Alberto Donadio  Columna

Opinión

Los Danieles: acusaciones fantasmas

Llevo mucho tiempo repitiendo que en Los Danieles se hacen acusaciones no probadas. No lo reconocen. Tampoco muestran las pruebas. Por eso recurren a ataques personales.

Alberto Donadio
26 de abril de 2025

En Los Danieles afirman que soy caddie de Carlos Palacino y que me sumé a la causa de un corrupto. En Los Danieles afirman que soy abyecto telonero de Carlos Palacino. En Los Danieles afirman que he callado que mi cuñado “hizo negocios multimillonarios con Saludcoop y que aún hoy sigue beneficiándose con sus restos”. En Los Danieles afirman que defiendo “a un estafador que se dio la gran vida con los dineros destinados a salvar vidas y a aliviar el dolor”.

Caddie. Llevo mucho tiempo repitiendo que en Los Danieles se hacen acusaciones no probadas. No lo reconocen. Tampoco muestran las pruebas. Por eso recurren a ataques personales. Pretenden tender una cortina de humo. Cuando existen documentos irrefutables sobre un hecho, se presentan esos documentos y punto. Pero en Los Danieles no tienen pruebas irrefutables. Afirmaron que Palacino con dineros de Saludcoop “compró propiedades en Colombia y en el exterior” (15/1/23), pero no señalaron la dirección de los inmuebles, la matrícula inmobiliaria o el número de las escrituras. Eso no es periodismo. El periodismo investigativo consiste en presentar pruebas contundentes. No me afecta que me llamen caddie. Al contrario, lo agradezco, porque quien recurre a esos términos se delata. No puede rebatir con argumentos serios.

Pido nuevamente que Los Danieles divulguen las fotografías de las propiedades que compró Palacino “con dineros públicos que debían estar destinados a tratamientos médicos de los afiliados a Saludcoop” (15/1/23). Cuando las publiquen, a color o en blanco y negro, entraré a trabajar de caddie en un club de golf. Pero eso no sucederá porque se trata de una acusación carente totalmente de sustento. Jamás aparecerán las fotografías ni las direcciones de esas propiedades inexistentes. Es una acusación fantasma que se lanzó desde Los Danieles, donde tienen asiento los más grandes maestros del periodismo investigativo.

Ahora en Los Danieles aplauden una sentencia condenatoria que se basa en esta afirmación de la jueza Martha Sofía Fernández Boyacá: “Los dos acusados son coautores porque desempeñaron los más altos cargos directivos de la hoy liquidada EPS Saludcoop, por lo cual necesaria e ineludiblemente tenían el control de toda la gestión operativa”. Eso no es derecho penal. Si lo fuera, el presidente de Avianca tendría que responder penalmente por un faltante de 2 millones de pesos en una oficina de pasajes en Ipiales, aunque él no los haya hurtado, porque tiene el control de toda la gestión operativa.

***

Publico esta carta de un ejecutivo de Saludcoop: “Hay algo que nunca se ha expuesto y es algo simple pero contundente. La entidad que inició todo este escándalo fue la Contraloría y las únicas supuestas pruebas que presentó fueron las actas del consejo de administración. Estas actas eran firmadas por los directivos de la EPS y conocidas por la Superintendencia Nacional de Salud, es decir, eran públicas. La pregunta es: ¿los directivos fueron tan imbéciles de crear un plan criminal para defraudar el sistema de salud y toda su estrategia la dejaron plasmada por escrito? Y, seguidamente, ¿por qué cuando nos imputaron responsabilidad fiscal ninguno de los directivos vendió o transfirió sus bienes y dejaron que todo se les embargara? Creo que podemos ser los criminales más estúpidos en la historia colombiana”.

***

El falso positivo contra Saludcoop es una página negra de toda la prensa colombiana. Todos los medios reprodujeron la mentira de que con dineros de la salud la EPS construyó un campo de golf. Muchas personas repiten hoy ese infundio. Aun el benemérito El Espectador reprodujo la calumnia el 28 de noviembre de 2015 cuando tituló: “Villa Valeria, el condominio de Saludcoop”.

Todos los días, al final del editorial de El Espectador, aparece esta frase: “Considere adquirir una suscripción digital y apostémosle al poder de la palabra”. No es mucho pedir que en una próxima edición El Espectador haga luz con este titular: VILLA VALERIA NO FUE UN CONDOMINIO DE SALUDCOOP, explicando el origen de la especie espuria. Apostémosle al poder de la verdad.

Noticias Destacadas