Política
Laura Sarabia, la escudera de Petro desde campaña, se retira del Gobierno: “Se va la que no debió estar”
La funcionaria presentó su carta de renuncia a la Cancillería después de días de enfrentamientos con el jefe de despacho, Alfredo Saade, por la cuestión de los pasaportes.

La renuncia de Laura Sarabia a la Cancillería dejó en evidencia una vez más la gran fisura que hay al interior del Gobierno de Gustavo Petro y despertó reacciones porque se trata de una de las pocas funcionarias que conoce los secretos del mandatario.
“Se va Laura Sarabia. No tenía otro camino. Saade gana la batalla. Ella era un polo a tierra. La última mohicana?“, comentó el exsenador Humberto de la Calle, recordando la batalla que tuvo la excanciller con el pastor Alfredo Saade, quien acaba de llegar a la Casa de Nariño como jefe de despacho.
Sarabia tuvo varios enfrentamientos con los políticos más poderosos del círculo del presidente, como el ministro del Interior Armando Benedetti, pero la última de sus batallas contra el Saade por el tema de los pasaportes sentenció su salida del Ministerio de Relaciones Exteriores.
“Se va la que no debió estar. Ahora saldrán algunos a defender a la dueña de los más grandes secretos del gobierno. El tiempo dirá muchas verdades y prenderá muchos ventiladores”, consideró el senador Germán Blanco.
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La excanciller quería firmar una nueva prórroga con Thomas Greg & Sons para la producción de pasaportes en el país, mientras que Saade buscaba mantener el modelo que propuso el excanciller Luis Gilberto Murillo en el que Portugal iba a capacitar a la Imprenta Nacional para encargarse de la producción.
Ambos estaban hablándole al oído al presidente Petro sobre ese asunto hasta que la visión de Saade, quien se presenta como un pastor cristiano y ha tenido varios contratos durante este Gobierno, terminó imponiéndose en la guerra interna en Palacio.
“Desde el día 1, destrabamos cosas juntas y, con su llegada a la cancillería, conseguí una interlocutora para los temas de Viena. Gracias mil y buen viento y buena mar”, comentó la embajadora Laura Gil.
En su carta de renuncia Sarabia aseguró que se vio obligada a tomar decisiones que no comparte y por respeto institucional no puede acompañar. Justamente, ella advirtió hasta el último momento de su gestión sobre las graves consecuencias que podrían generarse para los colombianos si la responsabilidad de la producción de esos documentos queda en manos de la Imprenta Nacional.
“Laura Sarabia renuncia a su cargo después del maltrato de Petro, el desprecio e insulto de Benedetti y la desautorización de Saade. ‘Cuidar al otro’ con el silencio como afirma Laura es exponer al país al ocultamiento de la verdad que todos merecemos conocer. El silencio no es cuidar a nadie, es traicionar la constitución y la Ley”, comentó la senadora María Fernanda Cabal.
— Laura Sarabia (@laurisarabia) July 3, 2025
Con la salida de Laura Sarabia la tarea de liderar las relaciones internacionales del país vuelve a quedar sin doliente. Por ese despacho ya pasaron Álvaro Leyva y Luis Gilberto Murillo, ambos también salpicados por polémicas, y el paso al costado de la canciller pone al Gobierno en riesgo, además, de incumplir con la cuota femenina que la ley exige tener en el sector pública