
Opinión
En Venezuela, elecciones; en Colombia, veremos…
Maduro se fortalecerá con las próximas elecciones. En Colombia, estamos en el proceso electoral.
El próximo 25 de mayo se celebrarán en Venezuela unas “megaelecciones” para elegir 285 diputados a la Asamblea Nacional, 24 gobernadores de provincias, 335 alcaldes y 260 diputados provinciales. En esta oportunidad, nuevamente la oposición venezolana se presentará dividida.
María Corina Machado desde principios del año hizo un llamamiento para la abstención durante el proceso, aduciendo que desde 2024 ya se habían celebrado elecciones en las que había triunfado la oposición y que, por lo tanto, este gobierno era ilegítimo.
Sin embargo, otro líder opositor, Henrique Capriles, ha rechazado la posición de Corina y se postula como candidato al parlamento venezolano invitando a sus partidarios a participar, aduciendo que no se le debe dejar el camino expedito a Maduro, ya que lo que más lo favorece es la abstención de la oposición.
El gobierno, como una estrategia para inducir el voto y alentar la fibra nacionalista, anunció que se elegirán ocho diputados, con sus respectivos suplentes en el Esequibo, un territorio en disputa con Guyana, que desde su creación como Estado independiente ha sido guyanés.
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Sería como si convocara a elecciones en una parte del departamento de Arauca, ya que —como se recordará— hace algún tiempo tropas dirigidas por el inefable general Padrino López ocuparon la margen derecha del río Arauca aduciendo que era territorio venezolano.
La controversia sobre el Esequibo se encuentra a consideración de la Corte Internacional de Justicia. No obstante que Venezuela se ha negado a aceptar la competencia del alto tribunal, en una decisión del primero de mayo pasado, la Corte le ordenó a Venezuela que, mientras no hubiera un fallo definitivo sobre la disputa, no convocara elecciones en el territorio Esequibo.
Maduro hizo caso omiso de la decisión y, en una estrategia netamente populista, mantuvo su decisión. Sabe que nadie se va a oponer a que se elijan diputados en el territorio del Esequibo, aunque se desconoce quiénes y “a qué precio” votarán. Estados Unidos y los países de Caricom han advertido al régimen madurista que no intente acciones contra las empresas que adelantan actividades de explotación petrolera en la rica plataforma continental frente al territorio Esequibo.
Entre tanto, en Colombia, a raíz del hundimiento de la consulta popular en el Senado, el presidente Petro está convocando a una reunión de las centrales obreras, la coordinación campesina, las juntas de acción comunal, los comités juveniles barriales, el movimiento indígena y a otros grupos para decidir sobre los pasos a seguir frente a la decisión del Senado, si es que esta se mantiene.
Las fuerzas militares de Colombia naturalmente no levantarán sus armas contra algunos de los que se autodenominan miembros de esos grupos. Ojalá que, como ha ocurrido con frecuencia, estos no secuestren a militares, ni continúen con el plan pistola.
En este entorno, no sería imposible que Maduro, con sus Círculos Bolivarianos, Colectivos, Grupos de Choque y los grupos armados colombianos que se encuentran en Venezuela, apoye las acciones que se proyecten realizar en nuestro país en contra la decisión del Senado colombiano.