Política

“La UNGRD se reformará”: Carlos Carrillo le confirmó a SEMANA que Petro alista la reestructuración de la entidad tras escándalo de corrupción

Carlos Carrillo, director de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, le confirmó a SEMANA que el presidente Gustavo Petro tiene intenciones de reformar la entidad, a raíz del escándalo de corrupción. Estos son los detalles.

Redacción Semana
10 de agosto de 2024
Carlos Carrillo, director de la UNGRD. | Foto: GUILLERMO TORRES REINA / SEMANA

SEMANA: Completa cinco meses al frente de la UNGRD. ¿Qué tanto se ha logrado depurar la entidad?

C.C.: Dije que iba a sacar a los mercaderes del templo. Es un poco lo que he venido haciendo, pero hay procesos que son lentos. Ejemplo: los contratistas. La UNGRD tiene muchos cargos de libre nombramiento y remoción, y es algo problemático. Hay más de 1.200 contratistas y hay diez cargos de libre nombramiento más el conductor. Es insuficiente. Estos contratistas firman su contrato con la Fiduprevisora y eso genera unas demoras complejas: casi en todas las ocasiones devuelven los contratos, los demoran, les ponen peros, mientras que los de Roger Pastas, a quien le compraron los carrotanques de La Guajira, sí pasaron incólumes.

SEMANA: ¿Es hora de reestructurar la UNGRD?

C.C.: Sí, es una decisión que le compete al presidente y no a mí como director, pero es hora de abrir la discusión sobre cuál va a ser el futuro de la unidad. Quiero subrayar en negrita la importancia de preservar el sistema nacional de gestión del riesgo, del cual la unidad es su cabeza.

SEMANA: Tras el escándalo de corrupción, hay sectores que creen que la entidad debe ser liquidada.

C.C.: La liquidación, por supuesto, es una opción, es una potestad del presidente Petro, quien puede liquidar, fusionar o reestructurar entidades sin pasar por el Congreso. Lo puede hacer por decreto. Sin embargo, si se liquida la unidad, deja acéfalo el sistema.

SEMANA: ¿Ya habló con el presidente acerca de la necesidad de reestructurar la UNGRD?

C.C.: Sí, hemos hablado del tema. En este momento estoy empezando a conformar equipos para estudiar propuestas de reformas, es un tema muy técnico.

SEMANA: ¿A Petro le sonó la idea?

C.C.: Sí, el presidente, como todos los colombianos, tiene una enorme preocupación por el futuro de la entidad, y tenemos que garantizar que lo lamentable que sucedió no se repita.

Sede de la UNGRD. | Foto: Guillermo Torres Reina

SEMANA: ¿Cómo sería la reforma?

C.C.: Es un proceso muy técnico. Las reformas a las estructuras del Estado tienen limitaciones. Lo primero es decidir si se presenta o no ante el Congreso. Para nadie es secreto que este Congreso es mayoritariamente hostil al Gobierno. Es el presidente quien decide. Si me pregunta cuál es el camino, es fortalecer la gestión del riesgo. Las facultades extraordinarias que da la ley tienen que conservarse o, de lo contrario, es imposible atender una emergencia.

Una catástrofe no se enfrenta con licitaciones. La pregunta es hasta dónde ha servido tener restricciones en la contratación pública. La Ley 80 no ha evitado que se roben la plata. Hay que ampliar la planta de la entidad, sea la que sea, llámese como se llame, tiene que ser una entidad técnica, cualificada, con empleados de planta. Hoy, la UNGRD solo tiene un ingeniero de planta, los demás son provisionales y contratistas.

SEMANA: ¿Cuándo se presentará dicha reforma?

C.C.: Hay una evidente urgencia de tomar decisiones, hay una deuda con el país por lo que pasó, el presidente ha asumido su responsabilidad política, les ha pedido perdón a los colombianos. Y no solo se trata de anunciar el perdón, también de tomar acciones y eso implica decidir sobre el futuro de la entidad.

SEMANA: ¿Qué tanto queda del rastro de Olmedo López y Sneyder Pinilla en la unidad?

C.C.: No he escuchado que Olmedo y Sneyder, aparte de algunas acusaciones contra el subdirector de conocimiento, hablen de alguien más. Dudo que solamente dos o tres personas hayan podido saquear la entidad como lo hicieron. Eso requiere del concurso de decenas de contratistas y directivos. Esa organización criminal que esos bandidos construyeron debe conocerse a través de los principios de oportunidad que están buscando. De Olmedo quedan algunos contratistas, uno se va dando cuenta, no siempre es fácil acabar con un contrato, algunos no quieren hacerlo y quieren atornillarse. Ha sido muy difícil.

Carlos Carrillo director de la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo
Carlos Carrillo director de la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo | Foto: Presidencia

SEMANA: El contralor advirtió que su ejecución es del 0,96 por ciento. ¿Qué le responde?

C.C.: Celebro que los organismos de control investiguen, hagan alertas, estoy pendiente de reunirme con el contralor para ponerme a su disposición. La UNGRD tiene un esquema de contratación distinto a las demás entidades del Estado. Usted no puede medir –puede hacerlo, pero no tiene sentido– el índice de ejecución de acuerdo con las cifras que aparecen en el sistema de las demás entidades porque la UNGRD tiene un fondo nacional de gestión del riesgo.

Allí no existe el principio de anualidad, es un fondo, es una caja de ahorros. El presupuesto de 2024 es de 650.000 millones que van al fondo, desde el primero de enero hasta el 31 de julio la entidad ha pagado 607.000 millones de pesos. Si usted midiera la ejecución comparando el dinero que recibe con el que paga, entonces, tendría que para junio estaría ejecutado más del 96 por ciento del presupuesto.

SEMANA: Hay políticos que señalan que usted se ha dedicado a denunciar la corrupción y que eso está muy bien, pero que no ejecuta.

C.C.: Es un ataque político y está bien. Mis enemigos políticos, haga lo que haga, no lo van a reconocer, pero para eso están las cifras. Por ejemplo: destrabamos el proyecto de protección costera de Cartagena de la mano del alcalde Dumek Turbay, que no es petrista; en Caregato, la misionalidad de la entidad jamás se ha detenido, les hemos entregado ayudas a 6.400 familias; seguimos pagando los subsidios de arrendamiento, destrabamos una pesadilla jurídica en el proyecto Sauces II, en Mocoa. El trabajo de los abogados que llevé a la entidad permitió la recuperación de 550.000 millones de pesos que se iban a perder con los amigos de Olmedo López.

SEMANA: ¿Qué va a pasar con los 80 carrotanques de La Guajira? Hay preocupación en la Contraloría.

C.C.: También estoy preocupado. La razón por la que esos carrotanques se detienen es porque estos hampones no los aseguraron. Ahí se genera el escándalo. Si estos carrotanques no se hubieran parqueado en el batallón de Uribia, probablemente Olmedo hoy seguiría siendo director de la UNGRD. No se han podido asegurar. Logramos conseguir un seguro en reposo, todo este escándalo ha llevado a muchas aseguradoras a no aceptar el negocio. Ellos intentaron asegurarlos, pero, seguramente, por los sobrecostos, no pudieron.

    El próximo miércoles, en audiencia de legalización de captura, la Fiscalía buscará enviar a la cárcel a Olmedo López y a Sneyder Pinilla, principales protagonistas y testigos de los hechos.
Olmedo López y Sneyder Pinilla. | Foto: colprensa

SEMANA: Es decir, ¿ninguna aseguradora quiere asegurar los carrotanques?

C.C.: Consideran que puede ser un gran daño reputacional. Ahora, creo que, al contrario, que una aseguradora nos dé la mano en este momento tan difícil, lo que hace es un bien reputacional. Hay que asegurarlos por lo que cuestan y dejar atrás esa lamentable experiencia y entregarlos a los municipios que los necesitan.

SEMANA: ¿El contrato está siniestrado?

SEMANA: Las ollas comunitarias fueron otro foco de corrupción en la gestión de Olmedo. ¿Qué ha encontrado?

C.C.: A una gente bien compleja, a personas que he retirado de la entidad, muy cercanas a Olmedo y que no han aparecido tanto en los medios de comunicación. Sí espero que la Fiscalía los investigue a fondo porque tienen mucho que ver. En las ollas comunitarias se llevó la contraria a lo que pidió el presidente.

No se hizo con pequeñas asociaciones de mujeres o juntas, sino que se montaron negocios gigantescos, como la olla de los 20.000 millones de La Guajira, que iba a la empresa familiar de la hija del ‘Manchi’, de la directora de Gestión del Riesgo de Uribia. Olmedo tenía su corazón en ese pueblo de La Guajira. Hemos encontrado un montón de irregularidades. Aunque hemos venido haciendo los pagos de los que cumplieron, hay muchos en los que no es fácil tener la trazabilidad de la ejecución de los recursos.

  El escándalo de la UNGRD nació con la irregular compra de carrotanques y ya va en investigaciones a congresistas, altos funcionarios y ministros.
Los carrotanques de la UNGRD aún no han entrado en funcionamiento y peligra su futuro, según Carrillo. | Foto: UNIDAD DE GESTIÓN DE RIESGO

SEMANA: ¿Habla de María Alejandra Mejía, directora de Gestión del Riesgo de Uribia?

C.C.: Sí, también ocupó ese cargo con el anterior alcalde. Eso no lo digo yo, han hablado bastante sobre la organización a la que se le entregaron como 20.000 millones en ollas comunitarias que le pertenecieron a su tía. Y la maquinaria amarilla para su padre.

SEMANA: ¿Qué pasó con Ana María Castaño, la exsecretaria general embarazada que usted retiró del cargo?

C.C.: Ella ganó una tutela en primera instancia, apelé la decisión, era funcionaria de libre nombramiento y remoción, es decir, no tenía una estabilidad laboral reforzada. He acatado el fallo no reintegrándola porque es imposible, pero sí pagando la seguridad social. Luego ella pierde y se declara la nulidad de todo lo actuado. Por eso no me he ido a la cárcel. Es imposible reintegrarla porque imagínese lo que es tener a la mano derecha de Olmedo en el cargo más poderoso de la entidad. Prefiero irme de la dirección antes de entregarle el control de la entidad al olmedismo.

SEMANA: Para finalizar, ¿Petro quiere reelegirse?

C.C.: Estoy absolutamente seguro de que no, ni Petro quiere reelegirse, ni muchos de nosotros queremos que se reelija. No estoy de acuerdo en que se cambie la Constitución para elegir a una persona. Como no estuve de acuerdo con lo de Uribe, tampoco estaría de acuerdo con cambiar la Constitución para reelegir a Petro. Ya la discusión sobre si el periodo debería ser de seis años, como sucede en México, es un debate teórico que me parece interesante.