Camilo Prieto Columna Semana

Opinión

¿Por qué Colombia necesita un nuevo reactor nuclear de investigación?

El país requiere más herramientas para luchar contra el cáncer y, para ello, debe fortalecer el sector nuclear.

Camilo Prieto Valderrama
27 de febrero de 2025

Colombia cuenta desde 1965 con un reactor nuclear de investigación. Sin embargo, este reactor carece de la capacidad para producir isótopos radiactivos con aplicaciones médicas e industriales, lo que representa una oportunidad perdida para el desarrollo científico, tecnológico y sanitario del país. Mientras que otras naciones de la región aprovechan estas tecnologías para fortalecer su sistema de salud y su industria, Colombia sigue rezagada, a pesar de tener una infraestructura nuclear básica.

La producción de molibdeno-99 (Mo-99) es uno de los principales beneficios que traería un nuevo reactor nuclear de investigación. El Mo-99 se descompone en tecnecio-99 m, un isótopo utilizado en más del 80 % de los procedimientos de medicina nuclear a nivel mundial, especialmente en el seguimiento del cáncer. Contar con la capacidad de producir este isótopo permitiría a Colombia fortalecer sus unidades de medicina nuclear, disminuyendo la dependencia de importaciones costosas y garantizando el suministro continuo de insumos esenciales para tratamientos oncológicos.

Además de sus aplicaciones médicas, un reactor de investigación con capacidades ampliadas impulsaría el desarrollo científico y tecnológico. Estos reactores son fundamentales para la investigación en física nuclear, ingeniería, materiales avanzados y técnicas analíticas. Un aspecto clave para el crecimiento del sector nuclear es que el IAN-R1, el reactor actual, abra sus puertas a las universidades y se convierta en un reactor escuela. Esto permitiría mejorar la formación de talento humano especializado, capacitando a una nueva generación de científicos e ingenieros nucleares. Según lo ha señalado la Red Nuclear Colombiana: “La creación de programas académicos y proyectos de investigación asociados fortalecería la innovación y reduciría la brecha de conocimiento existente en el país”. Otra herramienta determinante es la futura aprobación de la Ley Nuclear en el Congreso de la República. Esta ley establecerá una arquitectura institucional alineada con los estándares internacionales del derecho nuclear, lo que facilitará la cooperación técnica y científica con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

En un momento en que Colombia necesita diversificar sus fuentes de desarrollo científico y tecnológico, invertir en un reactor nuclear de investigación es una apuesta estratégica. Este proyecto no solo impulsará el sector salud, con impactos positivos en la lucha contra el cáncer, sino que también consolidará al país como un referente regional en investigación nuclear. La ciencia y la tecnología son motores del desarrollo, y un reactor de investigación moderno, acompañado del fortalecimiento del IAN-R1 como reactor escuela, podría ser la reacción que desencadene una nueva era nuclear para Colombia.

Noticias Destacadas