Política
La constituyente de Gustavo Petro: ¿una amenaza o una cortina de humo para distraer la atención de cara a las elecciones del 2026?
Gustavo Petro volvió a calentar el debate con la constituyente, y su ministro del Interior, Armando Benedetti, habló de octava papeleta, cuando la figura no existe. Por todos los escenarios, resulta casi imposible.

El presidente Gustavo Petro quiere seguir agitando el debate político a menos de un año de las elecciones de 2026. Este viernes, tras anunciar que derogaba su consulta popular porque el Senado y la Cámara conciliaron su controvertida reforma laboral, lanzó un nuevo misil: una asamblea nacional constituyente.
“Será entregada una papeleta para convocar a la asamblea nacional constituyente en las próximas elecciones. Espero la decisión de millones de ciudadanos para que el próximo Gobierno y Congreso tengan el mandato imperativo de construir el Estado social de derecho, la justicia social, la democracia profunda con las gentes, la paz”, anticipó el primer mandatario.
El ministro del Interior, Armando Benedetti, fue más allá y anunció que la constituyente no será para este Gobierno. “Buscamos una octava papeleta para que la próxima administración pretenda desarrollar ese clamor”, precisó. El ministro espera que en las elecciones parlamentarias de marzo de 2026 se entregue la papeleta a los colombianos.

Pero “las papeletas no existen”, le dijo a SEMANA el exministro y exfiscal Alfonso Gómez Méndez. “Han asesorado mal al presidente Gustavo Petro. Ya no existen papeletas, porque era el mecanismo con el que se votaba antes; ahora está el tarjetón, una de las propuestas que sacó adelante Luis Carlos Galán antes de que lo asesinaran”.
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El exregistrador Alexánder Vega, quien fue magistrado del Consejo Nacional Electoral y ahora es codirector del Partido de la U, comparte esa tesis. Afirmó que Petro está lanzando humo, pues desde todos los escenarios una constituyente es inviable jurídicamente porque tendría que pasar por el Congreso, donde el Gobierno no tiene mayorías garantizadas.

“La séptima papeleta no existe. Fue un mecanismo que, en el año 90, el exprocurador Fernando Carrillo y el movimiento le pidieron al registrador de la época, que les dejara meter una papeleta simbólica en las urnas. Hay una anécdota: Juan Manuel Santos les imprimió las papeletas en el diario El Tiempo, y la Registraduría se las contó en las elecciones. El expresidente César Gaviria, simbólicamente, las usó para sacar el decreto de la Constituyente, pero no tuvo origen jurídico y en la Constitución del 91 no quedó ese mecanismo para reformar la Constitución”, narró Vega.
Los partidos políticos independientes y de oposición ni siquiera reaccionaron ante el anuncio de Petro, pues tienen claro que carece de peso jurídico hablar de incluir una papeleta el día de las elecciones para que los colombianos decidan la suerte de una asamblea nacional constituyente. Esperan que quien responda sea el registrador Hernán Penagos o el Consejo Nacional Electoral.
“Jurídicamente, el presidente no le puede ordenar al registrador que cuente un tarjetón adicional en las elecciones. No tiene esa facultad, a no ser que recurra, sin fundamento, a un Estado de conmoción interior”, añadió Gómez Méndez.
El ministro de Justicia, Eduardo Montealegre, le explicó a SEMANA que una asamblea nacional constituyente puede ser convocada vía Congreso o por iniciativa popular. “Si se logran 8 millones de firmas, no de votos, el pueblo puede presentar una iniciativa normativa convocando a una asamblea nacional constituyente. Si se logra el 20 por ciento del censo electoral, que son 8 millones de firmas, el pueblo puede hacer una convocatoria y no se necesitaría pasar por el Congreso”, explicó.
Si ese mecanismo se tramita por esa vía ciudadana, es casi imposible una reelección presidencial de Gustavo Petro, según Montealegre.

“Esta constituyente no es para la reelección. Jurídicamente, no alcanza el tiempo. Mientras se convoca al pueblo, se reúnen los 8 millones de firmas, va a control constitucional en la Corte, mientras se pone a consideración del pueblo; luego, la elección de los constituyentes. Es un proceso que puede durar un año y es imposible que se alcance a decidir sobre la reelección de Petro”, explicó el ministro. Armando Benedetti coincidió: “Nadie ha hablado de reelección ni de quedarse en el poder”.
El exregistrador Vega y varias fuentes consultadas por SEMANA coinciden en que, cualquiera que sea el mecanismo, tiene que pasar por el Congreso.
Por eso, hay quienes piensan, como Catherine Juvinao, congresista de la Alianza Verde, que el presidente se quedó sin tema de discurso en lo que resta hasta 2026 y “está desesperado por encontrar una estrategia electoral”. La oposición, por su parte, encendió las alarmas.