Andrés Forero denunció que 250 pacientes con hepatitis C crónica no pudieron iniciar su tratamiento por seis meses, por falta de un medicamento

El representante Andrés Forero, del Centro Democrático, hizo una nueva denuncia en materia de salud que prende las alarmas en el país. Según dijo el congresista, por la falta del medicamento “epclusa”, vital para tratar la hepatitis C, unos 250 colombianos no pudieron acceder a este fármaco porque el Gobierno no lo habría solicitado oportunamente y habría tenido unos meses de retraso. Los pacientes no pudieron acceder durante seis meses al medicamento.

“Por la falta de planeación del Ministerio de Salud y de la Adres, debo denunciar que cerca de 250 pacientes no tuvieron acceso a medicamentos contra la hepatitis C por cuenta de esa mala gestión. Eso me lo responde en un derecho de petición, la cuenta de alto costo que al mismo tiempo me plantea que cuando hay suspensión o interrupción de ese tipo de tratamientos eso puede generar una virosis hepática o incluso en una cirrosis”, alertó el congresista de oposición.

Según dijo Forero, al revisar lo que venía sucediendo con la compra de este medicamento, se evidencia que el Ministerio de Salud lo hacía oportunamente en enero, sin embargo, para las adquisiciones del 2022 se realizaron en junio. Forero reconoció que para el mes de septiembre llegaron los medicamentos, pero esto significó un atraso significativo que puso en riesgo la salud y la vida de esos 250 colombianos.

“Es muy preocupante que este Gobierno, que tanto habla en materia de prevención y de salud, en la práctica haga muy poco”, cuestionó Forero.

El congresista recordó que no se trata de la única denuncia que ha hecho en materia de salud por la falta de atención de otras enfermedades. Hace unas semanas denunció otros problemas con medicamentos para el tratamiento de la tuberculosis, también por la falta de planeación del Gobierno nacional.

Según los documentos recopilados por el congresista, que fueron remitidos por la Adres, se detalla que la inversión para estos medicamentos fue de 37.043.571.600 de pesos para adquirir Velpatasvir para 153.720 comprimidos. Cabe aclarar que un tratamiento equivale a tres botellas, en presentación de 28 comprimidos cada una. Se adquirieron 5.400 botellas para 1.830 tratamientos.

“Los pedidos se efectuarán, según la disponibilidad que la OPS/OMS obtenga de los proveedores, sin perjuicio de los cambios que puedan generarse de acuerdo con las necesidades que establezca el Ministerio y/o entregas parciales que se llegaren a acordar por parte de este con la OPS”, le informó la Adres al congresista.

Igualmente, le dijeron desde el Gobierno que las cantidades solicitadas a la OPS podrían ser mayores o menores dependiendo de los precios del mercado internacional, la tasa de cambio y la disponibilidad existente. “La estimación de presupuesto total dispuesto se entenderá como valor total máximo o techo para la adquisición de los medicamentos correspondientes”, dijeron desde el gobierno.

Como mencionó el congresista, hace unas semanas ya había denunciado algo similar con los pacientes de tuberculosis. “En los últimos tres años, el contrato con la OPS que cobija estos y otros medicamentos se firmó entre enero y marzo. Este año, la firma solo se dio hasta el 15 de junio”, dijo.

Forero mencionó que “el plan de adquisiciones del Ministerio de Salud preveía contrato de 12 meses, y enero como fecha estimada de inicio de proceso de elección”, y que la responsable era Johana Barbosa, directora de Promoción y Prevención, a quien denunció por supuestos manejos irregulares.

“Aparentemente, la señora Barbosa estaba más interesada en convertir su dirección en un fortín burocrático que en cumplir sus obligaciones. Finalmente, con la salida de la exministra de Salud, Carolina Corcho, la señora salió del cargo, pero en este cambio no se resolvió el problema”, dijo el congresista.

Con documentos en mano, Forero confirmó que el 2 de junio pasado, el Ministerio de Salud le envió una carta a la Secretaría de Salud de Risaralda, en la que reconoció “aumento en casos de tuberculosis sensible y farmacorresistente” y el agotamiento de “stocks de algunos medicamentos para el tratamiento de la tuberculosis farmacorresistente y de la infección tuberculosa latente”.