La campaña del miedo: ¿cómo hacer política de cara a las elecciones del 2026, tras el atentado contra Miguel Uribe Turbay?

Ningún candidato presidencial puede negar que siente miedo a la hora de salir a la calle o presidir un acto de campaña, tras el ataque sicarial contra el senador Miguel Uribe Turbay, del Centro Democrático, el pasado sábado 7 de junio en Bogotá. La zozobra reina entre la larga lista de precandidatos a menos de un año de la primera vuelta presidencial.

El Centro Democrático, el partido de Uribe Turbay, es el más afectado. En solidaridad por lo ocurrido, los demás precandidatos han puesto en pausa los actos proselitistas y hay una gran preocupación porque el propio expresidente Álvaro Uribe, jefe natural de la colectividad, encendió las alarmas: “Inteligencia internacional me informa de la preparación de otro atentado en mi contra”.

En medio del temor, circuló una versión que apunta a que quieren atentar contra Uribe Vélez y la senadora y precandidata María Fernanda Cabal. “Ofrecen 8 millones de dólares a cambio de perpetrar atentados contra Álvaro Uribe, María Fernanda Cabal, la precandidata Vicky Dávila, y el abogado Abelardo de la Espriella”, informó el 9 de junio el director del Centro Democrático, Gabriel Jaime Vallejo, a la fiscal general Luz Adriana Camargo.

Las campañas presidenciales del uribismo están suspendidas, al menos durante las próximas semanas, según como avance el estado de salud de Uribe Turbay.

Paloma Valencia, Paola Holguín, María Fernanda Cabal y Andrés Guerra no saldrán a la plaza pública ni estarán en medio de aglomeraciones. Lo harán por respeto a su colega, quien se debate entre la vida y la muerte. También porque tienen temor y no hay certeza de si hay un plan criminal contra más aspirantes.

Las hipótesis son todas, pero ninguna autoridad, una semana después del atentado contra Uribe Turbay, tiene una pista certera sobre los autores intelectuales de lo ocurrido. “Será una campaña marcada por el miedo y el chantaje”, dijo Paola Holguín a SEMANA.

Ella es consciente de que el ambiente político está enrarecido y el Gobierno Petro, a su juicio, ha terminado por acrecentar el miedo. Tampoco hay confianza. Horas después del atentado contra Uribe Turbay, el ministro del Interior, Armando Benedetti, anunció que no se descartaba una ola de atentados. Y así ocurrió. El martes 10 de junio, al menos 13 explosiones sacudieron el Cauca y Valle del Cauca, siendo Cali, la tercera ciudad más grande del país, la más afectada.

A juicio de Holguín, la campaña presidencial de 2026 será similar a la de los años noventa, cuando el narcotráfico al mando de Pablo Escobar atentó contra la clase política en Colombia. Pero, en esta oportunidad, hay un agravante: “Antes había una alianza entre la ciudadanía y el Gobierno, la institucionalidad, contra los criminales. Hoy es distinto. Uno ve a un Gobierno complaciente con los criminales y los ciudadanos están solos”.

Tras el atentado contra Uribe Turbay, los precandidatos presidenciales por el Centro Democrático han puesto en evidencia sus riesgos y han dicho que no tienen ante quién quejarse. El presidente Petro reconoció esta semana que la Policía, que presta el servicio de escoltas a varios políticos, está infiltrada.

“Si esto está ocurriendo, ¿con quién hablo yo? El presidente le está haciendo un daño muy serio a la institución”, dijo el precandidato presidencial Sergio Fajardo.

Como si fuera poco, la Unidad Nacional de Protección (UNP) está dirigida por Augusto Rodríguez, un exguerrillero del M-19, quien no ha respondido satisfactoriamente a las solicitudes de protección para los políticos uribistas. Fuentes del Centro Democrático le confirmaron a SEMANA que van más de 50 cartas de solicitud de protección y no han sido respondidas. Solo Miguel Uribe radicó 23 misivas y fueron en vano.

“El momento es tenebroso para nuestro partido y para el país, regresamos 35 años atrás en un episodio de memoria de violencia política que acabó prácticamente con una generación de líderes colectivos potentes. Creo que esta campaña muestra conductas violentas para los próximos 12 meses”, aseguró el precandidato presidencial Andrés Guerra, del Centro Democrático.

Las precandidatas María Fernanda Cabal y Paloma Valencia también congelarán durante unos días sus campañas en público. Tampoco se vislumbran giras del expresidente Uribe con sus precandidatos por las regiones, como venía ocurriendo. Por los lados de Fajardo habrá prudencia en la campaña.

“Seguiré por el mismo camino, actuando de la misma manera. Seguiré dando ejemplo en Colombia, con cuidado, por supuesto, siendo respetuoso, pero el país no puede parar. No porque yo sea el supervaliente, pero hay que construir confianza. Petro debe salir a dar esa tranquilidad”, dijo.

En la campaña de Juan Daniel Oviedo suspendieron labores durante una semana, pero desde la noche de este viernes, el precandidato presidencial empezará nuevamente a recorrer el país. Estará en Neiva y recorrerá el sur del país.

“Hay mucha solidaridad a favor de Miguel, la ciudadanía nos ha pedido cuidarnos, no salir solos, pero lo último que debe haber es miedo”, le dijo a SEMANA un asesor de la campaña de Oviedo. David Luna es otro de los precandidatos que también suspendió la campaña durante unos días y exigió resultados en la investigación que permita esclarecer el atentado contra Uribe Turbay.

“Pido que nos cuidemos, que cuidemos a nuestros equipos y que logremos entender que lo que la delincuencia quiere es desestabilizar la democracia. Hay que actuar con prudencia”, manifestó Luna.

El atentado contra Uribe Turbay cambió el tablero electoral 180 grados, al menos durante las próximas semanas porque las campañas electorales nacieron con un candidato de oposición herido gravemente en plaza pública, en medio de la contienda, un hecho del que no se tiene registro en la última década en Colombia.

“La oposición a Petro empieza a pagar con su sangre el odio político. Todo eso trae a la campaña el fantasma del exterminio de la oposición, tal como ocurrió en los años noventa; todo eso se tiñe con el golpe de Estado que dio Petro en contra del Congreso y con el anuncio de su nuevo ministro de que intentarán una asamblea nacional constituyente”, dijo Carlos Suárez, CEO de Estrategia & Poder.

Pero no todos ven el panorama tan oscuro. Hay analistas políticos que estiman que la campaña seguirá, como ocurrió en los peores años de la guerra en Colombia.

“Estamos olvidando cómo se ha hecho política no solo en Colombia, sino en el mundo toda la vida. La sociología nos dice que las personas se movilizan gracias a las emociones y las que más movilizan son el miedo y la rabia”, dijo a SEMANA el estratega Luis Duque.

A su juicio, las tensiones tras lo ocurrido con Uribe Turbay pasarán. “Él es amigo mío, me duele mucho, pero cuando nos sentamos con cabeza fría a pensar qué es lo que va a pasar, no creo que vaya a cambiar mucho la forma de hacer política”, afirmó.

En medio de la investigación, y el temor de que las autoridades no lleguen realmente hasta los autores intelectuales del atentado contra Uribe Turbay, los precandidatos no se volverán a mover tan fácil como lo hacían antes del sábado 7 de junio.