Ernesto Samper a Petro: “Lo que requiere el Catatumbo no es un Estado de conmoción de orden público, sino de emergencia humanitaria”

El expresidente Ernesto Samper es el único exmandatario que, contra viento y marea, respalda al presidente Gustavo Petro.

Aun así, frente al polvorín que vive el Catatumbo, en Norte de Santander, por los enfrentamientos entre las disidencias de las Farc y el ELN, Samper se distanció del hoy primer mandatario.

Tan pronto se conoció la magnitud de la emergencia y que el número de muertos de las Farc y el ELN iba en aumento, el Gobierno Petro habló de la posibilidad de decretar un Estado de conmoción interior.

Esta es una figura legal que les otorga la Constitución política a los jefes de Estado en caso de situaciones extraordinarias, que les permiten tener herramientas para actuar sin trámites en el Congreso.

Samper, quien conoce como pocos la situación del Catatumbo porque ha estudiado de cerca el conflicto en esa región del país, dijo a través de sus redes sociales lo que requiere esa zona y los demás territorios donde viven 10 millones de colombianos:

“No es un Estado de conmoción de orden público, sino de emergencia humanitaria, para garantizar los mínimos humanitarios a la población, como el derecho a la vida, la integridad física, la movilidad y la prevención de minas antipersonales, entre los más importantes”.

El artículo 213 de la Constitución Política dice que la medida podría adoptarse “en caso de grave perturbación del orden público que atente de manera inminente contra la estabilidad institucional, la seguridad del Estado o la convivencia ciudadana, y que no pueda ser conjurada mediante el uso de las atribuciones ordinarias de las autoridades de Policía, el presidente de la República, con la firma de todos los ministros, podrá declarar el Estado de conmoción interior en toda la República o parte de ella, por término no mayor de noventa días, prorrogable hasta por dos períodos iguales, el segundo de los cuales requiere concepto previo y favorable del Senado de la República”.

El problema para Petro es que el eventual decreto de conmoción interior tendrá que revisarlo la Corte Constitucional y allí difícilmente pasaría su revisión legal, porque la situación de orden público en el Catatumbo es histórica y se pudo prever porque la Defensoría del Pueblo ha venido realizando varias alertas tempranas sobre la situación en Norte de Santander.

Esta figura siempre se pone de moda cada vez que hay una crisis, pero no siempre se pone en marcha por parte de los gobiernos, ya que la Corte Constitucional termina dejándola sin piso.

Por ejemplo, en el gobierno de Iván Duque varias voces políticas le recomendaron al entonces mandatario acudir al Estado de conmoción interior para ponerle freno al estallido social protagonizado por la primera línea, que incendió varias ciudades de Colombia, incomunicó regiones y alteró el orden público.

Aun así, el exjefe de Estado consideró que tenía herramientas para atender la situación y devolverles la calma a los ciudadanos, como ocurrió.

Aunque se estima que los enfrentamientos del Catatumbo han dejado más de 100 muertos en los últimos días, el Gobierno Petro no se ha vuelto a referir a la figura constitucional.