Política
Cámaras que no ven en Colombia: casi la mitad no sirven y las que funcionan no tienen análisis predictivo
El Ministerio del Interior publicó un estudio que cuestiona la estrategia usada en ciudades como Cali y Medellín.

El Ministerio del Interior cuestionó la estrategia que han implementado diferentes ciudades del país para combatir la criminalidad a partir de la instalación de cámaras de seguridad en las calles, esquinas y semáforos.
Esa cartera publicó un análisis en el que señala que no existe evidencia que certifique que el despliegue de esos aparatos genera una reducción en los casos de inseguridad que se presentan en las capitales del país.
“La evidencia disponible indica que su impacto real en la reducción de la criminalidad y en la mejora de la percepción de seguridad ciudadana es limitado, y está fuertemente condicionado por aspectos como la gestión operativa, el mantenimiento tecnológico, y su articulación con estrategias sociales y comunitarias”, sostuvo.
Ese despacho del Gobierno asegura que en Cali y Medellín hay una “falencia de un sistema de gestión de conocimiento, la información recolectada y almacenada no logra mejorar la toma de decisiones que redunden en la mejora de la percepción de seguridad, y la reducción de eventos asociados a la violencia”.
El Ministerio del Interior asegura que esas dos ciudades se mantienen entre las dos más inseguras del país debido a los indicadores de homicidios, hurtos, extorsión y delitos asociados a economías ilegales.
En ese sentido, el Gobierno afirma que las ciudades que han desplegado esa tecnología están presentando obstáculos como la falta de mantenimiento de los equipos, la desarticulación institucional o un enfoque reactivo.
Por eso, sostienen que “el impacto de la videovigilancia está condicionado por su contexto de implementación, y no por el número de dispositivos”.
La ciudad con más cámaras funcionando es Medellín, que cuenta con 2.457 equipos instalados, seguida de Cali (576), Pereira (345), Barranquilla (324), Montería (137) y Popayán (136).
“Los municipios con mayor probabilidad acumulada de inseguridad concentran también la mayor cantidad de cámaras de videovigilancia instaladas en el país, reflejando una apuesta institucional fuerte por el control”, se detalla en el estudio.

El análisis de la cartera indica que en ciudades como Barranquilla, solo una de cada tres cámaras instaladas está en funcionamiento, mientras que en otras como Santa Marta ninguna de las 215 opera actualmente.
En contraste, esa pesquisa destacó los casos de Montería y Popayán como referentes positivos en eficiencia operativa en el despliegue de esos aparatos.