Entrevista

La gobernadora del Chocó, Nubia Córdoba, enciende las alarmas frente al paro armado del ELN: “No había visto semejante escalamiento en las acciones para generar terror”

La mandataria departamental habló con SEMANA del paro armado del ELN en la región y el llamado que le hace al Gobierno nacional para que le ayuden a resolver la crisis de fondo.

Nicolás Méndez Galvis

Nicolás Méndez Galvis

Periodista Semana

23 de febrero de 2025, 10:50 a. m.
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La gobernadora del Chocó, Nubia Carolina Córdoba se refirió a las problemática del departamento. | Foto: ESTEBAN VEGA LA ROTTA / SEMANA

El pasado jueves a la media noche el ELN en el Chocó anunció que cesaba el paro armado que había instalado durante cuatro días en ese territorio, el cual generó temor y zozobra en la comunidad.

Nubia Carolina Córdoba, gobernadora del Chocó, tuvo que capotear la situación con ayuda del Gobierno nacional; sin embargo, las comunidades se vieron bastante afectadas. Según dijo, nunca había visto una arremetida tan violenta en su departamento.

SEMANA: ¿Qué tuvo de diferente este paro armado del ELN?

N.C.: Al parecer el ELN tenía una intención adicional que era la de visibilización, como no ocurrió en los anteriores. Se dio el posicionamiento de banderas, cilindros bomba, artefactos no identificados en las dos vías que comunican al departamento del Chocó para poder salir o entrar. En las vías internas de los municipios se dio una instrucción directa a la comunidad de que no trivializara el paro porque podría haber terror en contra de la comunidad de manera permanente. En esta ocasión se hizo un mayor esfuerzo por parte del ELN de mostrar su presencia en el Chocó, eso es grave. El escalamiento que se dio de la demostración de presencia del ELN fue general.

SEMANA: ¿Por qué se detuvo el paro armado?

N.C.: Mediante un audio que fue difundido inicialmente entre las comunidades y replicado por distintas redes en el departamento, el comandante del Frente de Guerra Occidental, Ogli Padilla, dio por finalizada a las 00 horas del pasado viernes el constreñimiento armado que se ha mantenido durante toda la semana desde el lunes en el departamento de Chocó.

SEMANA: ¿Qué llevó a tomar esa decisión?

N.C.: Las razones de las que habla son un planteamiento que se hace bajo la ideología de las comunidades, sin embargo, las más afectadas durante estos días fueron las comunidades, sobre todo las rurales. Las subregiones San Juan y Atrato se vieron profundamente afectadas porque se dio el posicionamiento de banderas, cilindros y de otros objetos que deben ser verificados por una estrategia militar, debido a que hemos tenido unos ataques anteriores a la fuerza pública mediante francotiradores, explosivos y minas. Hace apenas tres semanas fue el último. Esto fue posicionado en las vías principales que conducen de Quibdó a Medellín, Quibdó a Pereira y en la vía que comunica internamente al departamento del Chocó, a la altura del traslado entre Quibdó e Istmina, Condoto y Nóvita, es decir, toda la movilización terrestre, tanto interna como externa. Y, adicionalmente, las comunidades rurales, sobre todo, que tienen una movilización especialmente fluvial, se vieron totalmente detenidas; el tema de la educación detenido; la atención, la prevención de la salud totalmente detenida. Afortunadamente no tenemos ningún tipo de fallecido por este paro, como nos ocurrió el año pasado en el que, como no había transporte, no se pudo buscar atención para dos menores que fallecieron en unas comunidades. Continuamos en PMU junto con las autoridades, la Fuerza Pública y el Ministerio Público para poder hacer seguimiento a tres temas que quedan subyacentes.

Nuevo atentado terrorista del ELN en el Chocó en medio del paro armado que sostiene en el departamento.
Durante los últimos días se registraron varios atentados. | Foto: X (@NubiaCarolinaCC)

SEMANA: ¿Cuáles son esos tres temas?

N.C.: El primero, el retorno a la normalidad en la movilidad del departamento que estaba totalmente detenido. El segundo, el retorno a las actividades de comercio y transporte público. El tercero, la estrategia de neutralización de todos estos riesgos que han quedado en distintos municipios, más o menos cinco, donde fueron posicionados artefactos y banderas. Y la atención de la crisis humanitaria, porque aún cuando el ELN había dicho que eventualmente pudiera disponer de un corredor para la atención humanitaria, lo cierto es que no se admitió la movilidad general.

SEMANA: ¿Qué municipio resultó más afectado?

N.C.: San José del Palmar, que es un municipio que limita con el norte del Valle del Cauca, cuya única vía de comunicación es terrestre y va hacia Cartago, Valle. Y, precisamente, esta semana en la que estamos manejando una emergencia trasladada, aún con ola invernal, con lluvias, y ahora también la crisis humanitaria. Las lluvias hicieron que cediera la banca y quedó totalmente aislado San José del Palmar, así que estamos tratando de llevar ayuda humanitaria de emergencia mediante apoyo helicoportado con asistencia que le pedí a la Policía Nacional, mientras ingresa la maquinaria, que tampoco pudo ingresar por cuenta de que el constreñimiento armado implica un riesgo porque empezaron a quemar la maquinaria.

SEMANA: ¿Cuál otro municipio es de los más afectados?

N.C.: El Atrato, donde hay injerencia directa del ELN, donde la comunidad se detuvo por completo y donde, por ejemplo, tuvimos un Comité de Atención Humanitaria junto con el Gobierno nacional para definir las afectaciones humanitarias que se dieron en estos días y la tensión que tenemos que desplegar nosotros. No obstante, la misión departamental funcionó mediante los protocolos de detención en emergencia, tanto en salud como en educación. La crisis humanitaria lo que ha hecho es recrudecerse en los territorios, empezar a deteriorarse, la gente a irse, los desplazamientos y los confinamientos a convertirse en un fenómeno permanente, hay comunidades que han estado por meses en otra comunidad próxima. Y hay algunos líderes que se han visto muy afectados por el riesgo y que han querido también salir del territorio.

SEMANA: ¿Cuál es la mayor alerta en el departamento?

N.C.: Que está minado, las minas antipersonas son una realidad muy grave en el departamento hoy, incluso ha dejado heridos y muertos, no solamente desde la población civil, sino también desde los soldados de la Fuerza Pública, el Ejército y la Policía, que han caído en las minas. La proximidad de las minas a los centros poblados, a los cultivos de pancoger de la gente, la vida cotidiana de la comunidad, ha generado tal pánico y terror, al punto que muchas comunidades se abstienen de ir a cultivar, de identificar un riesgo, de enviar a los niños de una comunidad a otra, a las escuelas. Hay que recordar que el departamento de Chocó es rural, es fluvial. Las minas y la atención al reclutamiento, sobre todo de menores y adolescentes en el departamento de Chocó, hacen parte de lo más reprochable e inaceptable de esta guerra, y que atenta de manera flagrante contra el derecho internacional humanitario.

Gobernadora del Chocó, Nubia Carolina Córdoba, lideró consejo de seguridad por minas antipersona en el departamento
Gobernadora del Chocó, Nubia Carolina Córdoba, en PMU. | Foto: Gobernación del Chocó

SEMANA: ¿Con este anuncio del pasado viernes se tranquiliza la situación de orden público en el departamento?

N.C.: No, lo que ocurre con este anuncio es que podemos retornar a las condiciones de movilidad, de prestación de los servicios públicos como transporte, salud, educación, que habían sido detenidas, comercio y distribución, porque por esas vías no entra absolutamente nada, pero lo que es subyacente es el riesgo, porque la escala de las acciones de violencia del ELN y del Clan del Golfo no se ha detenido. La opinión pública lo ha evidenciado con la quema de vehículos en las dos vías, la instalación de banderas, un artefacto con un bafle y el consecuente asesinato de un patrullero de la Policía hace apenas tres semanas en la cabecera municipal de Santa Rita de Iró. Entonces, mientras se mantenga la confrontación que hay y la disputa territorial que existe entre el ELN y el Clan del Golfo, la comunidad está en riesgo. Por eso, la importancia de la presencia en este punto de la fuerza pública, que es quien debe mantener el control territorial. No es mentira que son los negocios ilícitos los que atraen la presencia y disputa en el territorio, pero esto afecta a la comunidad con desplazamientos que hemos tenido que atender con los alcaldes.

SEMANA: ¿Desde el Gobierno Nacional, el Ministerio de Defensa, el Ejército, cómo le han ayudado a solucionar esta crisis?

N.C.: Yo he mantenido comunicación directamente con los comandantes de las fuerzas, debido a que la cartera como tal de Defensa se encuentra en transición. El señor presidente de la República, frente al panorama que le plantearon los gobernadores en el marco de la Cumbre, anunció la llegada de un general a la cartera, pero obviamente todavía está en la transición, así que a nivel defensa como tal no se ha podido mantener un escenario de articulación, pero sí directamente con los comandantes de las Fuerzas Militares, el almirante Cubides y con el recién posesionado general Triana, que inmediatamente se posicionó se comunicó conmigo. Con ellos tuvimos una reunión de seguridad el sábado en el departamento del Chocó, junto con el ministro del Interior, que es el que sí tiene al menos el encargo y la Unidad para las Víctimas, que ha convocado a un grupo del Gobierno nacional para que podamos, en compañía de los alcaldes, tener una reunión de articulación para poder atender la crisis humanitaria.

SEMANA: En la Cumbre de Gobernadores usted dijo que nunca había visto una situación como esta en el departamento, ¿por qué?

N.C.: Yo soy chocoana, no administro los temas de seguridad de un público ahora, fui en el pasado secretaria de Interior y Gobierno de la Gobernación del Chocó, estuve encargada directamente de estos temas, conozco los tiempos en los que la violencia de las extintas Farc generaron escenarios tan dramáticos como el de la masacre de Bojayá, pero en los últimos años hemos tenido un escalamiento del conflicto desde la confrontación que genera el Clan del Golfo y el ELN y su intención de expansión en el departamento, en este, que no es el primer paro armado que tengo que ver.

SEMANA: En la cumbre de gobernadores usted le pidió al Gobierno acciones concretas, ¿cuáles podrían ser?

N.C.: Nosotros propusimos que planifiquemos una estrategia de seguridad, creemos que lo más viable sería una estrategia regional para que le podamos asignar no solamente recursos, sino medios. Hemos visto como, por ejemplo, la región Pacífico hoy tiene la confrontación de grupos en el norte del departamento del Chocó, la situación que todos conocemos en Cauca, en Valle y Nariño, con la diferencia de que hay al menos un grupo dispuesto a hacer conversaciones de paz. En el oriente del país, en cambio, la situación del Catatumbo que impacta, por supuesto, los santanderes y que se desplaza hacia el sur, también se desplaza hacia el norte, hacia la zona de Córdoba. Y todo lo que son los sures de Bolívar, Córdoba y Sucre, también tiene un impacto directo en la confrontación. En la zona centro, vemos una dinámica que toma como corredor lo que ocurre en el Cauca, y en el Valle llega hasta Tolima. Nosotros lo que proponemos es que no se puede pensar solamente en el conflicto de una sola región, sino en la relación del conflicto de una región con las dinámicas de movilidad tanto de los negocios ilícitos como de las tropas y respaldo militar armado ilegal que tienen los grupos y que se ha desarrollado como un entramado en Colombia.

Hemos propuesto consejos de seguridad regionales. Estamos a la espera de que haya ministro en propiedad para poder proponer consejos regionales en la región pacífica y en la región que une el Pacífico con el Eje Cafetero, ya le hemos planteado y le hemos propuesto, incluso la citamos, pero la última tuvimos que suspender por la renuncia del señor ministro de Defensa saliente. Y, por otro lado, tendrán que hacer inversiones orientadas a la transición entre economías ilícitas para dar una alternativa de productividad a la comunidad que no sea estar cerca a esas economías: el cultivo de hojas de coca que se está dando en el departamento del Chocó y la minería ilegal. Las inversiones que se hagan tienen que permitir dos cosas, la transición de economías ilícitas y el bienestar social, porque estamos hablando de lugares donde se han abandonado los cultivos lícitos. Estamos hablando de lugares donde la escuela está deteriorada, los niños ni siquiera tienen donde sentarse, no hay paredes sino piso y techo apenas; estamos hablando de lugares donde no hay centros de salud ni siquiera para poder atender a los que tienen que viajar durante horas para poder encontrar siquiera un primer nivel de atención.

Los camiones incendiados en el Chocó fueron marcados con las insignias del ELN.
Los camiones incendiados en el Chocó fueron marcados con las insignias del ELN. | Foto: X (@NubiaCarolinaCC)

SEMANA: ¿Cree que las negociaciones con el ELN y otros grupos sirvieron, o por el contrario incrementaron la violencia en el departamento?

N.C.: El Departamento del Chocó cree en la salida negociada del conflicto. Cada vez que a nosotros nos propongan que si queremos seguir viviendo en este infierno o si queremos intentar algún mecanismo de paz, vamos a elegir el que busquemos algún mecanismo de paz. Porque quienes vivimos permanentemente los estragos de la guerra sabemos la desesperación que genera y se pregunta todos los días. Si la alternativa negociada al conflicto pudiera existir, yo creo que es obligación de todo Gobierno hacerlo. El problema no es que tengamos el ideal de paz, yo creo que Colombia va a tener el ideal de paz. El problema es el diseño con el que abordamos la posibilidad de paz. Insisto en que la dinámica del conflicto no es nacional, tiene que ser regional. Basta con recordar cómo el Frente de Guerra Occidental, que en ese momento tenía otro nombre, cada vez que la cúpula central del ELN tomaba una decisión en una mesa de negociación fuera del país, inmediatamente respondía anunciando un paro armado. Basta con ver las dinámicas que están ocurriendo en Nariño con el Frente de Guerra Sur. No es una dinámica nacional, es una dinámica regional, y no se ha abordado de esa manera. Lo segundo es que para poder admitir siquiera una proposición de paz, el acuerdo que se tiene que hacer de entrada, sin el cual no pudiera avanzarse de ninguna manera, es el compromiso que una vez violado tendría que dar necesariamente como resultado la ruptura de esos acuerdos y negociaciones y beneficios.