ENTREVISTA

El vaticinio de Gustavo Bolívar para las presidenciales del 2026: “Los candidatos en segunda vuelta serían Vicky Dávila y el del Pacto Histórico”

Gustavo Bolívar hace sus pronósticos sobre las presidenciales de 2026. Le pone un ultimátum al Pacto Histórico y lanza duras críticas contra varios de sus copartidarios.

 Francisco  Argüello

Francisco Argüello

Periodista Semana

17 de mayo de 2025, 6:57 a. m.
Portada edición 2236
| Foto: SEMANA

SEMANA: Si usted hoy fuera candidato presidencial, ¿quiénes cree que serían sus principales rivales?

GUSTAVO BOLÍVAR (G.B.): La derecha tiene tres posibilidades: Vicky Dávila, Germán Vargas Lleras y el que salga del uribismo, pero en el Centro Democrático no hay un candidato serio, hay un poco de gente trivial, que inventa cosas, que sale a decir unas pendejadas que nadie les cree y el mismo expresidente Álvaro Uribe los reprende. O sea que ahí no habrá candidato. El único camino del uribismo es plegarse a Vicky, pero ella entraría en un conflicto porque dejaría de ser outsider. Hoy es la outsider de la política, ella tiene el voto de opinión, pero no el voto duro ni el de las maquinarias. Y para ganar se requiere de las tres cosas. ¿Qué tiene que hacer ella? Tener el voto duro de Uribe y conquistar a una gran franja de opinión porque maquinaria tampoco va a tener, ya que se desvirtuaría al meterse con Dilian Francisca Toro y todas esas componendas, ese no es su discurso. En la derecha, ella va a ser la candidata. Hay una incógnita con Germán Vargas Lleras, sepultado con el famoso coscorrón, pero no sabemos si resucite. Hoy, la candidata de la derecha es Vicky. En el centro está muy difícil: Fajardo no va a las consultas y no quiere enfrentarse a Claudia López, y van a llegar divididos y se suicidan ambos. Lo de Claudia lo veo muy mal. No sabemos qué pasará en el camino, pero hoy, como están las cosas, los candidatos en segunda vuelta serían Vicky Dávila y el candidato del Pacto Histórico. No hay forma de que no sea así.

SEMANA: ¿Así de fuerte ve usted a Vicky Dávila?

G.B.: Sí; Vicky, en las últimas encuestas, aparece de primera, segunda o tercera. Eso quiere decir que hay una tendencia ahí, mientras que los candidatos del uribismo y Vargas Lleras no pasan de cinco puntos. No marcan, no cohesionan, no conectan con las bases, siguen con su discurso del castrochavismo y 2022. Entonces, veo una final, una segunda vuelta de Vicky con el uribismo, contra el candidato del Pacto.

SEMANA: ¿Cuándo hará oficial su precandidatura presidencial?

G.B.: Tengo una condición, y es que los candidatos del Pacto Histórico que no salen favorecidos en las encuestas se están moviendo para que el candidato o la candidata sea elegida a dedo. Yo no le jalo a eso. Si no hay una consulta, no le jalo porque estaría militando en un movimiento que no es democrático. Si me invitaron a la política fue a profundizar la democracia. Caer en las mismas prácticas de los partidos que hemos criticado, como el Liberal, el Conservador, el que diga Álvaro Uribe y venga yo lo pongo, no. Eso no es un movimiento democrático y a mí no me interesaría estar en un movimiento antidemocrático.

SEMANA: Conclusión: ¿usted solo va a aspirar a la presidencia si en octubre hay consulta?

G.B.: Cuando el mecanismo esté claro. Y no puede ser distinto a la consulta, porque ya se están moviendo con un pretexto muy chimbo y es que dicen que como Bolívar va sobrado en las encuestas, para qué se meten en la consulta si yo les gano. No. Hagan las cosas bien, como una buena campaña y buenas propuestas, y ganen. Por otro lado, dicen que Gustavo Bolívar está inflado por la derecha. Yo les respondo: si estoy inflado, ¿por qué les da miedo la consulta? Si estoy inflado, sencillo, me ganan.

Bolívar se lanzó al ruedo. | Foto: JUAN CARLOS SIERRA-REVISTA SEMANA.

SEMANA: ¿Quiénes están tratando de que el candidato del Pacto Histórico sea escogido a dedo?

G.B.: Los que van perdiendo en las encuestas. Ahí está María José Pizarro; todo el petrosantismo, que no despega en los sondeos y les parece muy fácil decir que no hagamos consulta porque nos gana Bolívar y que busquemos un candidato de consenso. Reitero, a eso no le jalo. Este lunes 19 de mayo hay una cita de los precandidatos del Pacto Histórico. Acudiré, escucharé y les voy a plantear lo que le anuncio a SEMANA: si no hay consulta, no voy a la candidatura y me retiro del partido, del Pacto Histórico, porque sentiría una traición a los principios que me trajeron a la política. Usted no puede pelear por la consulta popular, pero cuando vamos a elegir al candidato del Pacto Histórico, entonces la consulta es mala. Es decir, ¿es buena para unas cosas y mala para otras? No.

SEMANA: Si no hay consulta presidencial en el Pacto Histórico, usted renuncia al partido.

G.B.: Sí, y a la Colombia Humana.

SEMANA: Pero se quedaría sin partido.

G.B.: No importa. Me voy a escribir, vuelvo a mi vida anterior, no tengo ambiciones aquí, pero sí quiero que las decisiones las tome la gente, el pueblo, las bases.

SEMANA: Esa decisión estará en manos de Gustavo Petro.

G.B.: El presidente da guiños, no puede participar en política, no puede pararse en la plaza pública y decir: “Este es nuestro candidato”.

Bolívar conversó sobre los candidatos del petrismo y las apuestas de otros sectores. | Foto: JUAN CARLOS SIERRA-REVISTA SEMANA.

SEMANA: Pero por debajo de la mesa, sí...

G.B.: Da guiños. Es claro que soy incómodo para el Pacto Histórico. Me ven como inderrotable, según las encuestas, ahí sí creen en las mediciones. Los noto como con un ánimo de hacerle el esguince a una persona que ha mostrado coherencia y que ha trabajado honestamente y con lealtad tanto por los principios del Gobierno, del presidente y el partido. No entiendo. ¿Cómo no vamos a tener cabida las personas que hacemos bien las cosas? Estamos asistiendo a algo terrible y es que en la política no cabe la decencia. Entonces, que lo digan de una vez.

SEMANA: Usted dice que es incómodo para el Pacto Histórico. ¿Para quién?

G.B.: Conecto con las bases, esa es mi conexión, pero con la dirigencia, cada una tiene sus intereses, es normal, válido. Tiene que haber unas reglas de juego democráticas, pero si empiezan a hacerle el esguince a la consulta solamente porque yo estoy sobrado, no me parece democrático. En esos escenarios ellos no ven posibilidades y por eso me quieren cerrar el paso.

SEMANA: Si usted renuncia al Pacto Histórico, ¿recogería firmas para su candidatura presidencial?

G.B.: No. Tampoco seré obstáculo para que el Pacto no gane la presidencia en 2026. No quiero ser el culpable, porque fácilmente uno podría decir: “Me voy aparte, recojo firmas y monto una disidencia”. No. Sencillamente, me decepciono totalmente de la política, entiendo que llegué a un movimiento igual al que combatí en mi juventud. Recuerden que vengo de las juventudes del Nuevo Liberalismo.

SEMANA: A usted lo vimos echarse encima la lista al Senado por el Pacto Histórico y ha sido amigo personal de Petro. ¿Siente tristeza cuando hoy dice que es incómodo para algunos sectores del Pacto?

G.B.: Sí, es que en la política no existen amigos, existen intereses personales o ambiciones, no necesariamente económicas.

El saliente director del DPS contó detalles de lo conversado con Petro. | Foto: JUAN CARLOS SIERRA-REVISTA SEMANA

SEMANA: ¿Usted le ha manifestado todo esto a Petro?

G.B.: Él sabe. Una vez le dije al presidente que yo entendía las alianzas que él hacía para sacar adelante sus reformas. Fue una charla bonita. Él entendió por qué razón estoy en la política. Le dije: “Es que a usted sí le queda fácil y válido hacer alianzas con la clase política tradicional para sacar adelante sus reformas, porque esa es su vida, su lucha de 40 años, pero la mía es cambiar las costumbres políticas”. A él lo apoyo y ojalá lo siga haciendo, puede venderle el alma al diablo. Yo no, porque tenemos una visión y misiones distintas en la política. Petro quiere que las reformas sociales cambien para siempre a Colombia y que mediante la justicia social se consiga la paz.

SEMANA: ¿Pero es justo que Petro logre aprobar las reformas vendiéndole el alma al diablo, como usted dice?

G.B.: No. Lo que estoy diciendo es que con él lo justifico. Si mi razón es que la población negra que vive al borde de un río, sin carreteras y totalmente excluida, pueda tener una redención, también lo haría. Y seguramente va a llegar el momento en que uno tenga que hacerlo, pero hay que seleccionar con quién. Hay política tradicional que no es ladrona.

SEMANA: ¿Cuándo fue la última vez que habló personalmente con Petro?

G.B.: En abril, hace poco; él supo que yo renunciaba para no inhabilitarme. Me dijo que necesitábamos a un candidato que convocara más fuerzas. Eso sí, me lo afirmó, nosotros somos muy honestos en las charlas, y yo le pedí que me dejara jugar políticamente porque tengo ese derecho y ya. Me aceptó la renuncia. Sabe que voy a jugar.

SEMANA: ¿Siente que Petro le cerró las puertas cuando le dijo que se necesitaba a un candidato que convocara a más fuerzas?

G.B.: No estoy diciendo que yo sea el candidato preferido del presidente, pero él respeta los derechos de las personas. Al comienzo, cuando empezó la presidencia, empezó a sonar el nombre de su esposa, Verónica Alcocer. Un periodista le preguntó y él respondió que no le podía cerrar el derecho a participar a nadie. Eso se disipó por el camino. Él no lo va a truncar, lo que pasa es que los otros miembros del Pacto Histórico, como ven que yo puedo ganar la consulta, se están moviendo para buscar otro mecanismo distinto, y no voy a aceptar eso.

Gustavo Bolívar le dijo a SEMANA que no hay distanciamiento con Gustavo Petro, pero el enfriamiento en la relación entre ambos es inocultable.
Gustavo Bolívar le dijo a SEMANA que no hay distanciamiento con Gustavo Petro, pero el enfriamiento en la relación entre ambos es inocultable. | Foto: el paÍs

SEMANA: Es decir, ¿hoy su precandidatura no tiene el visto bueno de Petro?

G.B.: Hoy no. Ninguna precandidatura. A los que han hablado con él tampoco les ha dicho algo, él está invitando a mucha gente al frente amplio. Si Petro se casa con una candidatura, pierde el año porque afecta al frente amplio.

SEMANA: ¿Usted necesita a Petro para su candidatura?

G.B.: Gustavo Petro y Álvaro Uribe son los únicos dos políticos de este siglo que tienen un voto duro: el religioso, nosotros le llamamos los devotos. Nunca se van a mover. Petro ha demostrado esa consistencia desde que se posesionó. Las encuestas siempre ponen ese voto duro entre 30 y 40 por ciento, hoy está como en el 37, en la última encuesta de Invamer, ha estado en 30, sube al 35, a veces toca el 40. Esa gente está ahí, sí o sí, y alcanza para que cualquier candidato pase a segunda vuelta.

SEMANA: Si Petro, al final, no lo apoya en su precandidatura, ¿qué hace?

G.B.: Si él apoya la consulta, yo voy. Ganando la consulta, a él no le queda más camino que apoyar a quien triunfe, porque esa convocatoria al frente amplio la ha hecho él. Nos toca conquistar a Petro. ¿Y cómo se conquista? Ganando la consulta y diciéndole: “Presidente, soy su candidato, acá estoy, qué acuerdos vamos a hacer y con quiénes”. Yo entiendo que la política es así.

SEMANA: ¿Le dolió cuando Petro le hizo el desplante en una tarima, en el Catatumbo, y no lo dejó hablar?

G.B.: Sí, yo tengo mi corazoncito, no voy a decir que no me dolió. Me dolió por dos cosas. Primero, a mí me invitó la Presidencia al evento, allá se llega en helicóptero militar, me llevaron con todos los ministros y me dijeron que yo hablaría. No busqué ni hablar ni ir. Y llegó el presidente y se molestó porque yo estaba ahí, con razón, porque él creía que ya me había ido. La renuncia la pasé el 30 de abril, pero se hacía efectiva el 16 de mayo (este viernes). Entonces dije: “¿Cómo así?, si a mí me invitaron, me ponen a hablar, este señor me está regañando y no entiendo por qué”. Sí, me dolió porque me pareció injusto. La directora del Dapre, Angie Rodríguez, tuvo un detalle muy bonito, se bajó de la mesa, me abrazó y me dijo: “Qué pena contigo, director; no sabía que el presidente se iba a molestar, yo sé que eres funcionario hasta el 16 de mayo y no vi problema en invitarte”. Le respondí que tranquila, eso lo arreglamos después con el presidente. Fue un malentendido, pero, obviamente, me dolió mucho.

Gustavo Bolívar y Gustavo Petro
El presidente Petro regañó a Bolívar en pleno evento. Él reconoció que eso le dolió. | Foto: Fotos tomadas transmisión de la Presidencia

SEMANA: ¿Le reclamó a Petro?

G.B.: Le he escrito para otras cosas, ya normalizamos la conversación, pero ese tema no lo he tocado. Al día siguiente se fue a China. Quiero una charla con él para dejarle claros esos puntos.

SEMANA: Hubo muchos regaños de parte de Petro contra usted, incluso en los consejos de ministros.

G.B.: Lo que pasa es que la transmisión de los consejos de ministros es nueva, pero él durante todo el año nos cuestiona todo el tiempo. No es nuevo. A veces es con el ministro de Educación, Transporte, siempre tiene ese tono, es como de papá, no lo noté raro. Él conoce mucho el Estado, el detalle de cada cosa.

SEMANA: ¿La relación entre usted y Petro está fría?

G.B.: Después del regaño no hemos vuelto a hablar. De mi parte hacia él, no; él es el jefe, el reclamo que hacía era justo porque pensaba que yo ya me había retirado del DPS, él no quiere que alguien se aproveche del Estado para hacer campaña. Pero cuando lea esta entrevista se dará cuenta de que fui invitado por la Presidencia.

SEMANA: Es decir, Petro lee SEMANA.

G.B.: Sí, yo creo que sí, obviamente (risas).

Gustavo Bolívar, director de Prosperidad Social, llevaba una camiseta estampada con el mensaje “Consulta Popular, Colombia vota Sí a todo” durante acto de Presidencia el 24 de abril de 2025 en Soledad, Atlántico.
Gustavo Bolívar ha sido uno de los más fieles defensores del petrismo. | Foto: Flickr: Presidencia de la República - Juan Cano

SEMANA: ¿Petro cree que usted, como candidato, no hace alianzas con el Partido Liberal, La U, los conservadores y otros sectores que se necesitan para ganar la presidencia?

G.B.: Le he dicho al presidente que sí puedo hacer alianzas, pero revisamos los nombres. Hay que saber con quién se hacen esas alianzas.

SEMANA: Le doy nombres. ¿Se sentaría con el presidente del Partido Liberal, César Gaviria, con quien ha tenido fuertes enfrentamientos?

G.B.: Sí. La invitación que le hago al presidente César Gaviria es que mande un precandidato presidencial al frente amplio porque el Partido Liberal no puede estar alejado de sus principios. Y él lo ha alejado. Ahora, ¿con cuáles me subo a una tarima?

SEMANA: ¿Con Gaviria se sube a una tarima?

G.B.: Si él recapacita y realindera el Partido Liberal hacia el progresismo, me subo a una tarima con César Gaviria.

SEMANA: ¿Con Dilian Francisca Toro?

G.B.: En un eventual Gobierno, haría acuerdo con ellos, un acuerdo nacional. Uno no puede desconocer que, independientemente de sus prácticas, forman parte importante de la política colombiana. A todos ellos hay que decirles: “Venga y nos sentamos a mirar proyectos comunes del país”.

Gustavo Bolívar, director del DPS, el 10 de marzo de 2025 en Bogotá
Bolívar pasó por el DPS. | Foto: César Carrión - Presidencia de Colombia

SEMANA: Si va al frente amplio, tendría que medir fuerzas, eventualmente, con Daniel Quintero, Carlos Amaya, entre otros. Gane quien gane en esa consulta, ¿usted está dispuesto a respaldar al elegido o elegida?

G.B.: Es que toca. Si me meto a una consulta, tiene una regla principal: los que pierdan le trabajan al que gane. Si participo, implícitamente, estoy aceptando que si pierdo le tengo que trabajar a alguno de ellos.

SEMANA: ¿A Daniel Quintero, con quien usted tiene reparos?

G.B.: Me tocaría, claro.

SEMANA: ¿Cree que el candidato de la izquierda que podría congregar a esos otros sectores podría ser Carlos Amaya?

G.B.: Él tiene cuestionamientos, no está condenado, pero los tiene; dicen que tiene una inhabilidad para aspirar. Eso lo tiene que decidir con su equipo. Además, votó por Rodolfo Hernández en las presidenciales de 2022. Las bases del Pacto Histórico no compran fácilmente ese nombre. Petro tal vez sí, porque tiene una visión más amplia de la política y se ha volcado al pragmatismo para poder profundizar el cambio y continuar con el poder. Las bases no compran a Carlos Amaya. Se lo digo porque recorro este país. Tendría que alinear sus propuestas a las del movimiento, demostrarnos que merece nuestra confianza, porque hoy no la tiene y tiene que ir a la consulta. Si es impuesto con el bolígrafo, ahí sí no le camina nadie.

SEMANA: ¿Usted demolería en las urnas a Amaya?

G.B.: Hoy sí, pero no sabemos cómo le vaya cuando se postule.

SEMANA: ¿Amaya es el candidato de Gustavo Petro?

G.B.: No creo.

SEMANA: Pero hay reuniones de ellos hablando de las elecciones presidenciales de 2026…

G.B.: Sí, Petro quiere que él esté en el frente amplio. El presidente no puede decirle a alguien que es su candidato, porque enseguida termina con el frente amplio. Ellos pueden decirlo, pero es mentira. Él tiene que ser neutral, lo que sí quiere es que participe, como Roy Barreras y otras fuerzas.

SEMANA: ¿Le duele que Petro se incline por Amaya, cuando usted ha sido su amigo, lo ha acompañado en sus candidaturas presidenciales, la del Senado y demás?

G.B.: Por eso le digo, en la política no hay amigos, hay conveniencias. El presidente, legítimamente, está pensando en un candidato más conveniente para ganar. Tengo que conquistar a Petro a medida que vaya avanzando la campaña para que él se convenza de que sí puedo hacer acuerdos, que sí puedo tener una vocación de poder y ganar. Ahora cree que no y lo entiendo, pero no cometerá la torpeza de irse con un candidato tan temprano porque los demás no le participarán en el frente amplio.

SEMANA: Dicen que quien impulsa la aspiración de Amaya es Armando Benedetti.

G.B.: No lo sé. Benedetti sí pertenece al grupo que llamamos petrosantismo, en el que se mueven otras fuerzas distintas a la izquierda. Obviamente, ellos tienen su puja por tener su candidato. No sé si es Amaya. La consulta es el único mecanismo que disipa todo esto. Muy triste sería para nosotros, quienes hemos militado con el progresismo todo el tiempo, que nos impusieran a un candidato que no es progresista. Aquí se sabe que la izquierda, la Unión Patriótica, ha perdido familiares, perseguidos, para que le digan, por ejemplo, a la UP: “Toda la sangre de sus compañeros ahora la va a representar Carlos Amaya, el señor que votó por Rodolfo Hernández”. No creo que la gente le jale a eso.

SEMANA: ¿Con la posible aspiración de Amaya, Petro quiere acabar con la aspiración de Claudia López?

G.B.: Creo que él quiere presentar una alternativa más abierta, más de centroizquierda, más tirada al centro, porque sabe que podemos ampliar el espectro electoral. La aspiración presidencial de Claudia López ya está en dificultades, ingrese o no Amaya. Ella perdió los votos de la izquierda por el trato que nos ha dado; segundo, en la derecha no la aceptan; y tercero, se disputa el centro con Sergio Fajardo. Por eso, en las encuestas no despega. O bajó porque arrancó en punta, pero apenas apareció Vicky Dávila, Claudia bajó, y por cuenta de Sergio Fajardo, ella bajó aún más. Claudia está en un escenario muy difícil, no es de izquierda, no es de derecha, ella ha tenido titubeos en su vida. En un mensaje en sus redes sociales dijo que era de centroizquierda, luego centroderecha; y como se mueve a conveniencia, la gente no le tiene confianza a ese tipo de políticos. La gente cree más en un Uribe o en los uribistas o en los del Pacto Histórico porque saben que no nos movemos de nuestros ideales.

En menos de dos semanas, el gobernador Carlos Amaya decidirá si aspira o no a la presidencia.
El gobernador Carlos Amaya sería otra de las cartas del presidente Gustavo Petro. | Foto: Presidencia

SEMANA: ¿Usted sigue amando al presidente Petro?

G.B.: Sí, yo lo sigo amando. Mi amor no lo he perdido por el presidente. Sí tuve mi tusa estos días, pero ya me pasó. Uno tiene que ser firme, no voy a dejar de querer a una persona que ha sido coherente y buen tipo por un regaño; demostraría mucha inmadurez de mi parte.

SEMANA: ¿Cómo superó la tusa?

G.B.: Me alejé el fin de semana, me puse a escribir una novela que estoy escribiendo desde hace un tiempo, y el lunes aparecí con un nuevo semblante, y borrón y cuenta nueva.

SEMANA: Pero para amar se necesitan dos y acá se ve solo uno...

G.B.: (Risas) No sé si mi amor es correspondido, diría que sí. Cuando ha habido escenarios donde Petro tiene que defenderme, lo ha hecho, me ha defendido, me ha puesto a encabezar las listas al Pacto Histórico. Es un hombre de guiños. Nunca espere que Petro le dé un abrazo o una palmadita en la espalda y le diga que lo hizo bien, pero lo demuestra con guiños. Siempre me ha tenido en esas preferencias.

SEMANA: ¿Usted tiene buena relación con Armando Benedetti?

G.B.: Eran relaciones de compañeros de gabinete. Independientemente de sus cuestionamientos, nosotros en la izquierda no tenemos un operador político como él. Si mira, ningún ministro del Interior en este Gobierno ha sido de la izquierda: Alfonso Prada, Luis Fernando Velasco, Juan Fernando Cristo y Benedetti vienen de la política tradicional. Yo, por ejemplo, hubiera sido el peor. Cómo llamo yo a los congresistas que he atacado toda la vida y les digo: “Venga, hablemos”. Como operador político, yo quisiera tener uno así.

Consulta Popular y reforma a la salud
Bolívar no ha tenido la mejor relación con el actual ministro del Interior, Armando Benedetti. | Foto: Guillermo Torres / Semana

SEMANA: Si es presidente, ¿tendría a un Benedetti?

G.B.: Sí, claro, pero sin sus cuestionamientos jurídicos.

SEMANA: ¿Armando Benedetti es el presidente de Colombia? ¿Es quien manda?

G.B.: Eso es mentira. El presidente siempre ha mandado, por eso desautoriza a las personas. Ellos creen que pueden mandar y sacan una cosa, y él sale y la desautoriza. Siempre ha mandado. No ha perdido el control.

SEMANA: ¿Cómo ve los enfrentamientos entre Benedetti y Laura Sarabia?

G.B.: Es una disputa que nos ha arrastrado a nosotros y nos ha costado en términos de gobernabilidad, credibilidad y respeto por el Gobierno. Son dos personas enfrentándose crudamente y eso no se debería presentar en el entorno cercano al presidente. Yo creo que Petro ya los llamó al orden, pero no veo ni a Laura ni a Benedetti dispuestos a ceder. Se van a anular ambos. Se están dando tan duro que, de pronto, van a desaparecer juntos. Se van a reventar en sus denuncias mutuas. Ambos pueden irse a la lona porque Benedetti tiene cosas de Laura como ella de él. Si siguen en esa pugna, se van a autodestruir.

SEMANA: ¿Laura Sarabia tiene el mismo poder que antes?

G.B.: No lo creo. Benedetti vino a reclamar su lugar y ya; con las disputas que tienen, demostraron que los dos no caben en el mismo sitio. El poder está en la Casa de Nariño, usted puede tener el cargo más alto, pero el poder lo ejerce quien esté cerca del presidente y ella lo perdió. Ella ya no es del círculo cercano a Petro.

La canciller Laura Sarabia habló de sus primeros 100 días,
Bolívar ha criticado a la canciller Laura Sarabia. | Foto: Cancillería

SEMANA: ¿Le hubiera gustado trabajar cerca a Petro?

G.B.: Le dijimos al presidente una semana antes de la elección. Sabíamos que iba a ganar. Con Iván Cepeda y Alexánder López fuimos a buscarlo en una finca en Caldas y le dijimos que iba a ganar y le preguntamos qué iba a pasar con nosotros y si quería que estuviéramos cerca de él. Petro no lo tomó. Cuando empezó a nombrar a las personas, nombró a Laura Sarabia; ella estuvo en la campaña, pero no conocíamos sus ambiciones todavía. Luego a Mauricio Lizcano. Nos sorprendió porque nos sacó. Nosotros (la izquierda) solo hemos estado en la Casa de Nariño cuatro días, cuando Jorge Rojas fue director del Dapre. Yo digo que tres y un día Jorge me escuchó en la radio, me llamó y me dijo: “Deje de ser mentiroso, que fueron cuatro”. La izquierda no ha manejado el poder.

SEMANA: ¿Qué tan ambiciosa es Laura Sarabia?

G.B.: Tanto como para caerse sola. Desaprovechó una oportunidad que le dio la vida, que le otorgó el presidente de estar cerca del poder, de haber construido un buen nombre, pero las ambiciones le afloraron muy rápido y eso ha hecho que cometa muchos errores y deje muchos enemigos por el camino. Las ambiciones son malas, más que todo la codicia, y eso la puede estar sepultando. Tenía una de las carreras más promisorias; la lanzaron, incluso, a la presidencia. Cómo no se conformó con eso. Cómo no hizo una carrera limpia, tranquila, seguramente no para esta, pero sí para las próximas, hubiera sido presidenciable, pero tiene mucho cuestionamiento encima. Se está enredando la vida.

SEMANA: ¿Por qué Petro no le pide la renuncia?

G.B.: Eso solo lo sabe el presidente. En algún momento ella sí fue fundamental para él. Creo que le tiene gratitud.

SEMANA: O sabe mucho de la campaña...

G.B.: Eso se especula, hay mucho chisme de Palacio y me gusta hablar sobre pruebas.

Vicky Dávila y Gustavo Bolívar
Bolívar se refirió a la candidatura de Vicky Dávila. | Foto: SEMANA

SEMANA: Cuando dice que ella es ambiciosa, ¿a qué se refiere?

G.B.: En las denuncias de la prensa, uno ve que ella pone a personas en ciertos sitios que no están dando buenos resultados y se han metido en problemas. Ahora, que esas personas tengan una relación directa, en algún negocio con ella, eso lo tiene que determinar la justicia y creo que están investigando.

SEMANA: ¿Le molesta que varios miembros de la izquierda estén por fuera del Gobierno: por ejemplo, Gloria Inés Ramírez, Jorge Rojas, Susana Muhamad y Alexánder López?

G.B.: Y personas tan valiosas. Susana sí había aceptado la dirección del DNP tras su salida del Ministerio de Ambiente; incluso sabiendo el matoneo que le iban a hacer, porque dijo que no se sentaría en la misma mesa con Armando Benedetti. Ella lo analizó y dijo que aceptaba ir al DNP. Hablamos entre nosotros y coincidimos en que no les dejaríamos esos espacios a ellos. Estaba dispuesta, pero no sé qué pasó, algo ocurrió. No le publicaron su hoja de vida. Alexánder López es otra baja sensible.

SEMANA: ¿Qué pasó con Francia Márquez?

G.B.: Está muy triste porque la pusieron a organizar un ministerio, duró un año haciendo esa tarea, y como funcionario se lo digo: uno mínimo se gasta ese tiempo porque hay que buscar las hojas de vida, llamar a las personas, vincularlas, eso dura tres meses o más. Y tuvo que vincular a 600. Muchas resoluciones, según dice, se las trancaron en el Dapre. Pero, finalmente, pudo conformar el ministerio y este año estaba muy feliz porque iba a dar resultados. Cuando iba a mostrarle al país que era una gran ejecutora, la sacaron del ministerio. Eso le dolió mucho, está triste todavía. Yo hablé con ella cuando fui a la marcha en Cali, pero pues empezó a recorrer el país y está asumiendo como vicepresidenta.

SEMANA: ¿Se enfrió la relación entre Petro y Márquez?

G.B.: Sí, claro.

SEMANA: A usted le cuestionan su resultado en la campaña por la Alcaldía de Bogotá en 2023…

G.B.: Entré al Gobierno después de mi paso por la candidatura a la Alcaldía de Bogotá. Para algunos fue fallido, pero hoy, viendo los resultados de las más recientes encuestas, fue afortunado. Fue fallido porque me paré en la raya y no recibí dineros ni de contratistas ni de narcos. Mi campaña fue más barata, incluso, que la de Juan Daniel Oviedo. Hoy, si mira las encuestas, voy ganando en Bogotá. La gente se ha dado cuenta de que, de pronto, desperdició a un buen prospecto de alcalde. No fue un paso fallido. Al contrario, me di a conocer más, hice grandes debates, mostré conocimiento de los temas públicos. La campaña a la Alcaldía; mi paso por el Senado, nadie puede decir que cometí alguna falta y presenté muchos proyectos, aunque no aprobaron ninguno; mi paso por Prosperidad Social, le van mostrando a la gente un personaje en el que pueden creer. Eso me da como resultado estar arriba en las encuestas, algunas veces de tercero, de segundo o primero. Siempre estamos las mismas personas: Vicky Dávila, Sergio Fajardo y yo. Si analizamos, ninguno de los tres tenemos escándalos. ¿Qué está buscando la gente? Esa es la reflexión que tiene que hacer el Pacto Histórico cuando vayan a escoger al candidato. La ciudadanía está buscando decencia.