El fruver de David Racero: SEMANA llegó hasta el controvertido supermercado del congresista que hoy lo tiene contra las cuerdas. Esto encontró

Parece que la semana que pasó no fue la más afortunada para David Racero, representante a la Cámara del Pacto Histórico, tras los audios revelados por Daniel Coronell.

En ellos quedaría evidenciado, presuntamente, un cúmulo de malas prácticas laborales ejercidas por el representante, quien, entre otras cosas, es uno de los mayores defensores de la reforma laboral con la que su partido busca “dignificar” a los trabajadores del país.

Racero aún no ha dado ninguna explicación de fondo sobre los audios en los que se le escucha organizar la contratación de una empleada que necesitaba para un establecimiento de su propiedad en 2020. En esa grabación, él reveló que el sueldo que le pagaría a la mujer era menor al salario mínimo de esa época, que las jornadas laborales eran de casi 13 horas y que el contrato que iba a suscribir no incluía prestaciones. Solo le pagaría un millón de pesos.

El congresista publicó un video en sus cuentas oficiales en el que aseguró que solo daría explicaciones a los entes de control que se lo solicitaran y que, por el contrario, lo que se estaba orquestando era un “linchamiento político” organizado en contra de todas las cabezas visibles del proyecto progresista. También dijo que el fruver que estaba en el centro de la polémica se había cerrado hace años y que había sido un emprendimiento familiar.

“En 2020, durante aproximadamente seis meses, mi familia y yo tuvimos un pequeño emprendimiento familiar. Diversas circunstancias relacionadas con la pandemia mantuvieron los saldos en rojo y obligaron a la liquidación. Esa es la única verdad”, aseguró.

SEMANA investigó y encontró que, en efecto, el local comercial donde estaba ubicado el establecimiento comercial ya no existe, está cerrado al público. Pero, al parecer, La Cosecha del Campo, como estaba estampado en el letrero gigante de la entrada del fruver de Racero, nunca existió legalmente como propiedad del representante, pues de los nueve establecimientos de este tipo que están registrados en la Cámara de Comercio de Bogotá, y que coinciden con ese nombre, ninguno menciona a David Mauricio Racero Mayorca.

Entonces, hay dos opciones: la primera es que Racero nunca hubiera sido representante legal del local y que su tenencia ante la Cámara de Comercio hubiera sido de un tercero. En los registros mercantiles aparecen dos sociedades constituidas en las mismas fechas que el congresista dice haber tenido su emprendimiento (entre 2020 y 2021).

Una de ellas es representada por una mujer de apellidos Velosa Quiroga y otra por un hombre Rodríguez Ariza. Aparentemente, ninguno está relacionado con el representante del Pacto Histórico.

La segunda opción es que La Cosecha del Campo nunca hubiera sido registrada en Cámara de Comercio por Racero, que no aparece en ningún registro ni como representante o propietario, y que hubiera funcionado de manera informal sin ninguno de los requerimientos de ley, como Sayco Acinpro, Bomberos, estudio de suelos y el impuesto de avisos o tableros.

Sin embargo, ante la falta de claridad en las declaraciones de Racero sobre la existencia de ese establecimiento comercial, serán las autoridades las que deberán indagar por el pasado del fruver. Ahora bien, dentro de este entramado hay cosas aún más extrañas.

En las declaraciones de bienes y rentas, conflictos de interés e impuesto sobre la renta y complementarios que reportan los servidores públicos en el aplicativo de la Función Pública del Estado, aparece que la casa donde estaba el fruver es una propiedad de carácter familiar en forma de leasing habitacional, con un costo aproximado de 750 millones de pesos.

Así quedó declarado en 2023; sin embargo, en la misma declaración de 2024 ya no aparecen registradas ni la casa ni ninguna de las otras tres propiedades que tenía a su nombre. No hay duda de que Racero le debe explicaciones al país.