Política
Álvaro Uribe, condenado, y Miguel Uribe, el más popular de sus candidatos, fallecido: el camino de espinas que le espera al Centro Democrático
Los precandidatos María Fernanda Cabal, Paloma Valencia, Paola Holguín y Andrés Guerra tendrán que navegar, en aguas turbulentas, un barco sin capitán a bordo.

Este lunes, los ánimos en el Centro Democrático, el partido de oposición a Gustavo Petro, no pueden estar más bajos.
El senador Miguel Uribe Turbay, quien obtuvo más de 200.000 votos en las elecciones parlamentarias de 2022 y quien se había convertido en la figura más representativa para convertirse en el candidato único del partido —según los sondeos de opinión del partido— falleció.
Las expectativas de que, eventualmente, un milagro lo sacara de su cuadro clínico, producto de un atentado en su contra el 7 de junio de 2025, se esfumaron. “Mataron la esperanza”, reconoció el propio expresidente Álvaro Uribe Vélez.

El golpe es certero al corazón del uribismo, describió el precandidato presidencial por el Centro Democrático, Andrés Guerra, quien sigue con más dudas que certezas sobre los móviles que se esconden detrás del atentado contra Uribe Turbay.
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Turbay sumaba votos, conocimiento, juventud, argumentación y experiencia en lo público al Centro Democrático. Era una voz fuerte y respetada al interior del partido y que ya se empezaba a escuchar más allá de Bogotá, la ciudad donde se movió como pez en el agua en los últimos años de vida política.

Como si no fuera suficiente, el expresidente Álvaro Uribe Vélez fue condenado por la Justicia en primera instancia, el viernes primero de agosto, por los delitos de soborno y fraude procesal. Y hoy permanece bajo la medida de casa por cárcel en su finca en Rionegro, Antioquia.
Uribe no puede moverse de su lugar de domicilio. Y en la tarde de este lunes, la bancada de congresistas del Centro Democrático por Antioquia llegarán hasta su residencia para reunirse con él. Tal y como están las cosas, no podrá asistir a las exequias del joven senador.
Tampoco podrá hacer política. Al menos, mientras el Tribunal Superior de Bogotá falle una tutela en la que se solicitó su libertad. “Asesinaron a Miguel y encarcelaron a Uribe. O nos unimos con valor o lo perderemos todo”, advirtió el exsenador Carlos Fernando Mejía.

Con Uribe Turbay fallecido y Uribe Vélez con libertad restringida, el escenario para el Centro Democrático es complejo a menos de un año de las elecciones.
“Nosotros estábamos con la esperanza de ver de nuevo a Miguel en su campaña a la Presidencia, lo habíamos discutido infinidad de veces. Esto es muy doloroso. Habíamos parado nuestros foros en los departamentos. El último que se realizó fue precisamente en Cali, donde habíamos tenido a Miguel con esa intensidad que lo caracterizaba. Con esa energía, esa actitud propositiva, valiente, y pues nos habíamos detenido. Ahora la dificultad va a ser, los demás candidatos nuestros, cómo arrancan de nuevo campaña sabiendo que no está su compañero Miguel”, dijo a SEMANA Cristian Garcés, congresista por el Centro Democrático.
De cinco se bajó a cuatro el número de precandidatos presidenciales y desde la detención del expresidente Álvaro Uribe, los aspirantes María Fernanda Cabal, Paloma Valencia, Paola Holguín y Andrés Guerra han tenido que avanzar solos en la carrera por llegar a la Presidencia.
Hasta ahora, solo se han movido en medios de comunicación y —en el caso de Cabal, Valencia y Holguín— han adelantado una campaña internacional para defender e insistir en la inocencia de Álvaro Uribe Vélez.
Tan pronto se adelanten las exequias de Uribe Turbay, el Centro Democrático no tendrá otra alternativa que sacudirse y “descongelarse”, como le dijo a SEMANA hace dos semanas el exprecandidato presidencial Rafael Nieto.
El camino, sin duda, no será fácil y promete ser de espinas.
Hoy, ninguno de los cuatro precandidatos puntea en las encuestas de opinión y con Álvaro Uribe sin poder recorrer el país, el escenario es complejo. Una cosa es hacer campaña con el expresidente en las calles y recibiendo el respaldo de la ciudadanía, y otra diferente es que lo hagan sus candidatos solos.
El Centro Democrático es un partido disciplinado, con un jefe político al que respetan y obedecen.
De las formas en que la casa política se mueva, y la decisión final del Tribunal Superior de Bogotá sobre la investigación de Álvaro Uribe Vélez, dependerá el futuro del partido.
Por ahora, Cabal, Valencia, Holguín y Guerra tendrán que demostrar de qué están hechos, porque les tocó frentear solos.