Política
Jaime Pumarejo advierte que “seguirán muriendo colombianos desprotegidos por la terquedad ideológica”
Hizo su comentario en respuesta a la denuncia de SEMANA con respecto a los deficientes resultados del programa jóvenes en paz. El exfuncionario dice que no han funcionado las negociaciones con los grupos armados, pues estos ven al presidente Petro como parte del establecimiento.
Quizás uno de los programas más polémicos de la administración de Gustavo Petro ha sido el de Jóvenes en paz, el cual muchas personas calificaron como equivocado, dado que una de sus premisas consiste en darles un subsidio a los muchachos vulnerables para que se alejen de actividades ilegales, como convertirse en asesinos.
Una investigación de SEMANA comprobó que el programa no está generando los resultados deseados en municipios como Puerto Tejada (Cauca). Allí varios líderes denuncian que los beneficiarios reciben el subsidio, pero siguen delinquiendo y matando a quienes sí se dedican a estudiar o trabajar.
El informe ha generado reacciones de diferentes sectores políticos. Por ejemplo, la congresista Carolina Arbeláez aseguró que “ese perverso programa que paga un millón mensual a delincuentes “jóvenes en paz” es la copia de los colectivos chavistas. Es muy grave que, en el Cauca, beneficiarios de este programa sean sospechosos de asesinatos. El mensaje: en este gobierno, por ser pillo pagan”, sostiene.
Igualmente se manifestó de forma contundente el exalcalde de Barranquilla y exministro de vivienda, Jaime Pumarejo. En su cuenta en la red social X publicó un mensaje en el que aseguró que “los jóvenes a los que les pagan por “no matar” siguen haciéndolo en el Cauca. Hace más de un año lo venimos advirtiendo. Y seguirán muriendo colombianos desprotegidos por la terquedad ideológica. La política por encima de la gente y no al servicio de la gente”.
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Resulta que los jóvenes que les pagan por “no matar” siguen haciéndolo en el Cauca. Hace más un año lo venimos advirtiendo. Y seguirán muriendo colombianos desprotegidos por la terquedad ideológica. La política por encima de la gente y no al servicio de la gente. pic.twitter.com/73nyArRMRm
— Jaime Pumarejo (@jaimepumarejo) January 19, 2025
Su mensaje viene acompañado de un video en el que hace una reflexión sobre la grave situación de orden público que vive actualmente el país, por causa de la violencia de los grupos al margen de la ley. “La guerrilla nos volvió a mentir. El presidente Petro creyó en la buena fe de los grupos armados, quizás pensando que, al ser él un exguerrillero, ellos se unirían a su causa. Y dentro de los primeros seis meses de su gobierno tendríamos la anhelada paz. Pero eso no pasó”, señala el exfuncionario, hoy director ejecutivo de la iniciativa global Breathe Cities.
Para Pumarejo, los grupos armados obedecen a otros tiempos y a otros intereses, y para ellos el presidente Petro, ya no es un guerrillero, sino un miembro del establecimiento, tras 40 años ocupando cargos públicos. “El gobierno, sin darse cuenta, le entregó todo el poder de negociación a la guerrilla. Y ahora, con las cartas reveladas, pretende sentarse a negociar cuando ya dijeron que están dispuestos a firmar la paz, la que sea, ser demasiado benevolente con estas organizaciones criminales no terminará en un país en paz, sino en círculo de impunidad y violencia”, aseveró. En su concepto, si los alzados en armas no aceptan condiciones favorables rápidamente, hay que darle licencia al ejército y al sistema judicial “para ser implacable contra quien pretende atentar contra nuestra paz, nuestra democracia y nuestra seguridad”.
Lo que está pasando
Puerto Tejada, con más de 40 bandas delincuenciales que han demarcado el territorio mediante fronteras invisibles, fue elegido por la vicepresidenta Francia Márquez para iniciar allí el piloto del polémico programa Jóvenes en Paz. Allí se prometieron más de 400 cupos y muchos jóvenes abandonaron las pandillas para comenzar el proceso de resocialización.
Al principio, el programa tuvo algunos retrasos en los pagos y algunos decidieron desertar para regresar a las armas; otros se quedaron y recibieron hasta el pasado diciembre el subsidio de casi millón de pesos; sin embargo, siguieron delinquiendo, según denuncias que recibió SEMANA.
Hay pruebas audiovisuales que demostrarían la participación de algunos jóvenes del programa en balaceras locales, que muchas veces terminan con otros jóvenes –en su mayoría estudiantes universitarios– asesinados por balas perdidas o por pasar de una calle a otra y transgredir la principal norma de los violentos: no se puede caminar libremente sin su permiso.