Política
Expresidente Álvaro Uribe visitó la tumba de Miguel Uribe Turbay, tras quedar en libertad: así fue el emotivo momento
Fue un momento corto, privado, en profundo silencio y con reflexión en el Cementerio Central de Bogotá.

Tan pronto descendió del avión que lo trasladó desde Rionegro, Antioquia, hasta Bogotá, el expresidente Álvaro Uribe Vélez quiso visitar la tumba de Miguel Uribe Turbay, a quien no pudo despedir presencialmente porque estaba privado de su libertad en su finca, tras la condena en su contra en primera instancia por soborno y fraude procesal.
Uribe llegó este sábado, 23 de agosto, al Cementerio Central de Bogotá, en un profundo silencio y con un rostro marcado por la tristeza que le genera el fallecimiento del joven senador, de 39 años, a quien llama repetidamente “el mártir”.

Sin dudarlo, apenas observó la tumba en la tierra, el expresidente se arrodilló y tocó con las manos el césped donde reposa la placa en mármol en la que se lee: “Miguel Uribe Turbay, 1986-2025″.
El momento fue triste. Uribe ―quien dijo que “sacrificaron el árbol fresco del jardín de la democracia”, tras la muerte del senador― quiso estar en silencio, mirando hacia el cielo y orando frente al lugar.

Lo acompañó el director del Centro Democrático, Gabriel Jaime Vallejo. También el exsenador José Obdulio Gaviria y el exembajador de Colombia en Nicaragua, Alfredo Rangel. Igualmente, el excongresista José Jaime Uscátegui y el concejal de Bogotá por el Centro Democrático, Humberto Papo Amín.
La visita de Uribe a la tumba donde descansa Miguel Uribe Turbay fue privada. No estuvo la familia del joven senador. Ni siquiera su padre, Miguel Uribe Londoño, el nuevo precandidato presidencial por el Centro Democrático.

La visita del expresidente a Bogotá fue, exclusivamente, para rendirle homenaje al excongresista. Por eso, enseguida, llegó hasta el parque El Golfito, en Fontibón, donde el entonces precandidato presidencial fue baleado por un sicario que se acercó a una multitud donde él se encontraba y disparó.
El arribo del expresidente fue concurrido. Decenas de mujeres, hombres, ancianos y jóvenes se abalanzaron sobre él, le pidieron fotografías, le manifestaron abiertamente su cariño y respaldo, y más de una persona le confesó que oraba por él.
Uribe, quien no ocultó su tristeza, saludó a todos sus seguidores y, posteriormente, se dirigió hacia un atril improvisado, ubicado en el mismo sitio donde Uribe Turbay pronunció su último discurso.
Sacó su libreta de apuntes y leyó un mensaje que escribió previamente.
“Aquí, el asesino, con droga, dinero y una cadena de autores intelectuales e instigadores, nos privó de Miguel, que con su sacrifico ganó la elección de inspirador por siempre del pueblo libre de Colombia”, dijo. También evocó el nombre del fallecido para hablar de seguridad, empleo, las empresas, entre otros temas.
En el acto corto, pero sentido, estuvieron presentes la senadora y precandidata María Fernanda Cabal, el congresista Andrés Forero ―a quien Uribe le reconoció su amistad con Miguel Uribe Turbay―, el concejal Andrés Barrios, la exministra Nancy Patricia Gutiérrez, entre otros.