Política
“A mí nunca me interceptaron”: SEMANA dialogó con el excongresista, a quien la Corte Suprema le iba a chuzar su teléfono pero terminó fue en el de Álvaro Uribe
Nilton Córdoba, excongresista del Partido Liberal, ratificó que no le suministró a la Corte Suprema de Justicia el número telefónico de Álvaro Uribe para que lo interceptaran, en medio de la investigación por la que terminó condenado. Él no cree que el exmagistrado José Luis Barceló se haya confundido.

La condena contra el expresidente Álvaro Uribe por soborno y fraude procesal terminó por desempolvar el nombre de un excongresista del Partido Liberal que Colombia no tenía en su radar desde hace varios meses: Nilton Córdoba, oriundo de Chocó.
Córdoba fue el representante que estaba siendo investigado por la Corte Suprema de Justicia por el escándalo del cartel de la toga y que, según el exmagistrado José Luis Barceló, terminó por conducirlo, “por error”, a la línea telefónica del expresidente Álvaro Uribe Vélez entre el 12 y 27 de mayo de 2018. Ahí nació el expediente judicial que convirtió a Uribe en el primer expresidente del país en ser condenado, en un fallo de primera instancia que será apelado ante el Tribunal Superior de Bogotá.
Nilton Córdoba señala que aún no entiende de dónde salió la versión que apunta que, mientras él estaba investigado por la Corte Suprema de Justicia, suministró el número de celular de Álvaro Uribe para que lo interceptaran.
“Eso es totalmente falso”, le contó a SEMANA. “Yo me di cuenta de que estaban chuzando al expresidente Álvaro Uribe cuando los medios publicaron la noticia. Yo, en ese momento, no tenía el número de teléfono del expresidente. Lo vine a saber mucho después. No estoy loco, mi número telefónico es de conocimiento público, lo tienen todas las entidades. ¿Cómo voy a dar un número ajeno a la Justicia?”, preguntó.
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Entonces, ¿no hubo equivocación del magistrado José Luis Barceló cuando confundió los números telefónicos?, le preguntó SEMANA. “Jamás”, respondió.
Córdoba está condenado a cinco años de cárcel desde el 19 de enero de 2024 porque la Corte Suprema, en un fallo de primera instancia, confirmó que, mediante supuestos sobornos, buscó frenar una orden de captura en su contra por lavado de activos.
El exrepresentante, tras reflexionar sobre el proceso en su contra, concluyó que la Corte, definitivamente, no le interceptó su teléfono. Si hubiera ocurrido, habrían aparecido las escuchas. “Nunca me tuvieron interceptado”, ratificó. Él no las escuchó. No las vio en su proceso.
Entonces, ¿por qué el magistrado José Luis Barceló manifestó que, por error, al interceptar a Nilton Córdoba, terminó escuchando las conversaciones telefónicas de Álvaro Uribe? La respuesta no la tiene Córdoba y él afirma que prefiere no meterse en esas turbulencias.
El expresidente Uribe tiene su propia versión. “Cuando ya había adelantado interceptaciones, el operador les dijo: ‘Un momento, estoy escuchando a Álvaro Uribe, ustedes me pasaron el contacto del exmandatario’. Él les advirtió del error. Sin embargo, le dijeron que siguiera (escuchando). Se mostró el interés de hacerme daño”, contó el exmandatario.

SEMANA conoció que, a finales de 2018, cuando el entonces congresista Nilton Córdoba confirmó que en la Corte Suprema estaban chuzando “por error” las comunicaciones de Álvaro Uribe, buscó el contacto telefónico del expresidente con un primo, fiel seguidor del Centro Democrático.
Córdoba le escribió un mensaje de texto a Uribe porque su objetivo era contarle lo que estaba sucediendo. Uribe lo saludó vía mensaje de texto y le escribió que lo podía atender en su oficina en el Congreso.
Pero Córdoba –quien no se declara uribista– coincidió con Uribe en el parqueadero del Congreso. Le contó sobre las interceptaciones de la Corte. También le aclaró que estaba apenado y que no había entregado su contacto a la Corte Suprema porque no lo conocía en ese momento.
Uribe, según Córdoba, le respondió: “No les pares bolas, mijito, quieren hacerme daño”. El encuentro tardó menos de dos minutos.
Córdoba no habla abiertamente con la prensa y prefiere hacerle el quite al foco de las cámaras porque la Sala de Casación de la Corte Suprema de Justicia analiza jurídicamente la segunda instancia de su condena por cinco años. Como si fuera poco, la Procuraduría también lo inhabilitó para ejercer cargos públicos desde enero de 2023.
Él quisiera hoy hacer política directamente. Pero no puede. Por eso, prefiere mantener el bajo perfil y conservar el poder desde la distancia, detrás del telón, al menos mientras sale de sus líos judiciales. “Estoy desempleado como mucha gente en Colombia”, repitió.
En el Partido Liberal, en el Chocó, no se toma una decisión sin que Nilton Córdoba decida. Es como el jefe del movimiento, pese a que la curul de la Cámara por ese departamento está en manos de Jhoany Carlos Alberto Palacios Mosquera, quien fue alcalde de Istmina en 2007 y gobernador del Chocó en 2016. Palacios Mosquera no llegó solo a la Cámara.

Fue fórmula al Congreso de Nilton Córdoba, quien aspiró al Senado en las elecciones parlamentarias de 2022, pero fue derrotado. Obtuvo 51.579 votos, pero el último senador que resultó elegido en el Partido Liberal llegó con más de 67.000.
SEMANA conoció que Gisela Palacios Mosquera, esposa de Ariel Palacios, exgobernador de Chocó, también del Partido Liberal, le abrió las puertas de esa región a Miguel Ángel Pinto, senador del Partido Liberal, de Santander, y se quedó con varios votos.
Líderes cercanos a Córdoba creen que el hoy congresista Jhoany Carlos Alberto Palacios Mosquera –investigado por la Corte Suprema por presunto constreñimiento a contratistas y contratos irregulares en salud y obras públicas– no empujó la candidatura de su fórmula al Senado. Ahí nacieron divisiones entre ambos.
La W llamó a Palacios Mosquera “el congresista fantasma” porque, según la emisora, estaba inhabilitado para llegar al Congreso debido a un fallo de la Contraloría por hechos de corrupción cuando fue gobernador.
A Córdoba lo relacionan con un grupo de políticos del Partido Liberal bautizados en el Chocó ‘los Embilletados’ porque hacen apuestas, invierten en campañas políticas y amasan el poder desde hace 15 años.
De ese combo liberal forma parte el representante Jhoany Carlos Alberto Palacios y el exgobernador de Chocó, Efrén Palacios, condenado por la Corte Suprema a 22 años de prisión y al pago de 1.700 millones de pesos por los delitos de peculado por apropiación, contrato sin cumplimiento de requisitos legales y falsedad ideológica en documento público.
Igualmente, David Emilio Mosquera, exrector de la Universidad Tecnológica de Chocó, fue capturado en 2024 por el CTI de la Fiscalía por presuntos hechos de corrupción.
También están el exgobernador Ariel Palacios y el director de la Corporación Autónoma Regional para el Desarrollo Sostenible del Chocó (Codechocó), Arnold Alexander Rincón, quien estuvo 60 días secuestrado por el ELN y fue liberado el pasado 26 de abril. “Los liberales son los dueños de Chocó”, resumió un líder político de esa región del país.

Nilton Córdoba tiene poder político en varios escenarios. Su hermano Héver Córdoba Manyoma fue alcalde de Istmina en la pasada administración. Y su esposa es Sandra Palacios, actual diputada de la Asamblea de Chocó. En las elecciones de octubre de 2023, Palacios se convirtió en la diputada más votada de su departamento, con 9.182 votos. Daniel Trujillo Chaverra, del Partido Conservador, consiguió 7.237 respaldos.
Como están las cosas, Córdoba no respaldará nuevamente a la Cámara a Jhoany Carlos Alberto Palacios y contemplaría que su esposa salte de la Asamblea al Congreso.
Nilton Córdoba no tiene definido su futuro político, pero si la Corte falla a su favor en una segunda instancia, seguramente aspirará a la Gobernación del Chocó y se la disputaría con Yosimar Mosquera, también liberal, y cuota de Jhoany Carlos Alberto Palacios.