Luis Gilberto Murillo quiso lavarse las manos y culpar a Petro por querer nombrar a Daniel Mendoza como embajador

Este 17 de diciembre, el canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, reveló que fue él quien, en primer lugar, advirtió al presidente Gustavo Petro sobre la “inviabilidad” del nombramiento de Daniel Mendoza como embajador de Colombia en Tailandia.

Murillo, quien se encontraba en San Andrés participando en la Cumbre de Pueblos Afrodescendientes del Caribe Occidental, explicó que, al conocer la reacción de diversos sectores respecto a la designación de Mendoza, fue inmediato en manifestar sus reservas.

“Cuando nosotros vimos esa reacción, yo fui el primero en decirle al presidente Petro: inviable. A todos los funcionarios del Gobierno que me contactaron les dije, es inviable”, afirmó el canciller.

El funcionario detalló que, aunque se puede estar de acuerdo o no con las declaraciones de Mendoza, estas fueron cuestionadas por algunos miembros del Gobierno, especialmente en lo que respecta a temas sensibles relacionados con las mujeres.

En su opinión, la controversia generada por sus declaraciones hacía que el nombramiento fuera insostenible. “Lo que se dijo es interpretado por unas personas de nuestro propio Gobierno, que era un tema muy complejo con las mujeres, es inviable”, agregó Murillo.

Así mismo, el canciller recordó que Mendoza, en su momento, le solicitó su opinión sobre el nombramiento. Murillo le respondió de manera directa: “Su nombramiento es inviable, esa es mi posición como canciller; ahora, esta es una decisión del presidente, esa no es mía”. Según Murillo, tras escuchar su posición, Mendoza “hizo su análisis” y, finalmente, retiró su candidatura para el cargo.

La designación de Daniel Mendoza Leal, conocido por ser el creador de la serie Matarife, como embajador de Colombia en Tailandia, desató una tormenta política, debido a los comentarios controversiales que había hecho en sus redes sociales años atrás sobre las mujeres y otros temas sensibles.

Su nombramiento, anunciado el 12 de diciembre, fue confirmado por la Casa de Nariño, que informó que la Cancillería había solicitado el beneplácito al Gobierno tailandés, que debía decidir si aceptaba o no a Mendoza Leal en el cargo.

El 14 de diciembre, el propio Mendoza Leal publicó un video en sus redes sociales en el que confirmaba que el Gobierno de Tailandia le había otorgado el beneplácito para asumir la embajada de Colombia en ese país.

A pesar de este aval internacional, la controversia política no cesó. El presidente Gustavo Petro defendió con firmeza la designación, pero ante la creciente oposición interna, que incluía a sectores del propio Gobierno, Mendoza Leal decidió finalmente rechazar el nombramiento.

El propio Mendoza calificó la situación como un “tsunami” en Colombia, aludiendo a la avalancha de críticas y rechazo que su designación generó, tanto en la opinión pública como dentro de los círculos políticos del país. Así, lo que inicialmente se presentó como un nombramiento diplomático, se transformó en un episodio de profundas divisiones políticas.