Política
Exclusivo: narcos tendrían un plan para asesinar a Nicolás Petro, el hijo del presidente. Por eso, ordenaron su traslado a una casa fiscal de la Policía
SEMANA revela las conclusiones de un nuevo estudio de seguridad que se le practicó al hijo del presidente Gustavo Petro y que lo obligó a trasladarse a Bogotá.

Hay un plan criminal para asesinar al hijo del presidente Gustavo Petro, Nicolás Petro, y se le recomendó abandonar su residencia en Barranquilla. SEMANA revela apartes del informe de seguridad que realizaron las autoridades y que prendió las alarmas en la Casa de Nariño.
Imputado por presunto enriquecimiento ilícito y lavado de activos, Nicolás Petro estaría en la mira de estructuras narcotraficantes. La hipótesis de los investigadores es que el posible atentado no estaría relacionado con las funciones presidenciales de su padre, sino con aparentes actuaciones personales.
La conclusión de los uniformados es que Nicolás Petro tiene un “riesgo extraordinario”, y se le sugirió cambiar de domicilio fuera de la capital del Atlántico, pues allí la Fuerza Pública no tendría las condiciones operativas ni de seguridad para proteger su integridad. Finalmente, se decidió por Bogotá.
De acuerdo con el informe de seguridad al que tuvo acceso SEMANA, las autoridades plantearon que el lugar donde él debía radicarse durante los próximos meses debía cumplir con importantes exigencias para “prevenir y contrarrestar daños irreparables a su vida”.
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Tras un análisis exhaustivo, se concluyó que el único espacio donde se le podría brindar protección a Nicolás Petro es el Centro de Estudios Superiores de la Policía (Cespo), el mismo lugar donde vive la fiscal general de la nación, Luz Adriana Camargo, quien además es la cabeza de la entidad que lo investiga por dos delitos.
Fuentes cercanas a ese proceso narraron a SEMANA, bajo reserva, que él tendrá “un apartamento pequeño, conocido como casa fiscal”, y que “deberá pagar un arriendo para estar allí”, como lo han hecho otros funcionarios públicos que, por protección, se han radicado en ese lugar.
Las alarmas están encendidas en la Casa de Nariño y la Policía asumió las riendas de la situación. “En la costa no se puede quedar, porque en cualquier lugar podrían entrar por él y lo asesinan, porque lo quieren matar”, describió a este medio un funcionario que está al tanto de la problemática. Las autoridades tienen varias hipótesis sobre quiénes estarían detrás del plan para asesinar al hijo del jefe de Estado. Uno de los indicios apunta a que, presuntamente, se trataría de un ajuste de cuentas. Las investigaciones avanzan para clarificar el panorama y proteger al exdiputado del Atlántico.
Desde el 20 de febrero, el hijo del presidente Gustavo Petro goza de libertad para movilizarse por todo el país. Sin embargo, tiene prohibido, entre otras cosas, viajar al exterior, en el marco del proceso que adelanta en su contra el ente de investigación por aparente enriquecimiento ilícito y lavado de activos. Frente al cambio de domicilio, su defensa aclaró que ya radicó un oficio ante la Fiscalía para notificar la nueva residencia en el Centro de Estudios Superiores de la Policía, ubicado en el norte de Bogotá, uno de los sectores más vigilados de Colombia.

No es la primera vez que se alerta sobre las condiciones de seguridad y se reacomodan los esquemas de protección de Nicolás Petro y del entorno del jefe de Estado, pues agencias de inteligencia tienen indicios de eventuales atentados que podrían afectar a sus allegados.
Según los planes, Nicolás Petro enfrentará a la justicia desde Bogotá. En cuanto a su proceso, ya se superó la etapa preparatoria y el juzgado estudia cuáles pruebas pasarán a juicio. La Fiscalía pidió condena, mientras que su defensa alega que es inocente y solicita que sea absuelto de los dos delitos.