y los congresistas. No con el Gobierno”.
Y como su principal reparo era el incumplimiento a las órdenes de la Corte Constitucional, Tovar accedió a reunirse en la noche del pasado lunes, 3 de marzo, con Salamanca, con el fin de llegar a un acuerdo en torno a la firma del orden del día.
“Le dije al presidente que me quedé sin argumentos, pero existe un proyecto muy importante, que es la ampliación de los municipios PDET. Falta por votar una parte del proyecto. Le dije que debíamos finalizar el proyecto, que quedó abierto la semana pasada, y que la plenaria de la Cámara tome la mejor decisión”, sostuvo, en conversación con SEMANA.
Y efectivamente, antes de la reforma a la salud, en el orden del día está agendado el proyecto sobre los municipios PDET, que fue el compromiso con Tovar.
“Yo no voto la reforma. No la he votado. La he votado negativa, la seguiré votando negativa. Eso será decisión de la plenaria”, expresó.
Frente al ministro del Interior, Tovar concluyó que no tendrá problemas en reunirse con él, pero no permitirá que “Benedetti ni nadie del Gobierno pretenda imponer los tiempos en las discusiones de la Cámara de Representantes”.
El Gobierno logró destrabar la reforma a la salud, que empezó el año obstaculizada por quienes no están de acuerdo con el proyecto. Ahora se seguirán votando los artículos en una corporación en la que la Casa de Nariño parece tener la sartén por el mango.