POLÍTICA
El Senado revivió la reforma laboral de Gustavo Petro. Sin embargo, hundió la consulta popular
El ministro del Interior, Armando Benedetti, aplaudió la decisión legislativa, pero tiene claro que los tiempos no corren a su favor.
El presidente Gustavo Petro recibió un espaldarazo la tarde de este miércoles 14 de mayo en el Senado porque su reforma laboral, que fue hundida por la Comisión Séptima del Senado, revivió.
En cambio, su consulta popular terminó hundida por una diferencia de dos votos. Fue una jornada acalorada, de grandes controversias y evidentes enfrentamientos. El Gobierno, al final de la tarde, recibió garrote y a la vez zanahoria.

La decisión de votar favorablemente la apelación que revivió la reforma laboral surgió de varios sectores del petrismo y la respaldó, extrañamente, la oposición en una sesión que se extendió durante siete horas.
Esa movida política de los contradictores fue interpretada como una manera de quitarle fuerza a la consulta popular porque nació luego de que la Comisión Séptima del Senado votó en contra de esa reforma.
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Y así ocurrió. Tan pronto la plenaria del Senado revivió la reforma laboral de Petro, a renglón seguido, el senador Efraín Cepeda, quien lideró la jornada, procedió a someter a votación la consulta. Y el Gobierno fue derrotado. La consulta popular, fuertemente promovida desde la Casa de Nariño, no se dará.
“Ha ganado la democracia, la sensatez, ¡ha ganado Colombia! Hemos derrotado la consulta populista de Gustavo Petro", dijo la senadora del Centro Democrático María Fernanda Cabal.
Al otro lado, el ministro del Interior, Armando Benedetti, quien no ocultó su molestia con el secretario general del Senado, habló de fraude.
“El secretario general del Senado, Diego González, agregó votos por el ‘No’ una vez se había cerrado la votación. Eso es un delito, señor secretario”, escribió el ministro en su red social X.
“Lo de hoy fue fraudulento. Se hundió la consulta popular de forma fraudulenta. El presidente del Senado, Efraín Cepeda, no dio las garantías para votar, cerró el registro cuando vio que iban ganando. Hoy hicieron trampa”, añadió.
Y remató: “Efraín Cepeda y el secretario general incurrieron en delitos, en falta de ética y moral, para hundir la consulta popular”.
Benedetti no parece celebrar el resurgimiento de la reforma laboral porque tiene claro que corre contra el tiempo y que le quedan menos de cuatro semanas para aprobar la iniciativa. “No dan los tiempos porque esa ley muere el 20 de junio. No dan los tiempos, así se convocara a sesiones extraordinarias”, advirtió.
De lo contrario, se hundirá nuevamente y el petrismo estará nuevamente derrotado.
El ministro del Interior está indignado y molesto porque naufragó la consulta popular, un mecanismo democrático que él se había echado encima y que prometió sacar adelante en el Legislativo, pero terminó hundido por escasos dos votos. Era una de sus más grandes pruebas de fuego desde que asumió su cargo.
Benedetti, horas antes del debate de la consulta popular, anunció públicamente que tenía los votos asegurados. Por su parte, el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, dijo con optimismo que habría sorpresas en la votación. Las cuentas no se dieron.