Opinión
La financiación del deterioro fiscal
En estos casi tres lustros, es decir, en los cerca de 5.418 días, el país se ha endeudado a un ritmo promedio de 85.000 millones de pesos diarios.
Un colega muy inquieto, de mucha valía, y muy informado me comentó que, dada la situación fiscal del país tan precaria, él se preguntaba cómo estaban analizando los inversionistas los riesgos y si la tasa de rendimientos de la deuda interna del Gobierno colombiano sopesaba esos riesgos. Se preguntaba muy a menudo qué estaban viendo esos inversionistas a la hora de comprar bonos del tesoro de la República de Colombia,es decir, TES. Busqué información en relación con inversionistas que tiene el Ministerio de Hacienda y Crédito Público y descargué la información de enero de 2010 a noviembre de 2024.
Al hacer unas estimaciones que fueran indicativas, encontré que en estos casi tres lustros, que han sido complejos y convulsos, el stock de la deuda interna había pasado de poco más de 117 billones a casi 580 billones de pesos. Es decir, en los cerca de 5.418 días, el país se ha endeudado a un ritmo promedio de 85.000 millones de pesos diarios. En este periodo, los principales tenedores de la deuda interna han sido los fondos de pensiones que administran las pensiones del régimen de ahorro individual y que en la adquisición del aumento del stock contribuyen con un 34 por ciento. Les siguen luego en importancia los fondos de capital extranjero, con el 22,4 por ciento, los bancos comerciales, con 14,3 por ciento, y las compañías de seguros, con 12,7 por ciento.
Con el fin de la bonanza minero-energética a mediados de 2014, los desafíos macroeconómicos se elevaron de manera significativa. La caída fuerte en el flujo de divisas, la caída de la inversión extranjera, la caída de los ingresos extraordinarios de esa bonanza en las cuentas públicas y un menor crecimiento del recaudo tributario tuvieron que atenderse con un creciente gasto público financiado con deuda y enfocado en los planes de productividad y empleo. Aun en 2017 se sentía el rigor del ajuste económico, con un crecimiento del sector privado de solo 0,4 por ciento. Ese periodo, que parecía que se estaba superando a comienzos de 2020, supuso un crecimiento del endeudamiento interno a un ritmo cercano a casi 70.000 millones de pesos diarios. Entre julio de 2014 y febrero de 2020, el stock de deuda aumentó en cerca de 143 billones.
Se esperaba que el país creciera en 2020 por encima del 3 por ciento, algo que no ocurría desde 2015, cuando llegó la pandemia. El aislamiento preventivo y el encierro forzoso, junto con el cierre mundial, llevaron a la mayor caída de la economía colombiana desde que se tienen registros y datos oficiales del crecimiento económico. Por eso, el Gobierno se empleó a fondo con generar un aumento elevado de las transferencias monetarias a los hogares más vulnerables y en pobreza. Por lo tanto, la pandemia en el Gobierno Duque supuso un aumento del stock en 109 billones de pesos entre marzo de 2020 y julio de 2022. El ritmo de endeudamiento pasó a ser de casi 128.000 millones de pesos por día. En esos 862 días, los principales adquirientes del stock fueron los fondos de capital extranjero, con casi 36 por ciento, seguidos por los fondos de pensiones, con el 17 por ciento, las compañías de seguros, con 11,8 por ciento, y la banca comercial, con 9,8 por ciento. La menor demanda de deuda interna en el periodo fue compensada por el Banco de la República, que adquirió casi el 16 por ciento del aumento en el stock.
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Con la llegada del actual Gobierno se continuaron algunas de las políticas de impulso y rebote de la economía, junto con el saneamiento y ajuste a los precios de la gasolina, con lo cual el stock creció en casi 139 billones de pesos. Lo inquietante es el último año, que, aunque son casi 365 días, explica casi el 60 por ciento del crecimiento del stock del periodo del Gobierno. Este año el ritmo de crecimiento del stock es cercano a 222.000 millones de pesos diarios.
¿Quiénes han sido los compradores de este nuevo stock en el último año? Los fondos de pensiones que administran las pensiones del régimen de ahorro individual contribuyen con casi el 50 por ciento, los bancos comerciales, con el 30,6 por ciento y las compañías de seguros, con el 21,8 por ciento. Conjuntamente, han adquirido más del 100 por ciento del nuevo stock, mientras que los fondos de capital extranjero han sido vendedores, al igual que lo ha sido el Banco de la República. Por ende, la exposición de los colombianos a la deuda interna ha sido sustancialmente mayor y creciente en este Gobierno en el último año.
Esto, cuando en el último año la prima de riesgo país ha aumentado. Si bien la inflación ha descendido del 9,28 por ciento al 5,20 por ciento en 2024, los bonos del tesoro de la República de Colombia o TES cuyo vencimiento es superior a cuatro años han aumentado en tasa. En ese sentido, las tasas reales han aumentado sugiriendo una mayor prima por plazo por riesgo fiscal o una mayor vulnerabilidad de la estabilidad macroeconómica, incluyendo en el horizonte las expectativas de inflación y una menor trasmisión de política monetaria en las tasas de referencia que miden el costo del dinero en el mediano y largo plazo. El pago de intereses de la deuda supera el 4 por ciento del PIB, no muy lejos de lo que le vale al Estado el pago de pensiones.