Política
Colombia confirma apoyo al candidato de Surinam para la elección del nuevo secretario general de la OEA
La votación será el 10 de marzo. Albert Ramdin tiene una larga experiencia en la organización, pero también ha sido cercano a China.

La Organización de Estados Americanos (OEA) se alista para elegir al nuevo secretario general este 10 de marzo y los países de la región ya están confirmando sus votos para la sesión plenaria en la que se definirá al sucesor de Luis Almagro. Colombia confirmó que respaldará al candidato de Surinam, Albert Ramdin, quien tiene el respaldo de otras naciones de Suramérica y del Caribe.
Ese apoyo fue suscrito por la Cancillería colombiana en un comunicado conjunto con Brasil, Bolivia, Chile y Uruguay, lo que deja a Ramdin con un favoritismo claro en el pleno de esa organización para liderarla en el periodo 2025-2030 en un escenario en el que el Caribe promete tomar más relevancia en la agenda regional.
Esos Estados dijeron: “El ministro Albert Ramdin, con su vasta experiencia en diplomacia, incluyendo su papel en el pasado como secretario general adjunto de la OEA, está en una posición única para abordar los desafíos contemporáneos que enfrentan nuestros países, aportando una nueva perspectiva que refleje las realidades y aspiraciones de la región caribeña y de América en su conjunto”.
Pero con la votación del próximo 10 de marzo está en juego mucho más que la designación de un nuevo secretario general. Ramdin está recibiendo el respaldo de gobiernos afines a la izquierda —el de Lula da Silva en Brasil, Luis Arce en Bolivia, Gabriel Boric en Chile, Gustavo Petro en Colombia y Yamandú Orsi en Uruguay— lo que marcaría un cambio en la línea que trazó Almagro en estos casi diez años al frente de esa instancia regional.
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El bloque de países suramericanos consideró que esta decisión “representa un paso significativo hacia la unidad de la región en el actual contexto geopolítico y también una oportunidad histórica para la organización, así como para la región del Caribe, que por primera vez podría liderar este importante espacio de integración hemisférica”.
La cercanía con China
Más allá de un protagonismo sin antecedentes para el Caribe dentro de la OEA, la posible llegada de Ramdin marca las disputas geopolíticas por la influencia dentro de la región, pues él sería la carta de China dentro de esta definición. Si bien el país asiático no hace parte del organismo, sus diplomáticos se han estado acercando al candidato.
“China gana terreno y sin duda querrá influir para que en América Latina disminuya la confrontación entre estados, que puede afectar sus intereses. China es país observador, pero no necesita de la OEA para obtener el linaje que requiere. En términos generales, esta elección refleja más las disputas históricas entre países latinoamericanos que buscan alianzas para distanciarse de Estados Unidos y ese país que busca alinear sus intereses en la región con secretarios que impulsen sus intereses”, apuntó el profesor de relaciones internacionales en la Universidad Externado, Rafael Piñeros.
En diciembre de 2024, cuando Ramdin ya se perfilaba como candidato para la Secretaría General de la OEA, él se reunió con el embajador chino Lin Ji en un encuentro que fue leído como un guiño de la administración de China a la aspiración internacional del diplomático.
Para entonces, la Embajada de China en Surinam aseguró que esa cita les permitió “Fortalecer aún más la confianza política mutua, mejorar la cooperación económica y comercial, expandir los intercambios culturales, intensificar la colaboración internacional y construir una asociación estratégica”.

Pero el surinamés no es el único aspirante al cargo de secretario general de la OEA. El ministro de relaciones exteriores de Paraguay, Rubén Ramírez Lezcano, y el canciller de Costa Rica, Arnoldo André, también postularon sus nombres para la elección en la que se definirá al sucesor de Luis Almagro. La candidatura de Ramírez sería más afín a Estados Unidos, país que sí pertenece a la OEA.
Colombia, Brasil, Chile y Uruguay confirman su apoyo al diplomático de Surinam tres días después de que sus presidentes se reunieran en Montevideo para la posesión presidencial de Orsi.