POLÍTICA
José Obdulio Gaviria estalló y envió una carta al Centro Democrático: “El partido no puede quedarse paralizado frente a la andanada electoral de Petro y Benedetti”
El exsenador cree que el mecanismo de selección del candidato a la Presidencia por el Centro Democrático debe definirse pronto.

El Centro Democrático, el partido que lidera el expresidente Álvaro Uribe, no decide, a casi un año de las elecciones presidenciales, la fórmula con la que escogerá al candidato único de la colectividad que competirá en las elecciones del 2026.
El tiempo corre y ya angustia a distintos sectores del uribismo, entre ellos, al exsenador José Obdulio Gaviria, quien estalló y le envió una contundente carta al director del Centro Democrático, Gabriel Jaime Vallejo.
En la misiva, donde Gaviria no escondió el afán que le asiste por escoger pronto el candidato presidencial del uribismo, hizo una propuesta: “El Centro Democrático debe actuar con urgencia y estrategia. Reiteramos nuestra propuesta: seleccionar al candidato antes de agosto de 2025 mediante encuestas rigurosas y el social listening, con reglas transparentes auditadas por el presidente Uribe, la dirección nacional y delegados de los precandidatos”.

Gaviria le recordó a Vallejo que más de cien militantes del Centro Democrático, de varias regiones del país, “expresamos en una comunicación nuestras preocupaciones y propuestas para trazar el camino hacia la victoria en las elecciones de 2026. Un partido unificado es la garantía para seleccionar un candidato presidencial con estrategia, urgencia y convergencia con la realidad política y el cronograma electoral oficial”.
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Según Gaviria, algunos precandidatos y el director nacional “se expresaron negativamente —con cierta agresividad, displicencia o indiferencia por las preocupaciones de la militancia—, sin abordar con seriedad lo conceptual ni los procedimientos propuestos. El director afirmó, a través de los medios, que nuestras opiniones no eran de recibo, porque la decisión está en manos de los precandidatos, y solo de ellos. Y, si ellos nada deciden, si no suscriben un cronograma y las condiciones, ¿el partido se resignará a no tener candidato, como ocurrió en las elecciones de 2022?”

En contraste, según el exsenador, “nuestra comunicación generó un amplio plebiscito de apoyo, un pronunciamiento oficial de congresistas, excongresistas, diputados, exdiputados, concejales, exconcejales, ediles, directivos nacionales, departamentales y municipales, así como representantes de todas las corrientes del partido, que coinciden plenamente en la necesidad de definir el candidato oficial en los términos propuestos”.
La urgencia —de acuerdo con Gaviria— no es un capricho, es una realidad.
“No estamos de afán, señor director. La línea de tiempo no la dictan los precandidatos ni la dirección, sino el cronograma de la Registraduría y los hechos políticos, que parece que ellos pasan por alto: consultas intrapartidistas en octubre de 2025, elecciones al Congreso y consultas interpartidistas en marzo de 2026, primera vuelta presidencial en mayo de 2026 y segunda vuelta en junio de 2026”.
Siguió: “Ignorar este calendario es un error estratégico que podría costarnos la Presidencia; es diseñar mal una estrategia o no tener estrategia. Postergar la selección del candidato a octubre de 2025 o marzo de 2026 nos pone en desventaja frente a las coaliciones de izquierda y centro, que ya tendrán definidos sus procesos en las mismas fechas que nosotros estamos proponiendo para el nuestro”.

A su juicio, “si seguimos aplazando o eludiendo las definiciones, damos la falsa señal de que no tendremos candidato oficial y generamos la adhesión de muchos a campañas de candidatos outsider que se autodefinen como uribistas”.
José Obdulio Gaviria estima que si los cinco precandidatos del uribismo permanecen divididos en la contienda serán contados por separado en las encuestas, diluyendo la fortaleza del Centro Democrático.
“La campaña presidencial ya comenzó con la convocatoria de la Consulta Popular de Petro y Benedetti. El socialismo del Siglo XXI está en marcha, y el único partido capaz de derrotarlo es el Centro Democrático, liderado por Álvaro Uribe. Los ritmos de los precandidatos deben responder a esta realidad apremiante, no a su aspiración personal. Lo decimos con claridad: frente a la magnitud colosal de este desafío, la definición de los mecanismos entre ellos es un pleito menor, como detenerse a contar guijarros mientras un alud amenaza con sepultarnos a todos. El Centro Democrático no puede quedarse paralizado frente a la andanada electoral de Petro y Benedetti”, remató.
El Centro Democrático dejó en manos de los cinco precandidatos presidenciales el mecanismo de selección. Ellos aún no se ponen de acuerdo.