POLÍTICA
Alias Karina, la exjefa de las FARC que fue temida por los colombianos, hizo una confesión sobre Álvaro Uribe, quien fue su enemigo
La exguerrillera habló en SEMANA para dar detalles de su vida y del expresidente que la persiguió militarmente durante años.

Elda Mosquera, conocida con el alias de Karina, está desmovilizada desde el 18 de mayo de 2008. Antes de volver a la vida civil, el expresidente Álvaro Uribe Vélez fue en uno de sus más férreos enemigos. Durante los dos mandatos de Uribe, la entonces jefa de las FARC sobrevivió a bombardeos, intentos de captura y todo tipo de trampas en la selva por parte de las Fuerzas Militares.
Karina se convirtió en una obsesión para los militares que no descartaron que acudiera a la brujería o la santería para esquivar la presión de las tropas.
Elda se reintegró a la vida civil, trabaja como modista en Medellín y llegó a confeccionar prendas militares para el Ejército en Antioquia, como parte de su resocialización.

Mosquera concedió una entrevista a SEMANA, en la que habló del expresidente Uribe en buenos términos.
“Álvaro Uribe fue uno de mis enemigos fuertes. Le agradezco que, en su época, nos hubiera dado la posibilidad de desmovilizarnos. Dos meses antes de mi desmovilización, Uribe habló en una emisora y dijo que me respetarían la vida. Y aquí estoy. No tengo nada contra Álvaro Uribe. Tampoco contra Gustavo Petro. He dicho que puede que digan muchas cosas contra Álvaro Uribe, pero puede ser igual como cuando se decían cosas de mí. Por eso solo sé qué he hecho y en qué he fallado, y pido perdón”, manifestó a este medio.

Concedió otra entrevista al programa de televisión Nos cogió la noche y afirmó: “Uribe es un señor que me inspira respeto. Sobre todo por lo que hizo en esos ocho años. Yo sé que esto me condenará, esta respuesta, pero estuve muchos años en la organización, 24, y me tocó pasar por varios presidentes. Y el único que le dio el tatequieto a las FARC fue Álvaro Uribe Vélez”.
Las FARC no le perdonaron a Karina que se fugara del grupo armado. Pero ella tiene sus argumentos, entre ellos, la desconexión entre los entonces guerrilleros y el secretariado.
“No me he visto con Rodrigo Londoño y los demás exjefes de las FARC. Siguen viéndome como traidora y, por lo tanto, no he tenido ningún contacto. En algunos eventos me he cruzado con algunos de ellos, pero no hemos cruzado palabra. Me convertí en la enemiga porque decían que había traicionado la causa. Para ellos fue muy difícil que abandonara la organización. En un evento, cuando estaba en la Comisión de la Verdad, me encontré a uno de ellos y solamente hicimos un cruce de palabras. Le dije que siempre me juzgaban, pero jamás habían preguntado por qué había salido de las FARC. Yo en el libro cuento que, más allá de la fuerza pública, quienes me llevaron a dejar la organización fueron mis excomandantes”, contó en SEMANA.
Mosquera también le dijo a este medio que fue un error pertenecer a las FARC.

“Sí, me arrepiento de haber pertenecido a las FARC. Hubo momentos maravillosos, pero fueron más los de sufrimiento de los combatientes y de uno, y el daño que se le causó a la sociedad. Creía en ese tiempo que lo que hacía estaba bien, pero, cuando me desmovilicé, me di cuenta del dolor que les generé a las personas”, contó.