
Opinión
La justicia colombiana tiene solución
Desafortunadamente, la ineficiencia y las demoras del sistema no son un problema que no solo se soluciona con fondos y tecnología.
Que la justicia en Colombia tiene problemas de funcionamiento no es un secreto. El informe del World Justice Project la califica con 0.48 sobre 1, el puesto 92 en 142 países medidos, por encima de Ecuador, Paraguay, Guatemala, El Salvador, Honduras, México, Bolivia, Haití, Nicaragua y Venezuela, pero por debajo de todos los demás países del continente americano. Los factores en los que califica peor Colombia son el funcionamiento de la justicia criminal y civil, el orden y seguridad en el país y, la corrupción. Gran parte de las malas notas tienen que ver con la ineficiencia y demora en administrar justicia.
Desafortunadamente, la ineficiencia y las demoras del sistema no son un problema que no solo se soluciona con fondos y tecnología. El presupuesto de la justicia, que es de alrededor de 9.3 billones de pesos, apenas el 2 % del presupuesto total y alrededor del 3 % del presupuesto de funcionamiento colombiano, no es muy alto al compararlo con otros rubros. Por ejemplo, el presupuesto del Departamento de Prosperidad Social para 2024, de más de 10 billones de pesos, fue superior al del sector judicial. El déficit presupuestal del sistema de salud colombiano para el 2025, requiere de recursos adicionales que oscilan entre los $19,7 y $23,4 billones, cifra de aproximadamente el doble el presupuesto de toda la rama Judicial.
Expertos en el tema señalan que con los 500 millones de dólares que recibió recientemente del BID y el Banco Mundial, la rama se podrían solucionar las deficiencias del sistema con la ayuda de las tecnologías de la inteligencia artificial (IA), que no son de costosa implementación. No se afirma acá que la IA puede reemplazar los jueces, pero sí puede facilitarles su trabajo y hacerlo más eficiente.
Un ejemplo de las posibilidades de la IA en el sector justicia se ejemplifican en el sector privado. Anteriormente, el sistema financiero contestaba las peticiones, quejas y reclamos que recibía por medio de abogados externos que tenían que analizar cada caso y cuyo costo era de aproximadamente 100 mil pesos. Hoy, esa labor se realiza de manera precisa y de acuerdo con la jurisprudencia actual, por medio de inteligencia artificial, a un costo menor a 20 mil pesos por petición, queja y reclamo, con una precisión muy superior a la del pasado. Soluciones de este estilo, en que se coadyuva a los jueces con tecnologías que les permitan analizar los expedientes ya digitalizados para dictaminar sus sentencias con base en la jurisprudencia, y sin perder tiempo en tareas rutinarias, deberían implementarse de inmediato en la rama Judicial.
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Existe ya hay un ejemplo en que la IA se ha utilizado en la rama judicial para agilizar trámites. La juez del departamento del Magdalena, María Victoria Quiñones, redacta hoy sus actas de audiencia pública relacionadas con demandas de alto perfil mediante el uso de asistentes de IA que ayudan a los auxiliares de la juez a resumir en pocos minutos lo que solía llevarles seis horas. La juez recalca con orgullo que ahora puede emitir hasta 20 fallos en una semana, un aumento sustancial frente a las cuatro sentencias que podía publicar antes de usar la IA. Quiñones tiene su propio sitio web y canal de YouTube, y en 2023 se convirtió en la primera juez en realizar una audiencia en el metaverso, además de formar parte de un programa piloto de 20 jueces en toda Colombia que usan la IA para optimizar su trabajo.
Sin embargo, el problema para la implementación de la IA en la rama judicial es de gobernanza y de nepotismo. Hoy la autoridad de la rama capacitada para llevar a cabo la implementación de la IA está diluida entre las altas cortes y existe una resistencia de muchos jueces para adoptar esta tecnología, por preservar los empleos de sus empleados que en algunas circunstancias son recomendados políticos.
Recientemente, la rama Judicial recibió presupuesto para contratar otros 1.500 empleados, un paso opuesto a lo que sugiere la implementación de la IA. Adicionalmente, la rama Judicial, independiente en su presupuesto, nunca ha sido afín a nuevas tecnologías. Que bueno que surgiera el liderazgo en las altas cortes y en el consejo superior de la judicatura para enfrentar este paso tan necesario.