
Opinión
La Autoridad Marítima, aliada clave en la seguridad y soberanía energética de Colombia
Durante más de siete décadas, Dimar ha sido conocida por su papel en la seguridad de la navegación y la protección del medio marino.
Hablar del presente y el futuro energético de Colombia es hablar también del mar. El país encuentra en sus aguas una vía decisiva para fortalecer la autosuficiencia, la seguridad del suministro y la transición hacia fuentes más limpias y sostenibles.
En ese contexto, y mientras el país busca garantizar su seguridad energética y avanzar hacia una matriz más limpia, una institución técnica, poco visible para el gran público, cumple un papel decisivo: la Dirección General Marítima (Dimar).
Detrás de cada buque metanero que llega al país, de cada terminal que recibe gas natural licuado o gas propano, y de cada plataforma costa afuera que explora nuevos yacimientos, está la mano experta de la Autoridad Marítima, vigilando que todo se realice bajo estrictos estándares de seguridad, legalidad y sostenibilidad.
Durante más de siete décadas, Dimar ha sido conocida por su papel en la seguridad de la navegación y la protección del medio marino. Pero hoy, su influencia se extiende al corazón mismo del sistema energético nacional. Su labor técnica y regulatoria es clave para facilitar la importación de gas, medir las operaciones marítimas asociadas y acompañar los nuevos proyectos de exploración costa afuera, como Sirius, el hallazgo gasífero más prometedor del país en los últimos años.
La urgencia de diversificar la matriz energética ha llevado al Gobierno a fortalecer la infraestructura para importar gas y aumentar la confiabilidad del suministro. En esa tarea, Dimar actúa como garante técnico de los proyectos que permiten recibir, almacenar y regasificar el combustible que llega por mar. Actualmente, la entidad avanza en la actualización de normas que permitirán la operación de unidades flotantes de almacenamiento y regasificación, esenciales para integrar el gas natural licuado y el gas propano importado al sistema nacional.
Las medidas expedidas por el Ministerio de Minas y Energía y la Comisión de regulación de energía encuentran en la Autoridad Marítima un aliado fundamental. Dimar participa en la autorización, inspección y control de terminales y buques de gas, verificando que cumplan con los requisitos técnicos y de seguridad internacional. Sin su intervención, proyectos como la planta de regasificación del Pacífico, en Buenaventura, o el nuevo terminal de Cenit en Coveñas, no podrían avanzar con la certeza jurídica y operativa que exige la industria energética.
Pero Dimar, en la exploración costa afuera, también ha tenido una presencia determinante. Fue la responsable de autorizar y supervisar la operación de la plataforma Noble Discoverer, que perforó el pozo Sirius, frente a las costas del Caribe colombiano. Este descubrimiento, liderado por Ecopetrol y Petrobras, podría cubrir hasta el 47 % de la demanda nacional de gas, proyectándose como eje de la autosuficiencia energética del país.
El desarrollo de Sirius plantea nuevos desafíos técnicos y regulatorios. Dimar trabaja en el marco que permitirá la instalación de infraestructura submarina, el uso de embarcaciones especializadas y la operación segura de las plataformas productoras.
Más allá de los aspectos técnicos, el rol de la Autoridad Marítima tiene un trasfondo estratégico: garantizar que el crecimiento energético no comprometa la seguridad marítima ni el equilibrio ambiental. Su experiencia en control de operaciones en mar abierto y en aplicación de convenios internacionales ofrece al país una base sólida para avanzar hacia una explotación responsable de sus recursos offshore.
El desafío energético de Colombia no solo depende de nuevos hallazgos o de infraestructura portuaria, también exige instituciones sólidas que aseguren que cada paso se dé con rigor técnico, transparencia y sostenibilidad. En ese escenario, Dimar se consolida como el socio clave de la transición energética, una entidad que, sin protagonismos, garantiza que la expansión de la frontera marítima y energética del país avance con seguridad y visión de futuro.