Julio Londoño Paredes Columna Semana

Opinión

Una amenaza absurda e improcedente

Trump amenazando con derrocar a Petro puede generar un efecto contrario al que persigue.

GoogleSiga nuestras columnas de opinión en Discover, el análisis de los expertos del país

Julio Londoño Paredes
12 de diciembre de 2025

En medio de la alegría que generó el arribo a Oslo de María Corina Machado después de su azarosa salida de Venezuela, se dio la improcedente amenaza de Trump contra Petro, afirmando que “podría ser el siguiente”, después de que derroque a Maduro.

Es bien conocido que Petro desde que Trump asumió la presidencia, creyendo que le podría generar ventajas políticas y electorales, comenzó a atacar en peroratas improvisadas y mensajes en X, no solamente al mandatario norteamericano, sino a los Estados Unidos. Se equivocó, pero eso es otra cosa.

A pesar de que muchos colombianos se arrepientan de haber votado por Petro y que 10 millones más lamentan haberlo hecho por un ingeniero que dejó engrampados a sus partidarios y a la mitad del país, Petro fue elegido por el voto popular.

Maduro, en cambio, es efecto de un fraude monumental dirigido desde su cavernoso entorno. Con una generalizada opresión y la eliminación de libertades, desapareciendo, encarcelando y torturando, apoyado por militares corruptos y grupos paramilitares organizados. Eso no ha sucedido en Colombia.

Petro no es jefe de un cartel del narcotráfico como Maduro, que permitió y hasta fomentó que sus generales de confianza y allegados se enriquecieran.

Nuestro presidente ha auspiciado la polarización y revivido la lucha de clases. Se equivocó igualmente de palmo a palmo con la paz total que fortaleció a los grupos armados, todos vinculados al narcotráfico. Lo estamos padeciendo todos los colombianos.

Sin embargo, en medio de rivalidades y atentados, caminamos hacia un proceso electoral, aunque su desenlace sea incierto y no exento de eventuales riesgos futuros. A Maduro lo obnubiló el poder y, apoyado en los militares, quiere con su combo, perpetuarse en el poder, creyendo al mismo tiempo que así estará protegido de acciones judiciales, incluyendo eventualmente a la Corte Penal Internacional, que le sigue los pasos.

Pero no hay problema, porque nuestra canciller considera la posibilidad de concederle asilo a Maduro, donde el 90 % de la población lo rechaza y seguramente considera que “sería un paso adicional” para normalizar la situación de Colombia y la personal de Petro, precisamente en esta coyuntura.

De todas maneras Trump, con su declaración sobre Petro, revive inútilmente episodios superados hace décadas y pone en alerta, no a los grupos armados, sino a muchos colombianos que empiezan a temer verse involucrados en una situación de zozobra y angustia parecida a la de Venezuela.

Pero aquí no necesitamos que Trump venga a decir, como en Honduras e incluso como en el Brasil, quien debe o no debe ser el próximo presidente y mucho menos que el mandatario actual de Colombia “podría ser el siguiente” después de derrocar a Maduro.

Noticias Destacadas