
Opinión
Petro, China, TEMU y visas: peligro inminente
No todo lo que brilla es oro. China ha sido un imperio y quiere volver a serlo, eso sí, con un mundo que acepte sus reglas autoritarias. No nos olvidemos.
¿Usted tiene un pequeño almacén en Girardot, en Palmira o en Barrancabermeja, emplea una persona, vende ropa y zapatos y con eso mantiene a su familia? Prepárese, en un par de años va a estar quebrado.
¿Usted tiene un local de San Andresito en el que le da empleo a dos o tres personas y de eso vive su familia? Usted también se va a quebrar. ¿Usted arrienda locales comerciales en el barrio Restrepo de Bogotá y tiene su agencia inmobiliaria y les da empleo a tres o cuatropersonas? Alístese, porque le van a empezar a desocupar locales. ¿Su carpintería, donde hace mesas, bibliotecas y sillas para los vecinos o para el mercado de su ciudad? Se le van a acabar las órdenes y le va a tocar cerrar.
¿Les parece muy loco? Vengan les cuento. Lo primero es que hay que prepararse para la invasión de productos chinos muy baratos, que tienen toda clase de subsidios del Gobierno, que no tienen control de calidad o que son producidos en algunos casos con trabajo forzado –como es el caso de las telas, ropa, zapatos o paneles solares– provenientes de la provincia de Xinjiang, para solo mencionar algunas de las razones por las cuales pueden vender a esos precios.
Esta última semana a mi celular llegaron fácilmente 50 propagandas de Temu, el Amazon chino que vende los productos subsidiados de su país, con dos ofertas: si baja la aplicación, puede ganarse la opción de comprar un iPhone 16 Pro por 1.000 pesos o una PlayStation 5 por 500.000 pesos. ¿Qué buscan? Entrar a ese mercado de clase media y media baja para venderle de todo y quebrar la pequeña y mediana empresa de Colombia. Lo mismo seguramente está pasando en toda la región.
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En Nigeria, desde noviembre, la aplicación se ha descargado 500 millones de veces y ya tiene el 45 por ciento del comercio electrónico, y en Sudáfrica ya un tercio de la población la utiliza. ¿Cómo va a competir Mercado Libre contra una empresa sin ningún control a sus productos? Temu es el instrumento chino para enfrentar la guerra de aranceles que hay hoy. ¿No puedo exportar a Estados Unidos? Voy a inundar al mundo con mis productos.
¡Pero se benefician millones que pueden comprar barato!, alegan los que no ven las otras partes de la ecuación. La primera es que China es un competidor desleal, pues sus empresas están todas apalancadas por el Estado y no es una economía abierta. Allá no hay derechos laborales, ambientales o sindicatos libres. El Gobierno es dueño de todo a través de distintos mecanismos y solo entra o compra lo que necesita. Nadie puede competir libremente en China si ellos no lo permiten. Es decir, China juega con sus reglas y le importa cero cumplir las de los demás. La segunda es que esa desventaja ilegal va a quebrar a medianos, pequeños e incluso a los grandes empresarios, dispara el desempleo y genera una pérdida de riqueza inmensa.
Ese panorama le sirve al presidente Gustavo Petro, pues empobrecer al país le sirve para vender su discurso y generar más clientes para su mundo de subsidios miserables. No va a tomar ninguna medida para frenar esa catástrofe, que, además, viene acompañada de un alineamiento ideológico con la segunda potencia del mundo, lo que me lleva a la segunda parte de esta columna: el tema de eliminar las visas para los chinos.
En mi primer viaje a China como vicepresidente, acordamos la eliminación de las visas. Poco más de un año después, el director del DAS y generales de la Policía encargados de migración me visitaron en la oficina y me contaron lo que estaba pasando: decenas de miles de chinos estaban llegando y habían desbordado la institucionalidad. Inmediatamente reversamos la medida.
Hoy Petro le manda un mensaje claro a Estados Unidos al tomar esta decisión: yo estoy con China y formo parte, además, de esos países que tienen esa política que utiliza la migración para generar desestabilización. Así fue Cuba con los marielitos, Venezuela y los 8 millones de migrantes, y Nicaragua como centro de recepción y distribución de migración ilegal.
Esta decisión, que no forma parte de una política de migración estructurada, o sí, pero para hacer daño, va a tener dos efectos. El primero es, claramente, enfrentarse a Estados Unidos y crear un precedente de alineación política, que en este nuevo entorno geoestratégico va a terminar teniendo consecuencias.
Un segundo menos visible, pero igualmente negativo es la llegada de miembros de organizaciones criminales, como 14K y Wo Shing Wo, que ayudan con el lavado de activos a través del contrabando y de transferencias con China, como sucede en Estados Unidos. Además, es muy probable que traigan el negocio del fentanilo en grandes proporciones, pues estas organizaciones ya lo hacen en otros países y, además, cuentan con sus relaciones con otros carteles de la droga del continente.
Es hora de que entendamos lo bueno y lo malo de China. Sí, es una potencia industrial y tecnológica, pero, los peros son claves, solo operan para ellos y cualquier pretensión de libre comercio es una ilusión. Allá también hay criminalidad y, la verdad, el Gobierno chino muchas veces se hace el de la vista gorda mientras lo que ellos hagan sirva en su propósito. Finalmente, solo aceptan las reglas que les sirven y las desechan cuando no. Hoy se quejan de lo que USA hace con los aranceles, pero con toda tranquilidad suspendieron unilateralmente las importaciones de Australia cuando ese país pidió una investigación sobre el origen del covid.
No todo lo que brilla es oro. China ha sido un imperio y quiere volver a serlo, eso sí, con un mundo que acepte sus reglas autoritarias. No nos olvidemos.