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¡Ladra como loco! Mira cómo controlarlo

Pretender que un perro nunca ladre es tan absurdo como querer que un niño nunca hable. Sin embargo, cuando las vocalizaciones son excesivas pueden llegar a molestar a todos los que convivimos cerca.

24 de mayo de 2017
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Debido al proceso de domesticación, los perros pueden mantener conductas de cachorro siendo ya adultos; este fenómeno es conocido como neotenia. Por esta misma razón, aunque en los lobos adultos ya no se presentan ladridos, nuestros peludos sí pueden continuar haciéndolo tanto como un bebé. 

Las siguientes son las principales causas y tratamientos para el exceso de ladridos en tu mascota: 

  • Protección de territorio/ladrido de alarma: es normal que nuestro perro avise cuando alguien se aproxima a su territorio; incluso, hay algunos que intentan alejar a los extraños porque son muy tímidos o protectores. Sin embargo, es necesario educarlos desde cachorros para que su comportamiento no llegue ser molesto o los torne agresivos. Por ejemplo, si pasan solos mucho tiempo y observan desde la ventana situaciones que los estimulan, es posible que desarrollen este tipo de ladridos. Lo ideal es poder frenar estas reacciones una vez inician y ayudarles a enfocarse en otra actividad. Una frase como estas puede ser de gran ayuda: “Ya avisaste, ahora ve y juega con tu muñeco. Ya estoy acá para manejar la situación”. Si es necesario, se les debe bloquear la visión al exterior. 

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  • Miedo: los ladridos por temor pueden ocurrir fuera o dentro de casa, y siempre frente a los mismos individuos. Debemos buscar a quién le ladra y después trabajar el miedo mediante ejercicios de modificación de conducta y socialización basados en refuerzos positivos. Parece obvio, pero todavía existen personas que, sin entender que sus peludos sienten miedo, los regañan para intentar callarlos. Esto solo les genera más angustia. 
  • Excitación: la felicidad que les causa el hecho de que lleguemos a casa puede hacer que reaccionen con ladridos molestos. Dentro de los entrenamientos básicos de educación canina se encuentra enseñarles a estar tranquilos en diferentes situaciones, para esto debemos evitar interactuar con ellos si están muy ansiosos, premiarlos solo cuando se calmen y, si es muy difícil, llevarlos con un comando hacia una posición específica (ejemplo: sentado), para poderlos recompensar. 

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  • Demanda de atención: ten cuidado si cada vez que tu perro ladra, tú corres para darle lo que desea o simplemente frenas tu actividad e interactúas con él. Al hacer esto, le estas enseñando que el ladrido funciona para llamar la atención. Aprende a ignorarlo y proporciónale buenas rutinas de actividades divertidas para evitarlo. 
  • Razas: la neotenia, antes mencionada, se da de manera diferente entre razas. Vamos a encontrar ciertos peludos más propensos a los ladridos y otros que simplemente no ven la necesidad. Las razas entre las que más se presenta este fenómeno son schnauzer, beagle y pomerania, entre otros. 

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Es bueno tener en cuenta que el ladrido hace parte de la comunicación normal de los perros. Hay sentencias como la T-119/98, en donde se destaca que no se puede pedir que se saque un perro de su casa por más que ladre. Claro está, para evitar incomodidades es bueno instaurar un tratamiento con un veterinario etólogo. 

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Tips Para un perro juicioso en casa

 

Adecuadas rutinas de estimulación

La mayoría de problemas de conductas se derivan de tener perros aburridos. Los paseos diarios, los juegos de estimulación cognitiva y la socialización con otros perros y con más personas son fundamentales.

 

 

Aprender a ignorarlos

Es verdad que para tener mascotas educadas debemos guiarlos en lo que deben hacer o no en casa; sin embargo, es necesario evitar que ellos desarrollen estrategias para llamar la atención. Lo ideas es que cuando estemos ocupados nos concentremos en nuestra labor.

 

Nada en la vida es gratis

Enséñales que para obtener cosas de ti deben realizar alguna monería, ejemplo: sentarse y dar la pata. Practícalo en diferentes situaciones como al darle la comida, ponerle la correa, salir a la calle, subir/bajar del carro y cruzar calles, entre otros.

 

Estímulos disruptivos

Aunque debemos basar nuestra educación en positivo, es importante que generes un comando que sirva como un llamado de atención que frene lo que está haciendo el animal. Aplícalo cuando tu mascota empiece a hacer la conducta a corregir.

 

 

Dedícales tiempo

Lastimosamente, los perros no nacen educados. Si vas a adquirir uno o no te gusta cómo se está comportando, necesitas paciencia y tiempo para acompañarlo y dirigirlo mientras estableces la educación. Después de esto vas a disfrutar del amor más incondicional que existe en la tierra.

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Respuestas de un especialista

Mi perro es un lobo siberiano muy grande y tiene la manía de saltar sobre las personas y de ponerles las patas delanteras en los hombros. Incluso, ha tumbado a invitados en la casa. ¿Qué debo hacer?

Muchas veces nosotros cometemos el error de reforzarles los comportamientos de ansiedad desde cachorros, porque involuntariamente les enseñamos que la forma adecuada de saludar es brincando y ladrando excesivamente. Corregirlo requiere de tiempo y de paciencia, pues debemos instaurar un ritual hasta que se convierta en hábito. Por eso, debes ignorar las conductas de demanda de atención como los saltos, tratar de no quedarte quieto y ocuparte en una actividad diferente; cuando se calme, salúdalo sin promover que salte. Finalmente, si le cuesta calmarse, debemos enseñarle a sentarse y a quedarse quieto para que lo saluden.

¿Cómo evito que mi cachorro muerda todo lo que se atraviesa a su paso? 

Primero hay que entender que un cachorro puede tener tanta o más energía que un niño. Si no dirigimos toda esa energía a alguna actividad, ellos buscarán por sus propios medios cómo entretenerse. Además, hacia los cuatro meses de edad inicia la muda de dientes y la inflamación de las encías exacerba la conducta de mordida. Para evitar destrozos debemos: primero, recoger todo lo que pueda dañar o coger a su paso; después, buscar estrategias para cansarlo como paseos, rutinas de socialización con otros perros, visitas a lugares pet friendly, practicar adiestramiento, juegos caseros y juguetes interactivos. 

Hace poco me dijeron que mi perro padecía de epilepsia; tengo mucho miedo cuando lo veo convulsionar y, en general, su energía ha cambiado. ¿Qué hacer? 

Debes apegarte al tratamiento médico, ya que lo fundamental en este caso es su salud. La mayoría de medicamentos para epilepsia generan cambios en el apetito, el consumo de agua y el nivel de activación. Intenta distraerlo con juegos, juguetes, adiestramiento y buenas rutinas de paseos. Cuida de su dieta, ya que el sobrepeso no lo va a ayudar para nada.